Los próximos años se prevé un nuevo incremento en Europa de la avalancha de litigios relacionados con productos financieros como pueden ser preferentes, swaps o productos estructurados. Así ha quedado de manifiesto esta mañana en el seminario «Conflictividad de los Productos Financieros: soluciones y visión europea» organizado por SJ Berwin y donde se contó con la participación de varios expertos en la materia de Reino Unido, Alemania, Italia, Francia y España.
Desde el punto de vista español, Alfredo Guerrero, socio de SJ Berwin Madrid, y Marlen Estévez, asociada de esta misma oficina, destacaron que en el caso de España, si bien los tribunales tienden a analizar cada caso de forma concreta para conocer en profundidad las características del inversor, “los fallos que tenemos hasta la fecha tienen una orientación claramente pro-consumidor». En concreto, frente a las 1.200 sentencias de Audiencias Provinciales y de Juzgados de Primera Instancia a favor de los inversores, solamente 190 se han dictado a favor de las instituciones financieras.
A la vista de esta situación y de cara a evitar futuros pleitos en el futuro, en opinión de Marlen Estévez, resulta fundamental que los bancos lleven a cabo las siguientes actuaciones: 1) ofrecer una información clara y precisa sobre las características y riesgos del producto financiero que están vendiendo; 2) informar sobre los costes reales anejos al servicio de inversión; 3) informar de forma periódica sobre la evolución de dicha inversión facilitando el valor real de la misma; 4) gestionar de forma correcta las órdenes de compra/venta de los clientes en relación a ese producto y 5) ofrecer productos ajustados al perfil específico de cada cliente (inversor sofisticado, pequeño inversor, etc.). «Más importante incluso que llevar a cabo estas actuaciones», señala Marlen, «lo imprescindible es que el banco se asegure de que quedan específicamente registradas en algún tipo de documento que, en caso de un posible conflicto, los letrados podamos utilizar como prueba”.
En el caso concreto español, si bien se puede resolver estos conflictos por la vía civil o por la vía penal, Alfredo Guerrero señala que «las querellas penales son actualmente residuales debido a que la carga probatoria que se le exige al demandante es muy alta y, en caso de no aportar todas las pruebas, la demanda suele ser desestimada».
Al igual que el resto de Europa, en España se prevé un aumento en el número de demandas y querellas relacionadas con la venta de productos financieros por parte de los bancos durante los ejercicios 2007 y 2008, como consecuencia no solo de que el plazo de vencimiento de la mayoría de las acciones que estos inversores pueden ejercitar frente a los bancos todavía no ha vencido, sino también de que muchos inversores, antes de iniciar cualquier tipo de acción frente a la entidad bancaria, esperan a que se materialicen las pérdidas reales de sus operaciones y ver también qué pasa con otros procedimientos ya abiertos para conocer con antelación la posible orientación de su caso concreto.
Reino Unido
Louise Freeman, socia del departamento de Litigios de SJ Berwin en Londres, explicó que tener una visión global sobre qué está ocurriendo en otras jurisdicciones es clave para que las instituciones financieras puedan conocer exactamente si hay algún precedente sobre su caso concreto, qué tribunal va a resolver el conflicto y las peculiaridades específicas de cada jurisdicción (ej. Por lo general el proceso en la jurisdicción italiana suele ser más lento que en la inglesa o alemana). Esta información podrá ayudar al banco a decidir a qué jurisdicción quiere someter cada uno de sus productos.
En líneas generales la jurisdicción inglesa tiende a favorecer más a las instituciones financieras en sus resoluciones. Las sentencias se basan principalmente en los términos escritos del contrato, incluidas las cláusulas de no responsabilidad.
Alemania
En Alemania los tribunales suelen mantener un equilibrio entre las resoluciones a favor de los bancos y a favor de los inversores. «En líneas generales», explica Francis Bellen, socio de SJ Berwin en Frankfurt, «los jueces alemanes no son completamente anti-bancos, si bien estos tienen la obligación de informar de forma individual al inversor sobre las características y riesgos de cada uno de los productos en los que están invirtiendo».
De este modo, las instituciones financieras alemanas son responsables de las pérdidas que sufren sus inversores si a la hora de prestar asesoramiento no comunicaron el funcionamiento exacto del producto financiero en cuestión, noticias negativas sobre la inversión o qué porcentaje de la misma no estaba garantizado.
Italia
Ettore Scandale, socio de SJ Berwin en Milán, puso de manifiesto que la jurisdicción italiana tal vez sea una de las más favorables a los consumidores en Europa. «En concreto», afirma Scandale, «nuestros tribunales parten del supuesto de que el pequeño inversor no cuenta con el conocimiento necesario para entender completamente los riesgos que implican este tipo de productos, si bien, cada vez más, se está evaluando el grado de sofisticación de este tipo de inversor para analizar cada caso concreto».
Francia
En el caso francés, Ettienne Boursican, socio de SJ Berwin París, explicó en que en su país este tipo de demandas vienen incoadas principalmente por inversores sofisticados, con un mayor conocimiento financiero, en vez de por pequeños inversores. Los tribunales franceses, al igual que ocurre con los italianos y los españoles, suelen tener una mayor tendencia pro-consumidor.
Actualmente, según explicó Boursican, las autoridades francesas han iniciado varias medidas para mejorar la información que las instituciones financieras deben aportar a los inversores y evitar de esta forma este tipo de conflictos en el futuro.