Twitter ha revolucionado la forma de trabajar y relacionarse profesionalmente de Francisco Pérez Bes, quien aprovecha cualquier tiempo muerto entre sus clases en la Universidad Oberta de Catalunya y su labor como vicepresidente en Enatic para lanzar tuits, en los que comenta alguna noticia del sector jurídico o da a conocer a sus alumnos un interesante artículo del orbe legal. Y tras cientos de miles de mensajes lanzados, Pérez Bes acaba de ser recompensado. La Asociación Derecho en la Red ha elegido su perfil jurídico en Twitter como el mejor de 2012. El galardonado considera que para tener éxito en las redes sociales, lo importante es disponer de buenas fuentes a las que poder acudir, ir siguiendo sus publicaciones, filtrar las que pueden resultar de interés y difundir las buenas y relevantes.
¿Es Twitter tu red social favorita?
En este momento puedo decir que sí, aunque opino que cada red social es la adecuada en cada momento dependiendo de las necesidades que trates de cubrir con su uso. En mi caso, en la actualidad presto una especial atención a Twitter en cuanto da satisfacción a mis necesidades de obtener información jurídica o con relevancia legal en gran cantidad y con gran rapidez, lo que me aporta mucho en este momento. Además, como profesional, le sigo viendo un gran potencial a la herramienta, por lo que, de momento, mantengo mi interés en ella.
¿Eres activo en otras redes sociales?
Relativamente. Creo que sí, aunque de un modo diferente. Otras redes sociales no exigen un ritmo tan intenso como Twitter, si verdaderamente quieres sacarle provecho. Tengo presencia y soy relativamente activo en otras redes, especialmente Facebook y Linkedin, aunque con una frecuencia distinta.
¿Cómo fue tu iniciación en Twitter?
Por recomendación de compañeros profesionales del Marketing, quienes me hablaron de una herramienta innovadora y con mucho futuro. Al cabo de cierto tiempo de uso, percibí una cierta carencia de presencia de perfiles jurídicos, por lo que me propuse potenciar esa área en la medida de lo posible.
¿Cuáles son los objetivos que persigues con tu perfil?
No persigo un objetivo. No uso Twitter como un fin, sino como un medio, en el sentido de que trato de compartir con la gente que quiere seguirme aquella información, documentación, noticias, etc., propia o de terceros, a la que he accedido y que me interesa, y que creo que puede interesar a otros. Si tuviese que elegir un objetivo, sería el de potenciar la difusión de contenidos, para ayudar a otros a localizar contenidos que pueden interesarles, enriqueciendo así a los que me siguen, quienes pueden hacer lo mismo difundiéndolos, a su vez, entre su comunidad.
¿No roba mucho tiempo estar activo en la red? ¿Cómo compaginas tu actividad en Twitter con tu trabajo diario y tu vida familiar?
Roba tanto tiempo como le permitas. Lo malo es si no aprovechas el tiempo que pasas en la Red. Para mi, entrar en Twitter periódicamente forma parte de mi trabajo, como un complemento formativo más, similar al de la lectura de webs relacionadas con el sector en el que desarrollo mi actividad profesional y otras publicaciones. De hecho, mucha de la información que ponen a mi disposición otros usuarios de Twitter consiste en novedades que necesito conocer, aunque quizás lo haría en otro momento. En este sentido, tener presencia me permite localizar y acceder a muchísima información de interés y utilidad, lo que compensa el tiempo que puedo invertir en Twitter. También había tiempos muertos a lo largo del día que ahora ocupo en revisar el timeline, cuando quizás antes hojeaba un periódico. Lo importante es no olvidar que el tiempo que hay que dedicarle a la familia y a los amigos está por encima de cualquier cosa, aunque puede compaginarse con Internet en determinados momentos.
¿Qué aporta Twitter en la enseñanza jurídica?
Desde mi punto de vista, la función que mejor cumple Twitter es la de permitirnos compartir de manera fácil y rápida, información y documentación jurídica, así como la de facilitar contactos entre compañeros y otros profesionales. Y, por qué no, clientes. Para la enseñanza jurídica propiamente dicha, creo que hay otras plataformas más adecuadas, como son los blogs y los artículos doctrinales en revistas jurídicas. Pero dentro de las herramientas de que disponemos en relación a la enseñanza y difusión del Derecho, Twitter me parece un complemento muy interesante y útil.
¿Crees que para un abogado o profesional del sector jurídico es, hoy en día, fundamental estar en las redes sociales?
Sin duda. Sólo a efectos reputacionales ya merece la pena. Ahora bien, como todo, debes invertir cierto tiempo en preparar tu estrategia, leer infinidad de tuits que no sirven de nada, y aportar conocimientos. Si no estás dispuesto a ello, estar en Twitter puede convertirse en una carga, y puede darte algún disgusto. No olvidemos que la profesión de abogado se rige, además, por unas obligaciones deontológicas y de secreto profesional que debemos respetar, y las redes sociales en general, y Twitter en particular, encierran algunos riesgos que debemos conocer y evitar. Eso ha llevado a que muchos despachos de abogados sean extremadamente prudentes en su estrategia en redes sociales, que dirigen más a tener una presencia pasiva y con ánimo de captar clientes, que a la de aportar conocimiento, lo que –por otro lado- es perfectamente lícito.
¿Aportas más tu a la red o te aporta ella más a ti?
Pues depende del día, aunque si hago una valoración global, creo que mantengo un equilibrio en cuanto a la reciprocidad con Twitter. Hay veces en la que tengo la sensación de haber aportado información de gran valor, y que puede pasar desapercibida por múltiples motivos. Pero en cualquier caso, el mero hecho de localizar una sola noticia de valor, me compensa la dedicación. El día que sienta que yo aporto más a Twitter de lo que me aporta la herramienta, habrá llegado el momento de replantearme mi estrategia o, incluso, mi presencia en la plataforma.
¿Es Twitter una moda pasajera o una herramienta que ha llegado para quedarse? Te lo digo porque hay muchos que dicen que Facebook empieza a estar perdiendo seguidores.
Hoy en día ya no puede afirmarse que algo ha llegado para quedarse, porque casi con toda seguridad aparece algo más exitoso al cabo de pocos años, o meses, que lo sustituye. Pero, en cualquier caso, creo que a Twitter todavía le queda recorrido y potencial, siempre y cuando acierten con los cambios que necesariamente deberán ir realizando en la herramienta para mantenerla atractiva y útil. En cuanto a Facebook, es cierto que parece comenzar a mostrar señales de debilidad, que yo achaco a la inserción de publicidad que a muchos nos parece intrusiva y molesta.
¿Qué precauciones hay que tener para tener un buen perfil en Twitter y no tener problemas?
Si te refieres a no tener problemas en las relaciones con los demás usuarios, la mejor de las precauciones es usarla con sentido común, y aplicando las mismas normas de cortesía y convivencia que deben regir nuestra vida en todos sus ámbitos. Y, aun así, como en la vida real, eso no siempre es garantía de evitar desacuerdos de terceros. A estos efectos me parece importante conocer las características de la herramienta, para detectar y ser conscientes de cuáles de sus aspectos pueden resultar más controvertidos, y actuar en consecuencia. En el caso de Twitter, no podemos negar que la limitación de espacio es el elemento principal a tener en cuenta, pues sin duda condiciona nuestra manera de expresarnos.
¿Alguna experiencia o anécdota que puedas destacar de tu trayectoria en las redes sociales?
Tener que levantarme de la cama por darte cuenta de que la expresión utilizada en unos de los tuits que había publicado por la tarde no era lo rigurosa que debía ser.
¿Entre tus seguidores abundan estudiantes o profesionales?
No llevo a cabo ese análisis, pero diría que más profesionales que estudiantes, aunque cada vez más detecto la presencia de estudiantes universitarios: lo más gratificante es ver que tienes como seguidor a alguno de tus alumnos.
¿Cómo está cambiando internet y las redes sociales el mundo jurídico?
Internet nos ha facilitado muchas labores, y creo que, en general, ha mejorado a la abogacía en cuanto al acceso a información. Por supuesto, las redes sociales se han convertido en una poderosa herramienta de marketing jurídico, donde muchas pequeñas y medianas firmas están logrando grandes resultados en cuanto a posicionamiento, lo que se ha visto claramente reflejado en un incremento de su actividad y mejora de su reputación. Es cierto que este medio permite a cualquier despacho ser competitivo.
Por otro lado, también el mundo de la doctrina está sufriendo grandes cambios, desde el momento en que aquellos profesionales que, como yo, tenemos inquietudes de investigación o de curiosidad por saber qué soluciones se están aplicando en otros países, podemos, efectivamente, acceder a esa información de una manera rápida y gratuita.
Tema aparte sería, por ejemplo, la Jurisprudencia. Sin embargo, gracias a los medios sociales tenemos a nuestra disposición resoluciones de tribunales extranjeros que, bien aportan argumentos de interés que –quizás- en algún momento puedan ser susceptibles de alegarse en España, bien porque resuelven controversias que todavía no se han planteado en este país, y que ayudan a que grandes profesionales de la abogacía española reflexionen, escriban y compartan sus conclusiones en sus blogs.
Me imagino que internet acerca la globalización del sector ¿no?
En cierto modo, así es. Internet es una plataforma global, por lo que nos da acceso a agentes de otros países, y nos permite interactuar con ellos. Sin Internet, muchos de los proyectos o relaciones que actualmente tenemos con compañeros u organismos extranjeros, no hubieran sido posibles.
¿Están adaptadas las leyes al universo internet?
Depende. En muchas ocasiones es el legislador el que no está adaptado al medio. Soy de los que opinan que las buenas leyes son aquellas que pueden aplicarse a un problema, con independencia del medio en el que se produzca. Sin embargo, en algunos casos, es cierto que en Internet pueden llevarse a cabo prácticas de una manera distinta, en cuyo caso sí merecen un tratamiento diferenciado.
Con carácter global, no voy a descubrir ahora que Internet es un escenario global, que no conoce de fronteras físicas, cuando las leyes, por su propia naturaleza, están pensadas para ser aplicadas en un territorio determinado. Eso, en muchas ocasiones, plantea serias dificultades a la hora de aplicar determinadas normas de protección de los nacionales usuarios de Internet.
¿Hay que tender a crear una ley universal que regule el sector?
A corto plazo no veo viable que puedan alcanzarse soluciones universales que permitan regular, de forma global y unificada, determinados aspectos y situaciones que se desarrollan en Internet. No obstante, los estados y otras organizaciones en las que se agrupan, tienen a su alcance herramientas (tales como acuerdos y convenios internacionales) que pueden coadyuvar a crear un ecosistema de mayor seguridad jurídica, aunque no está siendo tarea fácil impulsar este tipo de soluciones. Quizás el impulso de las grandes multinacionales a la hora de desarrollar códigos de buenas prácticas tengan mayor éxito en la práctica que las labores diplomáticas.
Pero desde el momento en que, aún a pesar de haber constituido una unión europea, todavía no se ha logrado una unificación legislativa en materias tremendamente relevantes, siembra cierto desánimo entre los profesionales del Derecho. Es una labor compleja, en la que hemos ido viendo avances importantes, y donde en breve veremos importantes novedades.
¿Existe actualmente vacío legal para poder castigar los delitos en la red?
Internet se caracteriza por el anonimato y la extraterritorialidad. En este sentido, la identificación del responsable de determinados actos puede comportar un gran esfuerzo de investigación. En otras ocasiones, y en particular aquellas en las que intervenga un elemento de territorialidad, no es tanto cuestión de vacío legal como de dificultad (y, a veces, imposibilidad) de ejecutar en un territorio las medidas que puedan haberse declarado en otro.
Desde la abogacía digital, y en particular desde ENATIC, somos conscientes de los esfuerzos que están invirtiendo todos los que desarrollamos nuestra actividad profesional en Internet (Abogacía institucional, Cuerpos y Fuerzas de seguridad del Estado, Fiscalía, Judicatura, etc.) para mejorar tal situación, y para trabajar en aras de lograr que esta percepción del ciudadanos, disminuya en la mayor medida posible, aunque, en este caso, nos enfrentamos a un difícil reto, como es el de enfrentarse a la rapidez con la que se desarrollan las nuevas tecnologías.