DibujoMarruecos, ese país todavía tan desconocido para su vecina España, se ha convertido en una tierra de oportunidades para la maltrecha economía española. Por primera vez desde la independencia del Reino Alauí, nuestro país ha conseguido desbancar a Francia como primer socio comercial. Las exportaciones se han disparado en 2013 un 24,6%, alcanzando un récord histórico. “Marruecos puede ayudar a España a salir de la crisis”, llegó a declarar recientemente el ministro marroquí de Economía y Hacienda, Nizar Baraka.

Los lazos comerciales son cada vez más sólidos con este país emergente del norte de África, que ya cuenta con más de 32 millones de habitantes. Pero para tejer esas relaciones comerciales es necesario el asesoramiento jurídico. Por ello, hoy día, Marruecos se presenta también como un mercado cada vez más atractivo para el sector legal español. “Es un destino interesante para empresas españolas y, por lo tanto, para los despachos de abogados”, razona Silvia Gimenez-Salinas, vocal de la Comisión de Relaciones Internacionales del Consejo General de la Abogacía Española (CGAE). Esta abogada fue una de las coordinadoras de las Jornadas de Internacionalización de la Abogacía en Marruecos, co-organizadas por el ICEX y el CGAE, y celebradas la semana pasada en Casablanca. En ellas participaron 12 firmas seleccionadas de mediano tamaño de todo el territorio nacional que querían conocer las oportunidades de inversión que ofrece este país.

Esas ventajas son múltiples, según las enumera Gimenez-Salinas: “La cercanía geográfica, la mano de obra es un 70% más barata que en España, existe un procedimiento para invertir liberalizado, no existen límites para la participación extranjera en el capital en la mayoría de los sectores, hay incentivos fiscales para la inversión, se ha implementado una estrategia integral de logística con dotación de infraestructuras modernas, y Marruecos es el noveno mercado mundial para las exportaciones españolas y primer mercado de exportación en África”.

Este país tiene una cultura jurídica basada en el derecho continental, pero hay grandes diferencias con la práctica española, que también fueron expuestas en estas Jornadas de Internacionalización que contaron, entre otros, con el embajador de España en Marruecos, Alberto Navarro. Hay que entender que la abogacía se organiza básicamente en estructuras de despacho casi prácticamente unipersonales, lo que dificulta la especialidad. Y el idioma oficial, ante la justicia, es el árabe”, explica Gimenez-Salinas.

La profesión de abogado está regulada por la Ley 28-08, de 20 de octubre de 2008, que derogó una norma de 1994, y dice que los letrados deben ser nacionales marroquíes o ciudadanos de un estado que haya suscrito con Marruecos un convenio bilateral, a condición de reciprocidad. Ese convenio existe con España (B.O.E. de 7 de febrero de 1966), aunque no ha tenido mucha aplicación en la práctica. Para ser abogado, según detalla la Sección Internacional del Departamento Jurídico del CGAE, “es necesario ser titular de una licenciatura en Derecho y haber superado un examen de acceso a la profesión después de tres años de prácticas. La abogacía se configura como una profesión liberal independiente”.

Alternativa al mercado europeo

Cuatrecasas, Gonçalves Pereira es uno de los despachos españoles que mayores raíces ha echado en Marruecos. En 2007 abrieron una oficina movidos por varias razones: muchos clientes de la firma les solicitaron acompañamiento para llevar a cabo sus planes de internacionalización; por las grandes oportunidades de inversión que ya en 2007 presentaba el país; y porque, según explica Fedwa Bouzoubba, socia directora de la oficina de Casablanca, “nos pareció importante estar presentes en un contexto de pleno desarrollo y expansión del tejido económico marroquí, ya que cada día se empezaban a llevar a cabo un mayor número de operaciones complejas, que a su vez venían exigiendo un asesoramiento jurídico de alto valor añadido”. “Hoy la presencia de despachos anglófonos como Baker&McKenzie, Allen&Overy o Clifford Chance, que desde 2011 están presentes en Casablanca, nos reconforta a la vez que nos confirma el acierto de la decisión que tomó nuestra firma a la hora de instalarse en Marruecos algunos años atrás”, añade Bouzoubba, que cree que este país se ha perfilado como una alternativa al mercado europeo.

Ahora Cuatrecasas cuenta con un gran abanico de clientes, que van desde empresas españolas y marroquíes, a francesas, americanas, alemanas, suizas, o de países del Golfo, que sobre todo demandan asesoramiento en temas mercantiles y societarios, fusiones y adquisiciones, inmobiliario, fiscal, regulación de cambios, licitaciones públicas y laboral. “Uno de nuestros objetivos para el presente año es el desarrollo del área financiera, ya que existen numerosas oportunidades en materia de financiación de proyectos ligados a licitaciones del estado en materia de infraestructuras y obras públicas, a las cuales se presentan nuestros clientes”, adelanta la socia directora de la oficina de Casablanca.

Aunque el mercado del asesoramiento legal aún no está saturado en Marruecos, según Bouzoubba , la situación es distinta en cuanto a los despachos de abogados de contencioso. “En Marruecos existe aún un gran conservadurismo que impide la presencia de abogados de contencioso extranjeros, por lo que en este plano, lo ideal es contar con la colaboración de despachos de abogados locales”, advierte esta abogada.

País “sin riesgo” para el inversor

Pedro Verdasco, que desde hace más de 20 años asesora a empresas extranjeras y españolas en su proceso de comercialización e implantación al otro lado del Estrecho, asegura que Marruecos en un  país sin riesgo para los inversores extranjeros. “Cuenta con excelentes apoyos del Gobierno, en un claro proceso de  apertura hacia el exterior y recientemente ha aprobado el estatuto avanzado de pertenencia a la Unión Europea, creando una zona de libre comercio entre Marruecos  y Europa”.

El director general de Trade Maroc Consulting cree que hay nichos de mercado en sectores como el de la automoción, el aeronáutico, el de infraestructuras o el de energías renovables, sectores, según asegura, “que tienen un fuerte desarrollo en Marruecos”.

Pero no sólo España encuentra un atractivo en Marruecos. El interés es mutuo. “Muchas empresas marroquíes, ya están presentes en España, y están analizando la viabilidad de implantarse en nuestro país como primer paso para su internacionalización en Iberoamérica y Europa. Los marroquíes se están interesando en el mercado español, creando sociedades en España, además, muchos marroquíes de clase media-alta poseen propiedades o están en fase de inversión en propiedades en la Costa del Sol y otras comunidades, situación que se está incrementado geométricamente”, concluye Verdasco, afirmando que esa inversión también supone una oportunidad de negocio extra que pueden encontrar los despachos españoles con sede en Marruecos.

La socia de Cuatrecasas lo resume así: “El carácter español de nuestro despacho atrae a los inversores españoles en Marruecos y empieza a atraer igualmente a aquellos inversores marroquíes que ven en España oportunidades de negocio, en las que nuestro acompañamiento es esencial. Desde Casablanca intentamos asimismo captar clientes con el fin de que sus asuntos en derecho español sean llevados por nuestras oficinas de la península. Este esfuerzo incluye también la recomendación de clientes marroquíes a otras jurisdicciones en las que nuestra firma está presente, tales como Francia, China o Brasil”.

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