Los representantes de las PYME celebraron hoy una reunión en Bruselas para elaborar una estrategia destinada a liberar el potencial de crecimiento y competitividad de las PYME. Los elementos clave que se han acordado son los siguientes: hacer que sea posible fundar una nueva empresa en tres días por menos de 100 euros, mejorar el acceso a la financiación y a los contratos públicos, y reducir la burocracia, entre otras cosas mediante la introducción de una «prueba PYME», para asegurarse de que todo nuevo acto legislativo a nivel de la UE y de los Estados miembros es favorable a las PYME. Con este fin, todos los Estados miembros deberían introducir una prueba PYME específica antes de adoptar cualquier acto legislativo.
El objetivo de esta prueba es garantizar que no se creen nuevos impedimentos que obstaculicen el buen funcionamiento de los 25 millones de pequeñas empresas de Europa. Esta prueba PYME ya es una realidad en doce países, y en otros el proceso de introducción está ya en marcha. Los representantes de las PYME acordaron que el plazo para llevar a término estas medidas en todos los Estados miembros sería septiembre de 2012. Con estas medidas, Europa refuerza de forma activa la posición de las PYME, cuyo papel en la restauración del crecimiento económico se considera decisivo.
Antonio Tajani, Vicepresidente de la Comisión Europea y responsable de industria y emprendimiento, ha declarado lo siguiente: «En este momento crítico, en que la supervivencia de la integración europea depende directamente de nuestra capacidad para relanzar el crecimiento, necesitamos urgentemente una auténtica revolución para situar a las PYME y a la economía real en el centro de la política y de la administración pública con el fin de liberar su potencial. Ésta es la principal vía para crear las condiciones adecuadas para el crecimiento. Veo con gran satisfacción que los representantes de las PYME de todos los países de la UE han demostrado estar firmemente comprometidos en este empeño.»
Antecedentes
Los representantes PYME nacionales presentaron hoy los avances realizados en la aplicación nacional de la «Ley de la Pequeña Empresa» (Small Business Act, SBA) para Europa (IP/11/218) y acordaron un ambicioso plan de acción en su primera reunión en Bruselas con Daniel Calleja, el representante PYME de la UE. Cada país de la UE había ya nombrado este mismo año a un representante PYME para fomentar los intereses de las pequeñas empresas y garantizar que no se dejen de lado en ningún momento (IP/11/642). Los representantes PYME y los representantes del colectivo de pequeños empresarios estuvieron de acuerdo en que la actuación de los próximos doce meses debe centrarse en tres áreas concretas:
Simplificar el entorno empresarial y animar a los ciudadanos a hacer frente al desafío de convertirse en empresario. Los representantes de las PYME se comprometieron a alcanzar el objetivo de que en todos los Estados miembros sea posible crear una empresa en tres días por un coste no superior a 100 euros.
Mejorar el acceso de las PYME a la financiación mediante medidas destinadas a aumentar la disponibilidad y la utilización de las garantías de préstamos bancarios para las PYME, junto con los microcréditos para las nuevas empresas y, especialmente, para las microempresas. En la situación actual, el acceso a la financiación es el problema más acuciante para las PYME. Además, es necesario aumentar la participación de las PYME en los contratos públicos. Según las últimas investigaciones llevadas a cabo, las PYME solo consiguen el 34 % de los contratos públicos publicados en toda la UE, a pesar de que su participación en el conjunto de la economía es del 52 %.
Garantizar que todo nuevo acto legislativo tenga debidamente en cuenta las consecuencias que pueda tener para las PYME mediante una prueba PYME, tanto a nivel europeo como nacional. Junto con los representantes de las PYME, la prueba PYME es el segundo elemento constitutivo del plan que la Comisión Europea ha elaborado para la nueva gobernanza de las PYME.
La prueba PYME ya es una realidad en casi la mitad de la UE
La prueba PYME, que es un componente vital del principio « pensar primero a pequeña escala», se plasmó por primera vez en la «Ley de la Pequeña Empresa» (Small Business Act, SBA) para Europa, adoptada en 2008. En 2011, el papel de la prueba PYME se vio aún más reforzado con la publicación de la revisión de la SBA.
Casi la mitad de los Estados miembros de la UE declaran que ya aplican la prueba PYME. Malta, Eslovenia y Eslovaquia están en pleno proceso para su introducción. Otros cuatro Estados miembros (Grecia, Bélgica, Chipre y Bulgaria) están también debatiendo su introducción, mientras que otros tienen en cuenta los intereses de las PYME en las evaluaciones de impacto de sus normativas, a pesar de no tener una prueba PYME como tal.
Por ejemplo, Austria ha desarrollado una metodología especial que incluye una herramienta específica en internet que será obligatoria a partir de 2013.En Eslovaquia, la prueba PYME forma parte de todo nuevo acto legislativo y Malta ha presentado recientemente un proyecto de ley en el que se pide que toda propuesta de acto legislativo se someta a una prueba PYME (a partir de principios de 2012) si se demuestra que la propuesta puede tener repercusiones para las pequeñas empresas y las microempresas. Por último, Finlandia está estudiando diferentes formas de evaluar las repercusiones de los actos legislativos para las pequeñas empresas, con el fin de poner en marcha una prueba PYME mejorada.
Según una encuesta reciente que la Comisión Europea ha llevado a cabo, la mayoría de los Estados miembros consideran que la prueba PYME —creada en 2008— tiene un valor añadido real para las PYME de sus países. En concreto, los Estados miembros destacan que la prueba PYME da a las pequeñas empresas el tiempo que necesitan para adaptarse a la nueva normativa, con lo que se ahorra dinero. Además, la prueba PYME contribuye a evitar normativas que podrían suponer una carga desproporcionada para las empresas. También hace que queden más claras las repercusiones que las nuevas propuestas tienen para las PYME, con lo que resulta más fácil encontrar la forma de suavizarlas.
Para obtener más información sobre la prueba PYME, véase MEMO/11/601.
Véase también:
http://ec.europa.eu/
