Veinte años no son nada, dice un conocido tango porteño y contradictoriamente afirmamos que 30 años de ejercicio de la Abogacía son muchos, sobre todo si los fundadores del Despacho Jurídico, siguen siendo los actuales rectores del mismo.
Nos referimos al Despacho Jurídico, hoy denominado A. Cañizares Abogados, S.C.P. sito en Madrid, C/ Orense, nº 27.
A primera vista, esa permanencia de tiempo y personas, acreditan experiencia y buen hacer, pues sin ambas cualidades no sería posible tal supervivencia.
El 12 de Febrero de 1993 Alfonso Cañizares Alex, Abogado y Profesor Mercantil, procedente de su desempeño de Alta Banca, en un Banco Nacional de primera línea y su hija Ángeles Cañizares Cerdá, recién salida de la Facultad de Derecho, como Licenciada, fundaron el referido Despacho.
Desde un principio se marcaron el objetivo prioritario de atención a la PERSONA, sea esta particular, física o componente de una Persona JURÍDICA, sea esta PYME o gran corporación social como empresa de Capital por acciones o participaciones, incluidas Fundaciones, Asociaciones y Entidades sin fines de lucro.
Porque la persona física es la única que impera en la vida defendiendo sus propios intereses y derechos o los de las personas jurídicas que funcionan a base de personas físicas que son las que dirigen, piensan y ejecutan las decisiones que se tomen en aquellas.
Asentado el principio de ATENCIÓN TOTAL A LA PERSONA, A. Cañizares Abogados, S.C.P. se constituye como un Despacho Jurídico Generalista, como un Taller Artesanal que toca toda clase de problemas jurídicos que le puedan presentar sus clientes.
Obviamente, por su origen, tenemos una especialización en asuntos bancarios, pero no solo, porque la trayectoria vital nos ha especializado también en Herencias y en el variado mundo de la Administración, destacando los conflictos fiscales con la Agencia Tributaria y sin dejar de lado la profusión de abusos de todo tipo de Compañías de Servicios (Luz y todo tipo de suministros, incumplimientos contractuales, etc., etc.) y el complicado mundo de familia.
Siguiendo el refranero español de que “más vale un mal acuerdo, que un buen pleito”, tenemos una experiencia favorable en la Resolución Amistosa de Conflictos, utilizando todos los medios de negociación o mediación a nuestro alcance.
No podemos terminar, sin exponer sintéticamente nuestra forma de trabajar y los resultados obtenidos que la permanencia de 30 años demuestran que tienen que ser buenos, porque si no, no sobreviviría el Despacho.
Cuando un cliente se nos acerca, previamente analizamos sus antecedentes, índole del problema, posibilidades de resolución positiva y a continuación un estudio profundo de hechos, fundamentos de Derecho, Jurisprudencia y toda actuación necesaria para un buen fin y resultado positivo.
Si, consecuencia de este estudio, no se prevé el buen fin, tratamos de disuadir al cliente para evitarle gastos, así como si la contraparte es absolutamente insolvente también le recomendamos la prudencia de abstenerse.
Como CONCLUSIÓN de todo lo expuesto, podemos afirmar y demostrar que nuestros resultados jurisdiccionales, como negociados o transaccionados son absolutamente extraordinarios y por la humildad de considerarnos Taller Artesanal, en lugar de Despacho de Alto Standing, nuestros honorarios son más modestos que los generales del mercado y siempre bajo presupuesto.
Y en prueba de estos último destacamos la relativa importancia de nuevos clientes a los que en otros procedimientos los hemos vencido.
Por todo lo dicho, continuamos con mucha ilusión, dedicación y trabajo por considerar nuestra actividad como una vocación.
Y terminamos afirmando que “30 Años de ejercicio de la Abogacía” son muchos.