Hemos logrado arañar a su agenda un hueco para que podamos charlar sobre una de sus pasiones, el arbitraje. Recién llegado del Congreso Arbitraje Internacional de Barcelona, organizado con gran brillantez desde el ICAB que preside Pedro Yufera,  Bernando Cremades recibe a este periodista en su despacho del madrileño barrio de Salamanca. Mañana estará en un arbitraje internacional fuera de España. Y así lleva muchos años, lo que le ha situado en la vanguardia del arbitraje a nivel internacional. Por eso su opinión post congreso es bastante valiosa: “Ha sido un evento de gran relieve donde hemos podido conocer cómo funcionan las principales cortes internacionales de arbitraje gracias a sus propios testimonios”, subraya. Y apela a la experiencia del abogado a la hora de elegir una u otra corte arbitral “cada procedimiento es un diferente a los demás y hay que conocer bien el arbitraje por dentro”.

Desde su visión de experto, confiesa que hay una notable cultura empresarial en el llamado arbitraje internacional “se gane o se pierda hay notable confianza en ese tribunal arbitral que va a llevar ese caso tuyo”, afirma, mientras que a nivel doméstico no se ha llegado a ese grado de solidez, “asignar casos a amigos como árbitros, es el mayor cáncer en nuestro país a nivel arbitral”. Que Gallardón, como Ministro de Justicia, apueste ahora también por impulsar la mediación no debe influir en la trayectoria del arbitraje, a juicio de Cremades “, hablamos de instituciones diferentes; no hay relación directa entre el desarrollo de una y la expansión de la otra”. Respecto a que la propia mediación pueda tener un carácter empresarial y adaptarse a cualquier procedimiento arbitral, nuestro entrevistado no acaba de verlo con claridad.

El Decano del Colegio de Abogados, Pedro L. Yúfera, y la consejera de Justicia, Pilar Fernández Bozal, fueron  los encargados de inaugurar el Congreso de Arbitraje Internacional que concluyó el pasado  20 de octubre, en la sede de los abogados de Barcelona (Mallorca 283).

Yúfera destacaba en su intervención que «el Colegio de Abogados de Barcelona ha hecho un esfuerzo muy importante desde el año 2009 para potenciar el conocimiento y fomento del arbitraje entre los abogados, como sistema alternativo de resolución de conflictos, pero también, como una alternativa profesional más para los abogados”.

En este sentido, el decano de los abogados de Barcelona insistía que la realización del Congreso de Arbitraje Internacional es un paso más dentro del conjunto de acciones que se han estado llevando a cabo para potenciar el arbitraje, y por ello, agradeció muy especialmente el trabajo y la colaboración realizada por parte de diferentes instituciones y sobre todo de las Cortes Arbitrales patrocinadoras.

Por su parte, la consejera de Justicia mostró su apoyo al arbitraje ya que «se trata de un sistema mucho más rápido para la resolución de conflictos en relación a los procesos judiciales», y también ha destacado el papel fundamental que tienen los abogados, ya que son «los profesionales que pueden recomendar el uso del arbitraje a sus clientes».

Más de 150 abogados especializados en derecho de arbitraje y provenientes de 14 países -entre los que cabe destacar China, Canadá, Estados Unidos, Egipto y Brasil participaron en las diferentes mesas redondas programadas. En las primeras ponencias celebradas se ha dado a conocer el funcionamiento del arbitraje en diferentes países, las características de los diferentes reglamentos  y se ha analizado los puntos a favor y en contra de unificar la disparidad de reglamentos existentes.

Más de 25 expertos en arbitraje procedentes de Estados Unidos, China, Londres, París, Buenos Aires, Estocolmo, El Cairo, Santiago de Chile, Ginebra, Madrid y Barcelona están participando como ponentes.

El Congreso  ha contado con el patrocinio y la colaboración del Ministerio de Justicia, la Generalitat de Cataluña, o el Ayuntamiento de Barcelona, ??entre otras instituciones, y también de Cortes arbitrales como la Corte Española de Arbitraje, CIMA, CIAM, o AEADE o la Corte de Arbitraje de Madrid, y del Tribunal Arbitral de Barcelona (TAB).

Conversamos con uno de nuestros árbitros más universales, Bernardo Cremades, impulsor y presidente fundador de la Corte Española de Arbitraje en 1982, y gestor del despacho centrado en arbitraje internacional que tiene su mismo nombre. Nadie mejor para hacer  un balance de este primer encuentro internacional celebrado en nuestro país. Como siempre sus frases son claras y comentarios concluyentes, que no dejan ninguna duda de lo que dice

Sr Cremades, ¿Qué valoración puede hacer de este evento internacional que ha tenido lugar el pasado fin de semana en Barcelona?

Hablamos de un evento importante precisamente por el carácter internacional que usted señala. Por vez primera, tanto el experto en arbitraje como el abogado que quiere introducirse en la práctica ha podido conocer de forma directa a los principales dirigentes de cortes arbitrales del mundo.

Así hemos podido conocer las impresiones del presidente de la London Court; la Cámara arbitral de Estocolmo con su máximo responsable; del Cairo Center, organismo arbitral destacado en esa zona árabe; el presidente del tribunal arbitral de Irán y EEUU, de la Corte internacional de la Haya, así como el máximo mandatario de la Comisión Interamericana de Arbitraje, junto con los principales organismos arbitrales españoles

El éxito de esta reunión es que hemos podido discutir en España cuáles son las ventajas o inconvenientes de utilizar uno u otro centro arbitral internacional en un entorno tan globalizado como el actual donde nuestro arbitraje empieza a coger peso específico

¿Hay mucha diferencia entre el modo de funcionar de las llamadas cortes europeas respecto a las otras?

Hay, en primer lugar, un elemento en común que es el arbitraje como tal. Luego este arbitraje de carácter internacional tiene diferentes matices a considerar en función de si es o no gestionado por determinado centro arbitral.

En estas jornadas hemos sabido como cada institución arbitral selecciona sus árbitros; que reacción hay ante un procedimiento con estilo anglosajón respecto a otro continental. Al final el intercambio de impresiones ha sido bueno y el asistente se lleva una idea de que el movimiento arbitral sigue expandiéndose

Hablaba del arbitraje internacional, usted que lo conoce mejor que nadie.. ¿Es posible que tenga algún punto en común con el de inversiones, en el futuro?

Son dos realidades diferentes y eso hay que asumirlo así. Ambas prácticas tienen el mismo procedimiento formal y en cuanto a la selección de árbitros y forma de actuar.

Sin embargo las diferencias empiezan en cuanto en el arbitraje de protección de inversiones el demandando suele ser un Estado soberano y, como consecuencia de ello, se generan una seria de particularidades; en primer lugar se plantea el tema jurisdiccional, saber si los estados se someten al arbitraje. Luego hay cuestiones como las relacionadas con la responsabilidad o el cuantum a tener en cuenta también

En el arbitraje comercial o internacional, la primera fase de jurisdicción no es tan importante como es en el arbitraje de inversiones. En este sentido, la trasparencia del arbitraje de inversiones, cuyo procedimiento está abierto al público, viene dado por esa presencia del Estado soberano, como antes le comentaba. Hay que darse cuenta que los compromisos que asuma ese Estado en ese arbitraje luego tendrán que pasar por control parlamentario

Por su parte, en el llamado arbitraje internacional lo habitual es que el proceso sea confidencialidad como un valor añadido para los intereses de ambas partes sometidas en ese proceso arbitral

Existe aún mucha diferencia entre este movimiento arbitral internacional que hemos conocido en este Congreso y el nuestro…

El arbitraje es el mismo en todos los casos.  Lo más destacado que puedo comentarle es que en nuestro país hay un gran recelo hacia el arbitraje doméstico frente al internacional. Este es un problema de confianza que habrá que solventar en el futuro.

En España parece que hay cierto recelo a someternos al arbitraje de una institución local y a unos árbitros también conocidos, por aquello que pueda haber influencias que el abogado de una de las partes desconoce

Esto ha hecho que el arbitraje en España no ha tenido el desarrollo que tiene en estos momentos el arbitraje internacional.

Colegas suyos han vuelto a apostar por la doble instancia arbitral, como si ello ayudase a mejorar la confianza en el arbitraje…

Esta es una discusión cíclica. La primera vez que oí hablar de este asunto fue en un Congreso de Arbitraje que tuvo lugar en Londres hace veinte años.  Pese a ello ninguna institución de las conocidas ha entrado en este tema y desarrollado este posible Tribunal de Apelación

Cuando uno acude al arbitraje lo hace para luego someterse a una decisión con criterios empresariales y en una solución definitiva, el one shoot que dicen los anglosajones

Creo que esta reivindicación de la segunda instancia siempre viene igual, de aquellas partes que no están de acuerdo con el fallo del laudo

En el llamado arbitraje de inversiones también hay debate sobre esta cuestión  Los propios Estados soberanos no quieren tanta agilidad como seguridad jurídica en ese fallo que suele ir unido en muchos casos en indemnizaciones millonarias que deben asumir. Esa es la excusa para que pudiera existir un Tribunal de Apelación frente a esos laudos dictados

El debate está ahí, la apelación en segunda instancia no tiene porqué ofrecer mayor seguridad jurídica; podría incluso generar dilación en el proceso y judicializarlo en grado sumo que no es la que se busca cuando se acude al arbitraje.

Los procedimientos de apelación en el arbitraje generan dilaciones y pueden llegar a burocratizarlos. Dudo mucho que al final revierta en beneficio del arbitraje esta segunda instancia que ahora se plantea

Sobre el árbitro, da la sensación que éste es otro debate abierto, sobre sus posibles conflictos de interés…

Es un elemento clave de cualquier procedimiento. Un arbitraje vale lo que valgan sus árbitros en cuanto a experiencia y preparación.

Es fundamental que sean profesionales imparciales y neutrales y últimamente, las reformas de la CCI, también les obligan a que tengan disponibilidad para poder gestionar de forma correcta ese proceso que les llegue.

Esta disponibilidad se ha planteado ahora porque algunos arbitrajes han tenido una duración escandalosa, cuestión que ha repercutido en el coste del procedimiento arbitral

También preocupa su designación, que sean las partes o la institución arbitral…

Es un tema con más trasfondo teórico que práctico. Hoy quien acude al arbitraje busca confianza. Y en ese contexto es lógico que cada parte elija a un árbitro y luego entre ellas designen al presidente del comité arbitral y si no hay acuerdo lo haga la propia corte arbitral.

Es la fórmula que mejor funciona pese a que desde el punto de vista teórico se ha hablado de que  la institución arbitral se encargara de la elección de los árbitros, realmente los casos prácticos en este sentido son pocos en la actualidad. Creo que las partes ven con mejor ojos el arbitraje si hay un árbitro elegido con ellos

En un mundo tan globalizado también se habla del arbitraje online, ¿Mas realidad que ficción?

El arbitraje online ya es una realidad. Gracias a los avances tecnológicos los procedimientos arbitrales son más rápidos. En muchos de ellos ya no se maneja papel alguno, incluso para los propios escritos de defensa, las partes se comunican con el árbitro por vía telemática

Otra cuestión es el arbitraje online, cien por cien. Esta es una cuestión más compleja de resolver aunque se han hecho notables avances. Hay que darse cuenta que es fundamental la audiencia física para el árbitro de cara a ver las reacciones de las partes a una pregunta en concreta a un testigo o perito. De esa forma configura mejor su criterio en el procedimiento, cosa que no se puede hacer online

En este sentido las pruebas testificales online no acaban de cuajar. Es fundamental ver la interactividad de esa prueba con las partes. A veces el tribunal quiere ver la reacción del propio testigo.

Esto puede hacer que el arbitraje online se decante para aquellas disputas sobre hechos incontrovertidos y sencillos. Cuando la disputa se centra en temas más complejos, la parte online puede ayudar a preparar esa audiencia pero es insuficiente para gestión correcta del proceso por parte de los árbitros.

Da la sensación que ser árbitro es algo también complejo y que requiere un proceso formativo continuado…

Un árbitro está en aprendizaje continuado. Puede estar inmerso en los temas más variados en la coyuntura actual. Cuestiones relacionadas con la energía, gas natural, petróleo o incluso relacionado con concesiones administrativas, así como cualquier contrato y su problemática son cuestiones que puede llegar a abordar.

El árbitro cuando empieza un arbitraje y éste es muy técnico puede pedir la ayuda de diversos peritos y profesionales que le asesoren a lo largo del procedimiento. Al final del mismo su conocimiento técnico del caso es muy superior al que tenía en el inicio.

Ser árbitro implica estar casado con el sentido común. A veces puede estar reñido con ser perito y experto en determinado tema. Se trata que pueda formarse su criterio después de haber oído a las partes y cotejado las informaciones de testigos y peritos

Esto no quita para que en cuestiones de construcción, el tribunal arbitraje esté presidido por un abogado, experto en derecho y tenga a su lado a dos ingenieros que conocen más a fondo las interioridades del  tema en cuestión.   Esta combinación que le comento para determinados arbitrajes es la mejor, sin duda.

¿Dónde esta la clave de un buen arbitraje y su desarrollo normal?

Confluyen diferentes factores para que el procedimiento arbitral responda a las expectativas de las partes. En primer lugar, que sus abogados se preparen bien el tema en cuestión.  Además, la fase de prueba también es fundamental, deben llegarse a unas conclusiones claras en función de las mismas.

Otro factor importante es que las partes sepan realmente lo que quieren del procedimiento arbitral. Ahí es fundamental la experiencia de su abogado en esta materia.  Se nota desde el luego la experiencia de un abogado de parte que conozca el arbitraje por dentro. Por último, es necesario que el presidente del tribunal arbitral sea un buen gestor y pueda, con la ayuda de sus coárbitros llegar a una decisión en ese arbitraje

Y  sobre la ejecución del  laudo…

Esa es otra historia, ya no depende tanto del tribunal arbitral como de las propias partes. Si las partes piden un laudo es porque quieren ejecutarlo con posterioridad. Ahí volvemos a hablar de la experiencia del abogado de parte. Si conoces el procedimiento sabrás que puedes conseguir la ejecución de determinada forma y determinado lugar

Hoy en dia el problema que estamos viendo es que hay muchos arbitrajes donde grandes equipos que los gestionan por ambas partes carecen de grandes abogados que dirijan la estrategia del proceso. Eso solo se adquiere por experiencia

Del caso que enfrenta a Repsol como Argentina… ¿ qué puede comentarnos?

Es un tema que es posible que se plantee a posteriori ante el Banco Mundial. Ahora estamos en plena discusión sobre la cláusula de nación más favorecida. En el propio tratado de inversión de España y Argentina se abre la puerta a los inversores de cada país de acudir al Banco Mundial si en 18 meses no han tenido respuesta de los tribunales de aquel país afectado .

Al no haber jurisprudencia clara sobre este tema, Repsol tiene que tomar una decisión clave, o ir a los tribunales argentinos y pelear durante 18 meses o acudir de forma directa al Banco Mundial y a su organismo arbitral CIADI

 

 

 

 

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