El Centro Español de Mediación (CEM) ha participado en la III Cumbre Mundial de Mediación Empresarial, celebrada en Bogotá y organizada por la Cámara de Comercio de Bogotá y la Cámara de Comercio de Valladolid. El foro reunió a más de 400 profesionales de 15 países con el objetivo de fomentar el intercambio de conocimientos sobre prevención y resolución eficaz de conflictos, promover el diálogo entre empresas y sus grupos de interés y consolidar la cultura de la paz como motor del desarrollo sostenible y la competitividad empresarial.

Rafael Catalá, presidente del CEM, inauguró la segunda jornada con la ponencia “Las ventajas de la mediación para la competitividad empresarial”, en la que defendió la mediación como una herramienta estratégica para integrar en la estrategia corporativa —por ser sencilla, ágil, eficaz y económica— la resolución de controversias. Catalá subrayó que la mediación “es una forma de resolver conflictos de manera más amistosa y colaborativa” y destacó su impacto en términos de sostenibilidad y responsabilidad social. Señaló además que adoptar prácticas de mediación demuestra un compromiso con la buena gobernanza y la ética empresarial, alineándose con los Objetivos de Desarrollo Sostenible, especialmente el ODS 16, y reforzando la reputación y la confianza externa de las empresas.

En una mesa redonda moderada por María Robles, secretaria general de la Cámara de Comercio de Valladolid, participaron Adolfo Díaz-Ambrona (secretario general de la Cámara de Comercio de España y vicepresidente del CEM), Verónica Romero (directora general de la Comisión Interamericana de Arbitraje Comercial, CIAC) y Yolanda San Pastor (magistrada de la Sección MASC del Consejo General del Poder Judicial). Los ponentes coincidieron en que la mediación se ha convertido en un motor económico para las empresas al reducir tiempos y costes, preservar relaciones comerciales y generar valor tangible. Díaz-Ambrona puso énfasis en el impacto económico directo: los procesos mediados suelen resolverse en plazos muy inferiores a los judiciales —con periodos de negociación cortos y resoluciones que, habitualmente, no superan los tres meses— y con costes sensiblemente menores que los asociados al litigio. Asimismo, destacó la mayor tasa de cumplimiento de los acuerdos alcanzados por mediación y su capacidad para proteger las relaciones entre las partes.

Díaz-Ambrona abordó también la mediación internacional y la importancia de la Convención de Singapur sobre Mediación (adoptada en 2019 en el marco de la CNUDMI), que facilita el reconocimiento y la ejecución transfronteriza de los acuerdos de mediación en los Estados parte que la han ratificado, aportando mayor seguridad jurídica a las empresas con operaciones internacionales.

En la clausura —a la que también asistieron Ovidio Claros, presidente de la Cámara de Comercio de Bogotá, y Víctor Caramanzana, presidente de la Cámara de Comercio de Valladolid— Díaz-Ambrona reafirmó que la confianza es un valor intangible esencial para la competitividad y el bienestar social. Subrayó que los acuerdos de mediación, por su alto grado de cumplimiento y su tendencia a favorecer relaciones duraderas, contribuyen a la estabilidad operativa y a la apertura de nuevas oportunidades de negocio.

La Cumbre se consolida así como un punto de encuentro para compartir casos de éxito internacionales y fortalecer las bases del diálogo orientado a la cultura de la paz, con la mediación como herramienta clave para impulsar la competitividad empresarial.

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