Un estudio elaborado por la Federación de Organizaciones de Profesionales, Autónomos y Emprendedores (OPA)que la economía sumergida en España afecta sobretodo en la construcción, la industria y parte del sector servicios como el comercio, la hostelería y el transporte. Dentro de estos sectores, los talleres, los transportistas, los taxistas, las peluquerías, los bares y restaurantes, las empresas de limpieza, los profesionales de la construcción y el sector agrario son los más perjudicados por los problemas que causa la economía sumergida y la competencia desleal.
La economía sumergida representaba el 24’6% del PIB de España a finales del 2012, según un informe elaborado por técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha), dirigido por el profesor Jordi Sardà, de la Universitat Rovira y Virgili. Esta economía sumergida perjudica tanto a la economía del país como a los autónomos y emprendedores legalmente constituidos.
Para el presidente nacional de OPA, Camilo Abiétar, la crisis económica, la corrupción, las cargas tributarias, la morosidad y la elevada tasa de desempleo son las principales causas del afloramiento de la economía sumergida.
Abiétar ha solicitado a las administraciones que incrementen las inspecciones para perseguir y erradicar la economía sumergida y la competencia desleal. En este sentido considera que dichos controles deben realizarse a todos por igual, y no centrar sus focos ni “criminalizar” a los profesionales por cuenta propia, pues recuerda que “en España la mayor parte de los autónomos se encuentran legalmente constituidos, pagan sus impuestos, cumplen con sus obligaciones y contribuyen a generar riqueza, puestos de trabajo y a mejorar el producto interior bruto”.
Además, desde la OPA piden a los ciudadanos que encarguen sus trabajos a autónomos que trabajan de forma legal y que consuman y compren en establecimientos que sean de confianza.