Querer siempre es poder. Pese a las jornadas duras y maratonianas que se desarrollan un dia si y otro también en los despachos de abogados, es evidente que el Pro bono, entendido como el impulso del derecho a la defensa a los colectivos más desfavorecidos, ya es un hecho en el sector legal. Un grupo de diez profesionales del bufete Ashurst decidió hace cuatro años que era el momento de introducirse en este terreno. Así se impulsó el Comité Pro bono del bufete que lidera Javier Hernández, desde sus inicios “Nuestro compromiso es destinar todo el dinero que recaudamos a iniciativas solidarias, comenta. “De cara a este año esperamos mantener nuestro ratio de voluntarios, por encima del tercio de profesionales del despacho, consolidar nuestro espíritu recaudatorio solidario y reforzar las actividades pro bono desde el punto de vista del asesoramiento legal”.
Ashurst Solidario fue creado en 2006 por diez miembros de la oficina de Madrid del despacho de abogados Ashurst LLP con el objetivo de ayudar a los sectores más necesitados a través de una triple vía: la prestación de servicios jurídicos gratuitos a personas necesitadas y a aquellas entidades sin ánimo de lucro que se ocupan de éstas; el fomento del voluntariado entre los miembros del despacho; y, por último, la recaudación de fondos para apoyar la labor de organizaciones sin ánimo de lucro.
En este contexto, en otoño de 2009 se convocó la tercera edición del “Premio Ashurst Solidario” del que la Fundación Delwende Servicio a la Vida ha resultado ganadora. Aunque la dotación inicial del premio eran 10.000 euros, dada la excepcional respuesta tanto de los empleados como del propio despacho, se ha incrementado la misma hasta los 13.382 euros para sufragar totalmente el proyecto presentado por la Fundación Delwende Servicio a la Vida.
Gonzalo Jiménez-Blanco, socio director de Ashurst Madrid, hizo entrega recientemente del premio a la hermana Milagros, religiosa de las Hermanas de la Consolación -responsables del mantenimiento del colegio-. La Hermana Milagros agradeció el premio a Ashurst Solidario en “nombre de esos niños que han sido beneficiados por una ayuda ‘extremadamente’ generosa”. Como consecuencia del elevado nivel de recaudación de fondos, los otros dos proyectos finalistas – presentados por las fundaciones África Directo y SAUCE- han recibido una aportación de 4.500 euros para cada uno.
Los fondos recaudados por Ashurst Solidario son fruto de las aportaciones de los empleados de Ashurst Madrid a título individual, si bien la propia firma hace una aportación significativa demostrando el compromiso de la misma con las necesidades de los más desfavorecidos.
El año pasado, Ashurst Solidario recaudó un total de 24.954 euros. Cerca del cincuenta por ciento de dichos fondos fueron aportados por el propio despacho que, desde el nacimiento de Ashurst Solidario asumió voluntariamente el compromiso de doblar lo recaudado o aportado por sus empleados.
Además de los tres premios arriba mencionados, Ashurst Solidario entregó 1.572,76 euros a la Comunidad de Sant Egidio como aportación para la adquisición de bienes de primera necesidad para personas sin techo en Madrid; y 1.000 euros fueron destinados a la casa-hogar de niñas San José de la Montaña de la congregación de las Madres de los Desamparados .
¿Podría explicarnos cuál es el origen de esta iniciativa?
La idea surge en noviembre del 2006; un grupo de diez compañeros del despacho, entre juristas y personal de administración, advertimos que además de trabajar tantas horas podríamos impulsar otro tipo de proyectos. Se trataba de apoyar aquellos colectivos con escasa capacidad económica. Ahí surge el Comité de Acción Solidaria, como una iniciativa a título personal nuestra, sin la implicación de la firma, aunque no dejan de apoyarnos en cualquier actividad que ponemos en marcha. En Londres, por ejemplo los proyectos de pro bono están organizados de otra manera. Nosotros, desde citado Comité tenemos bastante autonomía a la hora de planificar las iniciativas. Habitualmente solemos poner en marcha media docena de iniciativas e intentamos no saturarnos con esta iniciativa.
¿De qué forma se estructura la actividad de este Comité Pro bono?
Hemos organizado todo nuestro trabajo en tres grandes grupos de trabajo; el primero se centra en incentivar el voluntariado del despacho. Esta alejado del campo jurídico y pretende poner en contacto a fundaciones y ongs que necesiten personal de apoyo. Sobre todo nos hemos centrado en la Comunidad de San Egidio, centrados en el apoyo a las personas sin techo en Madrid. Todos los miércoles y viernes ayudamos en el reparto de comidas y cenas a las personas que lo necesitan en la docena de puntos de distribución que esta entidad tiene en la capital de España.
Otra área se centra en la recaudación de fondos para luego se destinen a diferentes fundaciones. En este sentido apoyamos cualquier iniciativa lícita para recaudar dinero. Nuestro departamento de marketing ha organizado anualmente el campeonato del Golf que el despacho pone en marcha en colaboración con varios clientes. Otras iniciativas tienen que ver con las cenas que se organizan; en la de Navidad suele haber una subasta que ayuda a recaudar más fondos. También hay otros profesionales de la firma que hace aportaciones mensuales a una cuenta que tenemos disponible para estos menesteres. A lo largo de estos años, la recaudación paso de 18.000 euros en el 2007; a 33104 en el 2008, como techo hasta ahora. Durante el pasado año alcanzamos los 2495 euros. Ahora somos realistas. Nos daríamos por satisfechos si pudiéramos alcanzar el mismo ratio de ingresos a lo largo de este año.
El tercer pilar tiene que ver con el asesoramiento pro bono a través de nuestros abogados. Se trata de darles asesoramiento legal a las fundaciones y asociaciones que se dirigen a nosotros y que requieren nuestros servicios; tanto para su constitución como para otros aspectos legales (búsqueda de subvención o desgravaciones fiscales). Aquí trabajamos de la misma forma que con un cliente normal, con un equipo de letrados pero sin retribución económica.
¿Cuál es el destino de todos estos fondos que se recaudan?
Nuestra primera idea ha sido convocar un Premio Ashurst Solidario que ya va por su tercera edición, con una dotación de 10.000 euros. La verdad que fue una apuesta importante de los miembros del Comité. De hecho si no hubiésemos llegado a esa cantidad, lo hubiéramos puestos nosotros la cantidad que faltase. Convocamos a aquellas entidades y asociaciones de interés público para que participen. Se trata de que presenten sus proyectos solidarios para premiar a aquel que ayude a los más necesitados y en las necesidades más básicas. Además también se valora su facilidad para encontrar fondos. Aquella que tenga menos capacidad de recaudación, podrá ser mejor candidato al premio nuestro. De esta forma los galardonado estos años fueron; Africa Directo para ayudar a la construcción de seis colegios en este continente. El segundo año el donativo lo consiguió la fundación Esteban G. Vigil para financiar una furgoneta reconvertida en ambulancia para un hospital de leprosos en India. Y este tercer año se lo hemos dado a la Fundación Delwende para mantener un colegio eh Burkina Faso para niños huérfanos por el sida.
Es curioso pero, siempre se ha hablado del carácter individualista del abogado.
Puede parecer desde fuera que somos así, pero en temas solidarios respondemos como otros colectivos. La primera convocatoria que realizamos via mail la respuesta fue bastante buena. Así arrancó el Comité Pro bono que se reúne de forma trimestral. En este segundo trimestre tenemos planificado organizar un Campeonato de Mus Benéfico con cuota de inscripción. Volveremos con las donaciones de sangre y Cruz Roja y también volveremos a estar en el proyecto Conoce tus Leyes, en su tercera edición, que organiza la Fundación Wolters Kluwers, en colaboración con la Consejería de Inmigración de la Comunidad de Madrid para orientar al inmigrante sobre sus derechos.
De forma progresiva hemos ido desarrollando una labor de evangelización de cara poder lograr más apoyo interno. Nosotros somos un despacho joven, de un tamaño medio que no supera los cien profesionales, lo que ayuda a dinamizarnos en estos terrenos. Nos conocemos todos y es muy fluido el trato personal. De esta forma sabemos con quién podemos contar en la organización de los actos que solemos montar. Es fundamental mantener el carácter voluntario de todo lo que hacemos. No se puede forzar a nadie a que colabore, pero sí puedes incentivar de cara a que pueda intensificar su colaboración.
¿Qué ventajas tiene trabajar de esta forma frente a la constitución de una Fundación para estas iniciativas que han hecho otros despachos?
Al principio pensamos que podríamos tomar esa figura jurídica, pero lo descartamos al final. Ahora pensamos que para el volumen de trabajo y actividades que impulsamos no merece la pena ponerla en marcha. Es evidente que el modelo fundacional viene bien para despachos con otra implantación mayor como Garrigues o Uría y Menéndez, cuyo grado de actividad en este sentido es superior al nuestro tanto en proyectos como en volumen. Quizás si estuviésemos en una situación similar podríamos recurrir a esta estructura, pero de momento no nos parece necesaria aún.
Desde su experiencia de cuatro años en el campo del pro bono, ¿por qué cree que se está desarrollando este movimiento solidario en los despachos de abogados?
No me gustaría hablar de la abogacía en particular. El fenómeno de la RSC es común a todos los sectores de actividad. Hasta ahora los países anglosajones nos llevan cierta ventaja en estos temas porque de alguna forma es su origen. Al final todos nos damos cuenta de la responsabilidad que tenemos con nuestra sociedad y de cómo podemos ser solidarios. A este sentido todos los movimientos relacionados con el medioambiente han contribuido a que se vaya asentando esta práctica a nivel social y empresarial.
¿Es lógico pensar que en el futuro, a medio plazo exista una entidad o entidades en el sector legal que coordinen estas actuaciones en materia de pro bono, marcando unas normas de funcionamiento?
El fenómeno es imparable y sigue creciendo. Creo que es posible que los propios Colegios de Abogados puedan asumir la coordinación del trabajo de los despachos. De hecho ya en EEUU e Inglaterra hay asuntos pro bono bastante importantes que facilitan la colaboración de diferentes bufetes de abogados. Así ya está funcionando el Colegio de Abogados de Madrid a través del centro de RSC quien organizó hace unos días un desayuno de trabajo en este sentido para pulsar la actividad de los bufetes en este campo de actuación. De reciente creación es la Fundación Pili que pone en contacto a despachos de abogados con fundaciones u otras entidades que requieren de asesoramiento legal.
Por lo que comenta el pro bono, también impulsa la colaboración entre despachos, aparentemente rivales.
Es una práctica más extendida en los países anglosajones que en nuestro país. Creo que también en un mundo globalizado, sin fronteras, como el que vivimos será lo más normal ver este tipo de colaboración. Es como el servicio que prestamos como letrados a cualquier cliente; traspasa el territorio en el que nos encontramos físicamente. De hecho uno de nuestras primeras iniciativas la pusimos en marcha en colaboración con un despacho americano y otro iraquí.
En un momento de crisis como el actual, donde las empresas recortan su gasto legal, ¿es posible que el pro bono, como actividad decrezca progresivamente?
No creo que las firmas se replanteen en su reorganización suprimir este tipo de actividades. Hablamos de una iniciativa ya aceptada por los despachos. Lo que sí desconocemos todavía es el tiempo que lo dedican los abogados con despachos unipersonales a estos asuntos. Esperemos que en las firmas se incremente el número de personas que se involucren en este tipo de asuntos. En el futuro, habrá más tiempo libre, incluso para activar otros temas similares, todo depende del grado de concienciación sobre este tema que tenga el propio bufete. Pese a todo, siempre hay que hablar que son los propios abogados quienes sacrifican parte de su tiempo en estas actividades.
Para aquellos que señalan que las actividades pro bono tuvieran incentivos fiscales, ¿qué puede comentarlos usted, como fiscalista, al respecto?
Es una pregunta complicada de responder. Si hablamos de iniciativas y actividades voluntarias no deberían tener ningún beneficio fiscal, perdería parte de su encanto, desde luego. Se hace porque se cree en ello, no porque se busca algún tipo de bonificación. Podría ser una forma de incentivar este tipo de prácticas pero este es un debate que deberá abordarse a corto plazo si el pro bono sigue creciendo en los términos que lo está haciendo. De todas formas, la respuesta a este asunto es bastante compleja como puede ver.
Por último, el arraigo del Pro bono puede significar el ocaso de la justicia gratuita. ¿Dónde está la separación entre ambas actividades?
Hay una sensación que no creo que sea correcta de que los abogados de oficio piensan que ese trabajo que ellos hacen, se encargan los despachos desde el pro bono de realizarlo. Habría que ver la fórmula de que ambas esferas no se interfieran. Pero debemos diferenciar ambas cuestiones. El pro bono está más centrado en el asesoramiento, fuera de los pleitos habituales, mientras que la justicia gratuita se compagina prácticamente a diario con los tribunales de justicia. Eso no quita para que cualquier abogado habitual en turno de oficio pueda realizar actividades de pro bono en su propia firma. No creo que sean dos situaciones incompatibles y sí complementarias en determinados casos.






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