Pagar en efectivo es una costumbre cada vez menos habitual, y pocos son ya los comercios que en pleno 2025 no aceptan el cobro con tarjeta bancaria. La mayoría se ha adaptado a los métodos digitales, y muchos incluso permiten cobrar por Bizum. Sin embargo, a partir del 1 de enero de 2026, todas las operaciones de cobro realizadas por Bizum, tarjeta o apps como Revolut, Wise o N26 quedarán bajo el radar de la Agencia Tributaria.
Desde Valio Consulting, gestora y consultora especializada en asesoramiento fiscal a pymes y profesionales por cuenta propia, alertan de que “el control será completo y mensual”. Yannick Charton, CEO de la firma, subraya que “la única forma segura de operar será con una contabilidad profesional y una fiscalidad transparente. Declarar todo ingreso será imprescindible para evitar sanciones”.
De este modo, los ingresos generados por esta vía por autónomos y pequeñas empresas serán comunicados directamente a Hacienda por parte de las entidades financieras, sin importar la cuantía ni la plataforma utilizada.
Cuatro nuevos modelos para informar a Hacienda
Para estructurar este nuevo flujo de información, la Agencia Tributaria ha diseñado cuatro modelos de declaración específicos. El modelo 170, de periodicidad mensual, obligará a bancos y entidades de pago a comunicar todos los ingresos de autónomos realizados por Bizum o tarjeta. El modelo 174, de carácter anual, informará sobre operaciones con tarjeta que superen los 25.000 euros. El modelo 181 recogerá datos sobre préstamos y operaciones relacionadas con inmuebles, y el modelo 196 informará mensualmente sobre la apertura de cuentas bancarias y, anualmente, sobre su saldo y movimientos.
“La primera remesa de datos llegará a Hacienda en febrero de 2026, con la información de enero. Eso significa que 2025 será el último año sin vigilancia mensual automatizada sobre estos cobros”, apunta Charton.
Obligación de emitir factura por cada ingreso
Desde enero, explica Charton, cada ingreso recibido mediante Bizum o tarjeta deberá ir acompañado de su correspondiente factura con todos los datos fiscales: nombre, NIF, concepto, IVA, e IRPF si procede. Después, deberán incluirse en los modelos trimestrales 303 (IVA) o 130 (IRPF), y en los resúmenes anuales (390 y 100). En caso de aplicar retenciones, también será necesario declarar mediante los modelos 111 y 190.
No declarar puede acarrear multas económicas de hasta el 150% del importe no declarado, e incluso, si supera los 120.000 euros, convertirse en delito fiscal con penas de prisión. “El sistema detectará patrones sospechosos, cobros frecuentes con palabras como ‘consulta’, ‘venta’ o ‘pago’ o volúmenes de ingresos digitales que no encajen con lo declarado”, advierte Charton.
¿Y los particulares?
En principio, los particulares no están obligados a declarar los bizums ocasionales sin ánimo de lucro si no superan los 10.000 euros anuales. Pero si hay actividad recurrente, como clases particulares, alquileres o compraventa de productos, ya se considera actividad económica, y deben tributar por ello.
“Hay que tener especial cuidado con este punto. La línea entre ingreso puntual y actividad económica puede ser muy fina, y Hacienda la va a vigilar cada vez más”, matiza el CEO de Valio Consulting.
Cuentas separadas y previsión fiscal
Desde Valio Consulting recomiendan a los autónomos separar claramente su vida profesional y personal, con cuentas y números de teléfono diferenciados. Bizum solo permite un número de teléfono vinculado a una cuenta principal, lo que complica la gestión dual. Por eso, muchos profesionales ya están optando por utilizar dos teléfonos o servicios financieros diferentes para no mezclar ingresos y gastos.
“Este nuevo sistema marcará un antes y un después. Quienes se anticipen, adapten su contabilidad y trabajen con transparencia tendrán mucho terreno ganado. Desde Valio Consulting acompañamos a los autónomos para que este cambio no sea una amenaza, sino una oportunidad para profesionalizar aún más su actividad”, concluye Yannick Charton.
