El presidente de la patronal española CEOE, Juan Rosell, ha planteado recortar «algunos privilegios» a los trabajadores con contrato indefinido y añadírselos a los temporales, como primer paso para acabar con «la dualidad» del mercado laboral español. El líder de empresario quiere avanzar de ese modo hacia el modelo de contrato único. Aunque Rosell no precisó a qué «privilegios» se refiere, la principal diferencia entre fijos y temporales está en la indemnización por despido de los primeros, ya recortada por las reformas laborales de Zapatero y Rajoy.
«¿Estarían dispuestos los trabajadores fijos a aceptar unas nuevas condiciones en beneficio de los que tienen contratos temporales nuevos?», interrogó Juan Rosell durante una entrevista a Onda Cero. Y se respondió a sí mismo: «Sería un experimento importante, pero no creo que lo aceptaran. Creo que esto es Alicia en el país de las maravillas». A su entender, quitar a los fijos «esos privilegios, por llamarlos de alguna manera», según sus palabras textuales, daría lugar a un mercado laboral sin diferencias entre indefinidos y temporales, en contraste con la situación actual que está donde hay una gran «dualización».
Rosell también reclamó reducir las más de cuarenta modalidades de contratación que existen y dejarlas en las «cuatro o cinco que más usan los empresarios».
Rosell lamentó la falta de respuestas que sus planteamientos tienen cuando la patronal los expone a los diferentes gobiernos. «Desgraciadamente no somos capaces de convencerlos de que sería mucho más fácil tener cuatro o cinco tipos de contratos, con bonificaciones o sin ellas, y que dejáramos un tiempo, tres, cuatro o cinco años, para ver como funcionan», señaló.
El presidente de la CEOE aboga por manejar unos acuerdos laborales que sean más flexibles: «Los contratos no deben ser los que nos gusten sino los que podamos hacer en función de nuestras necesidades. Debemos poder contratar por días, horas, meses o años. Estamos en un mundo absolutamente flexible».
La receta del dirigente empresarial para el desempleo juvenil pasa por ofrecer la «máxima formación» y ser lo «más flexible posible». Y aseguró Rosell: «A todos nos gustaría hacer contratos indefinidos para toda la vida, pero la realidad es la realidad».
Sobre los parados, Rosell afirmó que quienes se queden en el desempleo deben recibir «la ayuda mínima y necesaria» para seguir sobreviviendo. Destacó que este año se pagarán más de 30.000 millones en prestaciones de desempleo frente al gasto de 8.000 que se hacía en el 2000. «Hay que intentar que ese dinero vaya íntimamente ligado a la formación», concluyó.