La financiación como método de pago se ha convertido en una opción de lo más atractiva para los españoles. Sin embargo, su letra pequeña, casi siempre desconocida por los consumidores, convierte a las tarjetas bancarias revolving en una carga inasumible para las familias a causa de los intereses desorbitados que acompañan, en muchos casos, a este producto financiero.

Tan amplia es su comercialización que, hasta antes de la pandemia, los créditos al consumo arrastraban 10 años consecutivos de crecimiento de doble dígito.

Durante el año 2020, con el COVID-19, estos créditos decayeron un 22,1% pero en este nuevo año se retoma la tendencia positiva de crecimiento.

Tras la sentencia del Tribunal Supremo en 2020, donde se consideraba usura una tarjeta con un 27% TAE, la mayoría de entidades redujo los intereses de sus tarjetas revolving con el fin de evitar reclamaciones.

Sin embargo, son miles los usuarios que habían contratado la tarjeta en una fecha anterior a la de la sentencia, que decidieron reclamar y, de este modo, descubrieron todos los intereses reales aplicados, generalmente usurarios y que no siempre coinciden con los fijados inicialmente en los contratos.

Más de un 40% TAE

Así, entre las más de 25.000 reclamaciones que gestiona la plataforma de afectados por tarjetas revolving de Reclama Por Mí, se han identificado TAEs de hasta un 40,87 % en la tarjeta Visa Classic del Banco Sabadell, un 34,99 % en una revolving de Santander Consumer Finance, o un 30,6 % en el caso de la tarjeta de Carrefour.

En tarjetas de Liberbank la plataforma señala cómo ha habido casos en los que ha llegado a presentar intereses del 29,84%, el mismo TAE que algunas tarjetas de CaixaBank Payments.

Si nos fijamos en las cinco entidades con un mayor número de reclamaciones de la plataforma nos encontramos con los siguiente TAEs aplicados de forma general: Wizink, un 26,82 % TAE; Cetelem hasta el 25%; Cofidis un 24,51 %; Carrefour un 21,99 %; y Bankinter Consumer, con intereses de hasta el  26,82 % en algunas de sus revolving.

 Aún se puede reclamar

 “Aunque es cierto que la práctica totalidad de entidades financieras y de crédito han reducido los TAEs aplicados a las tarjetas revolving que comercializan para eludir más reclamaciones, muchos de los contratos anteriores al año 2020 se pueden aún reclamar. Siguen siendo miles los ciudadanos atrapados en la trampa de los intereses usuarios de las tarjetas que contrataron con anterioridad, aunque ahora les hayan reducido el interés”, explica Javier Moyano, Director de Operaciones de www.reclamapormi.com .

Por eso, señala, es importante que sepan que pueden denunciar y reclamar esta situación, incluso cuando su contrato ya haya finalizado y hayan abonado todas las cuotas pendientes.

“En el despacho consideramos que las cláusulas abusivas no prescriben. Los afectados que consiguieron salir de esta rueda de ratón y pudieron finalmente pagar las cuotas entendemos que aún pueden reclamar con efecto retroactivo y recuperar todo el dinero que tuvieron que pagar de más en el pasado… Siguen estando a tiempo”, apuntan desde Reclama Por Mí.

Fuente: Reclama Por Mí

 

 

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