En un comunicado, los representantes del sector del comercio consideraron que ante la actual coyuntura económica, un incremento de los tipos del IVA podría tener consecuencias «enormemente perjudiciales sobre el consumo y la competitividad de las empresas», que incluso podría llegar «a comprometer el empleo en este sector».
Los representantes de las empresas comerciales consideraron que en estos momentos la política económica del Gobierno debe centrarse en dinamizar la demanda y el consumo «como locomotora del conjunto del sistema productivo».
Consideran que las medidas de política económica deben estar dirigidas a mejorar los niveles de renta de las familias «y no a deteriorarlos con el incremento de la presión fiscal indirecta».
La distribución consideró que la reducción de las cuotas empresariales a la Seguridad Social no debería financiarse mediante un posible incremento del IVA, al considerar ésta que en un momento de recesión económica, los perjuicios que generaría en el sistema productivo «serían enormemente superiores al eventual ahorro de los costes».