Se encuentra bajo la lupa de la Comisión de Salud del Senado la rotulación de los alimentos ultraprocesados por su impacto en la comunidad chilena.

La instancia ahondó en las consecuencias que tiene el consumo de estos productos. Los integrantes de la Comisión de Salud comenzaron el estudio del proyecto que modifica la ley de composición nutricional de los alimentos y su publicidad exigiendo la rotulación de los alimentos ultraprocesados.

La médico nutrióloga, Mónica Manrique explicó todos los efectos que generan en la salud este tipo de productos que hoy forman parte fundamental de la dieta de los chilenos y que son responsables de la aparición de Enfermedades Crónicas No Transmisibles (ECNT).

La moción busca rotular como ultraprocesados aquellos productos alimenticios que contengan más de cinco ingredientes formados a partir de procesos químico-industriales.

Además, la iniciativa indica que la publicidad de estos productos no podrá estar dirigida a niños menores de catorce años. Así establece que se entenderá por publicidad toda forma de promoción, comunicación, recomendación, propaganda, información o acción destinada a promover el consumo de un determinado producto, incluida aquella desarrollada en plataformas digitales y anuncios pagados de internet.

La doctora Manrique comenzó asegurando que diversos estudios han demostrado que el consumo de Alimentos UltraProcesados (AUP) está estrictamente relacionado con la muerte prematura o discapacidad por sobrepeso y obesidad, diabetes e hipertensión, es decir, Enfermedades Crónicas No Transmisibles (ECNT). “Su alto consumo se explica por su bajo costo, fácil o nula preparación y alto marketing (…) Hablamos de los snack, bebidas, jugos, comidas rápidas y entre otros tantos alimentos”, comentó.

“Son disruptores endocrinos, es decir, envían señales al cerebro que indican que falta algo aumentando el apetito y disminuyendo la saciedad, pero a la vez generan adicción porque son hipersaborizados, tienen mucha azúcar, edulcorantes, grasas y sal. Estos alimentos afectan el equilibrio de la flora bacteriana intestinal provocando inflamación crónica y estrés oxidativo. Todo esto nos hace más propensos a enfermedades entre ellas los distintos cánceres”, explicó.

La profesional se detuvo un momento en el consumo de bebidas y néctar en la población infantil. “Con la ley de etiquetado vigente (composición nutricional de los alimentos y su publicidad), la industria con tal de que sus productos no tuvieran sellos, alteró su composición, generando que gran cantidad que las bebidas y néctar tengan muchos edulcorantes no calóricos que en sí son ultraprocesados y alteran la microbiota e incluso el genoma”, advirtió.

La doctora aseguró que “los estudios también nos han hecho ver que solo la legislación provoca cambios porque la autoregulación no funciona. Cuando los Estados dictan reglamentos, la industria cambia y los consumidores introducen hábitos más sanos, aunque sea, lentamente”.

Frente a ello, el senador Flores planteó que “si hay respaldo científico y se advierte el nivel del daño por el consumo de estos alimentos, creo que debemos actuar en consecuencia legislando en esto. Por eso queremos pedir patrocinio al Ejecutivo para esta moción para que la fortalezca y no quede en letra muerta”.

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