Este viernes, el Ministerio de Salud confirmó del primer caso de Viruela del Mono en el Chile, aplicándose el protocolo de vigilancia establecido por la autoridad sanitaria.

Este viernes, el Ministerio de Salud confirmó, mediante un análisis de PCR, el primer caso de viruela del mono en el país aplicando el protocolo de vigilancia correspondiente.

Se trata de un adulto joven de la Región Metropolitana con antecedentes de viaje a Europa y que, si bien se encuentra en buenas condiciones de salud y sin complicaciones, presentó síntomas de exantema súbito (manchas en la piel), lesiones vesiculadas, costras en la piel, acompañado por decaimiento y adenopatías.

Cabe señalar que el Ministerio de Salud, a través de su Departamento de Epidemiología, inició hace semanas la vigilancia de viruela del mono según las recomendaciones internacionales.  

Dado que la tasa de letalidad va de 1% a un 10%, entre estas medidas adoptadas se encuentran las siguientes:

Ante este primer caso de la enfermedad, surgen muchas dudas sobre la sintomatología y cómo se transmite, por lo que Minsal preparó información para ayudar a que las personas diferencien los síntomas de este virus de otras enfermedades y cómo prevenirla.

La viruela del mono es una zoonosis viral causada por el virus de la viruela símica, que pertenece al género Orthopoxvirus, este incluye al virus variola (el que ocasiona la viruela).

Hay dos cepas de la viruela símica: la cepa de la cuenca del Congo (África central) y la cepa de África occidental. Las infecciones en humanos con la cepa de África occidental aparentemente causan una enfermedad menos grave.

Los síntomas son erupción cutánea aguda, cefalea, inicio súbito de fiebre superior a 38,5 °, dolor muscular, dolor de espalda, sensación de agotamiento e inflamación o hinchazón de los ganglios linfáticos.

Se transmite principalmente por contacto directo o indirecto con sangre, fluidos corporales, lesiones en la piel o mucosas de animales infectados. La transmisión en personas puede producirse por contacto directo con lesiones cutáneas o gotitas exhaladas de una persona infectada, o con objetos contaminados recientemente con los fluidos del paciente (como toallas o sábanas). El periodo de incubación promedio puede ir desde los 6 a los 13 días con rangos de entre los 5 a los 21 días. No hay evidencia de que el virus de la viruela símica se trasmita por vía sexual.

Para la confirmación de los casos, la reacción en cadena de la polimerasa (PCR) es la prueba de laboratorio recomendada. Las muestras de diagnóstico óptimas para la viruela símica son las lesiones de la piel: el techo o el líquido de las vesículas y pústulas, y las costras secas.

Es una persona de cualquier edad con antecedente de viaje en los 21 días previos que presente un exantema agudo inexplicable y que tenga uno o más de los siguientes signos o síntomas, desde el 15 de marzo de 2022: cefalea, inicio súbito fiebre superior a 38,5, mialgia, dolor de espalda, astenia y linfadenopatía.

 

Además, para ser declarado caso sospechoso, se deben descartar las siguientes causas habituales de exantema aguda: varicela, herpes zóster, sarampión, Zika, dengue, chikungunya, herpes simple, infecciones bacterianas de la piel, infección gonocócica diseminada, sífilis primaria o secundaria, chancroide, linfogranuloma venéreo, granuloma inguinal, molusco contagioso, reacción alérgica (por ejemplo, a las plantas); y cualquier otra causa común localmente relevante de erupción vesicular o papular.

Caso sospechoso es cuando una persona que cumple con la definición de caso sospechoso y cumple con uno o más de estos criterios: tiene nexo epidemiológico con un caso sospechoso o confirmado de viruela del mono y/o visitó un país endémico del virus, ambos factores en las 3 semanas anteriores al inicio de síntomas.

Para esta enfermedad no hay tratamientos específicos, aunque es una enfermedad en general benigna. Los síntomas se suelen resolver espontáneamente. No obstante, es importante cuidar la erupción permitiendo que se seque o cubriendo con un apósito húmedo para proteger si es necesario. Además, se debe evitarse tocar las llagas en la boca o los ojos.

La infección puede dividirse en dos periodos: el de invasión (hasta el quinto día), caracterizado por fiebre, cefalea intensa, inflamación de los ganglios linfáticos, dolor lumbar, dolores musculares y astenia intensa. El segundo es el período de erupción cutánea (entre los días 1 y 3 después del inicio de la fiebre), cuando aparecen las distintas fases del exantema, que por lo general afecta primero a la cara y luego se extiende al resto del cuerpo. La zona más afectada generalmente es el rostro. La eliminación completa de las costras puede tardar hasta tres semanas.

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