Jornada de debate sobre arbitraje y mediación en este X Congreso de Cádiz que ha contado con la intervención de prestigiosos juristas. Moderados por Mariano Durán, decano del Colegio de Abogados de Valencia se sucedieron las intervenciones de José Maria Alonso, primer presidente del Club Español del Arbitraje, Of Counsel de Garrigues y presidente de la Corte de Arbitraje del Colegio de Abogados de Madrid. Junto a él, Jesús Remón, actual presidente del CEA y socio del area procesal de Uría Menéndez para hablar de arbitraje. En el lado de la mediación, Margarita Uría Vocal del CGPJ e impulsora de los temas de mediación desde esta entidad y Pascual Ortuño, muchos años director de la Escuela Judicial de Barcelona y ahora de vuelta a la carrera judicial. Se habló de arbitraje y de mediación y como conclusión definitiva se dibujó el futuro de los métodos extrajudiciales al lado del abogado. Si la abogacía no hace suyas estas herramientas, estas herramientas de resolución de conflictos serán inviables

Este periodista tiene que agradecer al CGAE  que los profesionales que no hemos podido compartir con los más de 1200 abogados inscritos esta edición del X Congreso de la Abogacia, la apuesta por las nuevas tecnologiás. Gracias al potente servicio de transmisión pudimos asistir desde nuestra oficina a este interesante debate. Un debate al que el propio Mariano Durán, decano del ICAV le puso la picante necesaria para que a esa hora, primera de la tarde, nadie se durmiese  “La no trasposición de la Directiva de Mediación ya ha supuesto la apertura de un expediente sancionador al Gobierno de España, comentó Durán en esta presentación, para luego añadir que “el uso de métodos extrajudiciales en Francia había reducido los litigios en un 30 por cien “. Además señalo que el coste de la justicia estaba estimado en unos 1400 millones de euros anuales procedentes de los 700.000 procedimientos que se abren al año y un coste aproximado de 2.000 euros de media

En palabras de José Maria Alonso, “ la sociedad civil y las empresas en estos momentos buscan soluciones rápidas y poco costosas a sus litigios. “Desde su perspectiva como experto jurista con una trayectoria superior a los treinta y cinco años de ejercicio “ si bien el arbitraje interno es una opción para el ciudadano, a nivel internacional no cabe duda que el arbitraje se convierte en una necesidad”. Y es que al no existir un juez internacional que valide las controversias entre empresas de diferentes países parece lógico ir a un tercero independiente, bien por su prestigio; como las Cortes Arbitrales, lo que se entiende como arbitraje institucional, bien buscando un tercero de común acuerdo a las partes, lo que se entiende como arbitraje ad hoc.  “Someterse a arbitraje es voluntario; confidencial en todo proceso, a no ser que digan las partes lo contario y el laudo tiene la validez de una sentencia judicial”. De hecho en el último año, como apuntó Durán la mayor parte de los laudos se han ejecutado de forma voluntaria

Alonso ofreció algunos datos. Según un estudio de la IBA del 2009, el 86 por cien de las empresas han mostrado su satisfacción por el uso del arbitraje y lo recomendarián. Mientras que otro informe procedente del Queen Mary University reflejaba que el 50 por cien de las empresas mostraba su preocupación por los árbitros, su cualificación y modo de asumir el proceso con interés. “Un arbitraje vale lo que vale los árbitros, comento. Y avanzó que ahora muchas empresas multinacionales incluyen en los contratos una cláusula de mediación antes de poder acudir al procedimiento judicial o arbitral si hubiera conflicto posterior. “El futuro del arbitraje está en que los abogados procesalistas convenzan a sus colegas mercantilistas de la necesidad de incluir el convenio arbitral en los contratos”. Pero creo que su futuro es bueno independientemente del estado actual de la justicia.”

Cádiz y el arbitraje

Jesús Remón en su exposición habló de la historia del arbitraje en nuestro país y dejó claro que en la época liberal que vivió España en 1812 si existía el arbitraje como un derecho de los ciudadanos. “Luego hubo un gran parón y las Leyes de 1953, primero, y la de 1988, después lo colocaron en su sitio. El actual presidente del CEA recalcó que en este país se vive la cultura de desconfianza del arbitraje y que juristas como Federico de Castro, había escrito en 1972 que acudir al arbitraje como método de acuerdo “era una fuga en el Derecho”. Ahora bajo su punto de vista con la Ley del 2003 y sus reformas hay una situación buena para el desarrollo de este método extrajudicial. “El arbitraje necesita confianza entre las partes y sobre todo un marco legal estable; unos jueces que lo respalden y unas instituciones arbitrales solventes y eso nuestro país si lo tiene “.

Respecto a las buenas prácticas que debe regir en el mundo del arbitraje recordó que el propio CEA había desarrollado, siguiendo los parámetros de la IBA , asociación mayoritaria de abogados que ahora celebra su Congreso en Dubai, un Código Deontológico que salvaguardaba las designaciones de los árbitros. “En este documento sugerimos a las Cortes Arbitrales que no trabajen con listas cerradas y que verifiquen la imparcialidad de los árbitros. Además, es obvio que el procedimiento arbitral es más flexible que el judicial al tener las partes mucha autonomía para diseñarlo en su forma y desarrollo.”. Remón dejo claro que hay un debate ahora abierto sobre si el arbitraje internacional debe seguir los pasos del de inversiones, promovido desde el CIADI y el Convenio de Washington de 1965, donde todo el proceso es público a no ser que las partes digan lo contrario. “La verdad que me cuesta pensar cómo va a evolucionar el arbitraje internacional en este escenario”.

Sin Ley de Mediación

Margarita Uría, vocal del CGPJ, explicó a los asistentes qué proyectos está desarrollando su institución para el desarrollo de la mediación en nuestro país. “Dentro de lo malo, el no tener aún una Ley de Mediación va a hacer que el nuevo proyecto de ley esté más trabajado y menos doctrinal”, confesó. Sobre los trabajos que están en marcha indicó que desde 1998 hay algunas experiencias en el campo de la mediación penal tanto en Cataluña como en Madrid, donde las personas inmersas en esos procesos han reincidido muy poco. “Según las  últimas estadísticas que dispongo un 75 por cien de los casos mediados acabaron en acuerdo”, comentó. Respecto a la mediación familiar, recordó que es la más impulsada en España, con trece leyes autonómicas y 131 juzgados que hacen este tipo de mediación siendo Cataluñay País Vasco las entidades precursoras

 

 

Uría avanzó que el próximo 4 de noviembre iba a tener una reunión con Francisco Javier Vieira presidente del TSJ de Madrid para ver la posibilidad de desarrollar un ambicioso proyecto de mediación en el campo social. “Tenemos que aprovechar que la recién aprobada Ley de procedimiento Laboral es buena  para trabajar este campo. “ Y también dejó claro que a nivel civil hay 26 juzgados en Cataluña  y 1 en Madrid que ya imparten este método extrajudicial. Respecto a la mediación contencioso dejó claro que hay un grupo de trabajo formado por diferentes magistrados y fiscales que está vinculado a una Fundación que dirige Alvaro Gil Robles mientras que la mediación mercantil hay una primera iniciativa en Bilbao donde se derivan asuntos de su Cámara de Comercio aunque es pronto para tener resultados fiables.

Finalizó la sesión, Pascual Ortuño quien se lamentó de que España no haya traspuesto aún la Directiva Comunitaria de Mediación para asi tener su Ley Estatal como otros países de nuestro entorno más inmediato. “La situación de la justicia es alarmante. En la ultima reunión de la Comisión de Eficacia del Consejo de Europa los datos señalan que la litigiosidad de Reino Unido era de 340 pleitos por 100.00 habitantes mientras que en nuestro país es de 3.400 litigios. “. Desde su punto de vista es fundamental trabajar en la cultura de la mediación; actividad que ha generado según su punto de vista una docena de Leyes Autonómicas de Mediación, malas, al no existir ese conocimiento de lo que es la mediación

Ortuño, jurista de gran experiencia, tiene claro que el futuro de la mediación pasa por la implicación del abogado en el desarrollo de esta actividad. “Es fundamental que el abogado aconseje a su cliente el método adecuado en función del litigio”, resaltó. “De esa forma habrá asuntos que nunca llegarán, como ahora lo están haciendo a los juzgados. Todo ello genera un circulo vicioso que hace que los juzgados estén colapsados” .Para este ponente es clave que el abogado no vea a la mediación como un peligro. “No puede pensarse que vas a tener menos pleitos si trabajas en ella. Y tampoco el abogado tiene que pensar que si se introduce la mediación va a perder el control del asunto”. Además recordó que hace dos meses había habido una manifestación en Italia de abogados pidiendo la supresión de la mediación que ahora es obligatoria.

 

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