Por Silvia Bravo
Directora de Proyectos
Metroscopia.
Se refuerza una creciente auto-imagen positiva de la profesión de la Abogacía: son cada vez más numerosos los abogados que evalúan de forma favorable su profesión.
Así se desprende de los resultados obtenidos en los estudios llevados a cabo por Metroscopia a los abogados españoles en ejercicio.
Asimismo, tienden a predominar quienes consideran que, en conjunto, el cambio experimentado por la Abogacía en los últimos decenios ha sido positivo.
Los abogados perciben algo distorsionada la imagen que creen que proyectan en la sociedad: siguen siendo mayoría (54 por ciento) quienes piensan que en la ciudadanía predomina una imagen negativa de ellos. Si bien, lo cierto es que esta percepción dista de la realidad, tal y como reflejan las cifras, ya que la sociedad española concede una calificación media de 6,4 puntos sobre 10 a la profesión.
No obstante, una abrumadora mayoría de los abogados cree que nuestro actual modelo de Administración de Justicia sufre una crisis muy grave y profunda y necesita una auténtica refundación.
Esos son los resultados más llamativos obtenidos en el último sondeo realizado por Metroscopia para el Consejo General de la Abogacía, la encuesta más ambiciosa jamás realizada a los integrantes de esta profesión (5.243 abogados ejercientes entrevistados).
Los letrados, que no han cejado nunca en sus denuncias, reiteran, de forma casi unánime, que la Justicia funciona mal (71 por ciento) y consideran que es el momento de un Pacto de Estado que sirva para regenerar y reformar a fondo la Administración de Justicia.
A la hora de señalar los motivos por los que la organización de la Justicia es muy mejorable, los datos obtenidos por la encuesta revelan que existe un consenso muy amplio en el seno de la Abogacía sobre cuáles son las principales causas del mal funcionamiento de la Administración de Justicia. Se trata, fundamentalmente, de cuestiones organizativas y estructurales.
En cuanto al modo en que, en conjunto, funcionan los tribunales de cada una de las cuatro áreas jurisdiccionales, los abogados establecen un ranking en el que destaca, con claridad, el área social (con una puntuación media de 5.6), seguida de la civil (5,2), de la penal (4,8) y de la contencioso-administrativa (4,2).
Esta es, en todo caso, una evaluación global, sin desglose por niveles jurisdiccionales, es decir, sin considerar los distintos tribunales de cada área que pueden ser (y de hecho son) objeto de evaluaciones muy dispares.
Por otra parte, la importancia instrumental de las nuevas tecnologías para el ejercicio de la Abogacía es reconocida de forma unánime (97 por ciento) por los abogados españoles.
Al mismo tiempo, el 73 por ciento estima que su Colegio dedica los recursos precisos para modernizarse y fomentar el uso, por sus colegiados, de estas tecnologías. Este elevado porcentaje (que equivale a tres de cada cuatro abogados) revela un inequívoco reconocimiento del esfuerzo realizado, en este sentido, por el conjunto de los Colegios.
En todo caso, los resultados del Proyecto Tecnológico de la Abogacía son evaluados de forma claramente positiva (6,2 de media) por el conjunto de los abogados, sean o no usuarios de los distintos servicios que dicho Plan ha puesto a su disposición. De hecho, el 97 por ciento considera que se debe seguir invirtiendo en mejorar y aumentar los servicios colegiales basados en las nuevas tecnologías.
