Las sanciones internacionales se han convertido en un riesgo central para las empresas. Su proliferación tras la guerra de Ucrania mantiene bajo presión a los departamentos de compliance: un contrato internacional puede transformarse en un problema legal de alto impacto.

El riesgo de que un cliente o socio de negocio caiga de repente en una lista de sancionados es ya un factor esencial en cualquier decisión de contratar. Puede arrastrar a la empresa a consecuencias jurídicas, económicas e incluso penales de enorme gravedad”, alerta Diego Cabezuela, socio sénior de Círculo Legal y vicepresidente de la World Compliance Association.

Multas de hasta el 5% de la facturación mundial

La Directiva 2024/1226 de la UE obliga a tipificar como delito el incumplimiento de sanciones, situándolo al nivel de ilícitos como el terrorismo o la trata de seres humanos. En España, el Anteproyecto del Código Penal prevé sanciones para personas jurídicas con multas de hasta el 5% de la facturación anual mundial.

Estamos hablando de sanciones de una severidad inédita que obligan a las compañías a reforzar de manera inmediata sus sistemas de monitorización de socios y clientes”, subraya Cabezuela.

Riesgo contractual e inseguridad jurídica global

La ruptura obligada de contratos con socios sancionados abre un escenario de inseguridad jurídica internacional. Lo que en Europa se considera fuerza mayor, en otros países puede no reconocerse.

La inclusión sobrevenida de un contratante en una lista de sanciones coloca sobre su contraparte una carga desmesurada e injusta, que la legislación tradicional no resuelve fácilmente”, explica el socio de Círculo Legal.

Estados Unidos y sus secondary sanctions

El panorama se endurece con las secondary sanctions de Estados Unidos: aunque no exista obligación legal directa, la amenaza de quedar fuera del mercado norteamericano basta para cortar relaciones. “Aquí la categoría clásica de fuerza mayor no sirve, y habrá que explorar fórmulas como la cláusula rebus sic stantibus”, añade Cabezuela.

Más de 40 regímenes de sanciones vigentes

Según la Comisión Europea, en 2024 había en vigor más de 40 regímenes de sanciones internacionales, que afectan a gobiernos, individuos, sectores e instituciones financieras. Una cifra que confirma la tendencia al alza.

Las sanciones son la nueva sombra inquietante sobre el comercio internacional, y el error ya no solo cuesta dinero: puede costar la supervivencia misma de la compañía”, concluye Cabezuela.

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