“La operación de deportación masiva más grande de la historia está en marcha. Promesas hechas. Promesas cumplidas”, decía un comunicado gubernamental estadounidense.
El domingo Colombia no permitó aterrizar a dos vuelos de repatriación de migrantes indocumentados. Con dicha actitud del mandatario Petro, se desató una crisis diplomática exprés entre Colombia y Estados Unidos.
Según ha explicado posteriormente el secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, el presidente colombiano había autorizado inicialmente los vuelos, para más tarde cancelar el permiso de entrada cuando los aparatos ya estaban en el aire.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció el mismo domingo la imposición de aranceles a Colombia.
Guerra Arancelaria
Trump dispuso la activación de un gravamen del 25% a todos los bienes colombianos se elevarían al 50% en una semana, según lo informado por el mandatario en su red Truth Social. Como respuesta, tres horas después del anuncio de Trump, Petro ordenó a su ministro de Comercio Exterior que elevara los aranceles de importaciones estadounidenses en un 25%.
“¡No permitiremos que el Gobierno Colombiano viole sus obligaciones legales con respecto a la aceptación y retorno de los Criminales que ellos forzaron a entrar a los Estados Unidos!”, concluyó el post del republicano.
Más sanciones
Al margen de lo puramente comercial, el anuncio de Trump incluye un paquete más amplio de sanciones. A los “aranceles de emergencia” se suma “la prohibición de viajar y la revocación inmediata de visados a los funcionarios del Gobierno colombiano y a todos sus aliados y simpatizantes; sanciones relativas a visas a todos los miembros del partido, familiares y simpatizantes del Gobierno colombiano; inspecciones reforzadas de aduanas de todos los nacionales colombianos y de la carga por motivos de seguridad nacional e imposición total de sanciones fiscales, bancarias y financieras”, según se lee en la publicación de Truth Social.
El republicano ha respondido horas después al rechazo de Petro con la suspensión por tiempo indeterminado de las operaciones en la sección de visas de su embajada en Bogotá. Y también con la promesa de más represalias, que han culminado en forma de aranceles.
Miembros de la oposición y corrientes de derecha que condenan la actitud contestataria de Petro ante el principal aliado comercial y estratégico de Colombia, arriesgando los intereses económicos y el bienestar de sus ciudadanos por las ideas políticas del presidente.
Para la economía de Colombia, las exportaciones a Estados Unidos son fundamentales. Una cuarta parte del total tienen como destino el país norteamericano, según datos de 2022, y se concentran en productos básicos: casi un 40% fue petróleo crudo, otro 11% café y un 10,5%, flores.
Fin de la crisis
Tras prohibir el ingreso de aviones norteamericanos con 160 nacionales deportados por órdenes de los Estados Unidos, desde la Casa de Nariño se aseguró que se mantiene contacto continuo con ese país para regresar a los colombianos.
“De ninguna manera los colombianos, como patriotas y sujetos de derechos, han sido ni serán desterrados del territorio colombiano”, manifestó Petro.
La canciller Laura Sarabia comunicó que ya se está trabajando para garantizar el trato digno a los connacionales. “El Gobierno de Colombia, bajo la dirección del presidente Gustavo Petro, ha dispuesto el avión presidencial para facilitar el retorno digno de los deportados.






