Consciente de la importancia de autónomos y microempresas en nuestro país que suponen cerca del 90 por ciento del tejido empresarial, el Gobierno tiene casi decidido aplazar la anunciada Ley de Emprendedores y sustituirla por un paquete de medidas de apoyo a los autónomos y pymes a iniciativa de los distintos departamentos ministeriales, pero sin articularse en un texto legal único.
Esta es la conclusión que se desprende del debate sobre las Medidas para el Emprendimiento, que se celebró ayer en Madrid, organizado por Mapfre y Gestión Press, con participación del director general del Trabajo Autónomo, Miguel Ángel García Martín, los presidentes de ATA, Lorenzo Amor, y CEAT, Pedro Barato, y el secretario general de UPTA, Sebastián Reyna siendo moderado por el periodista de EL Economista, José Maria Triper.
“Nos hemos empeñado en denominar las cosas con la palabra ley, pero lo que es fundamental es que el trabajo autónomo esté en cada una de las actuaciones que el Gobierno ponga sobre la mesa”, afirmó el director general de Trabajo Autónomo, quien explicó que “lo que hay es una hoja de ruta marcada con el objetivo final de que los autónomos y pymes puedan mantenerse en su actividad y puedan también abordar nuevas iniciativas de emprendimiento”. También dio cifras de la destruccion de empleo en esta crisis; se han perdido tres millones de puestos de trabajo y 14 de cada cien empresas han desaparecido desde el 2007 en nuestro país y 340.000 autónomos dejaron de serlo.
Frente a este clima, el movimiento autónomo parece que resurge, con datos en los últimos cinco meses que señalan su expansión. «Hay 25.000 autónomos más en el RETA, comento García Martín. También anunció también que el Ministerio de Empleo está trabajando en un proyecto para potenciar la financiación de los autónomos y microempresas a través de las Sociedades de Garantía Recíproca.
En la misma línea, el secretario general de la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos, Sebastián Reyna, admitió que, posiblemente, “las condiciones socioeconómicas y presupuestarias no permiten hacer ahora una Ley de Emprendedores”, pero sí resaltó que ello no es óbice para desde la Administración se realice una verdadera política que apoye a los autónomos y las pequeñas empresas”. También recordó que hay iniciativas autonómicas que deberán coordinarse con la futura ley estatal, caso que al final se ponga en marcha.
Reyna demandó también una revisión de la cotizaciones a la Seguridad Social y la aprobación de un Plan de Fomento y Promoción del Emprendimiento y del Empleo autónomo con medidas como “un sistema razonable de tributación por módulos y la equiparación de las deducciones fiscales de los autónomos que tributan por el sistema de estimación objetiva en el IRPF con las que tienen las empresas en el IRPF”. Y apuntó que el 1 de enero del 2013 entra en vigor una modificación importante de la Ley del Trabajo Autónomo que permitirá al profesional cotizar en función del tiempo de actividad que dedique, novedad importante.
También el presidente de la Federación Nacional de Trabajadores Autónomos (ATA), Lorenzo Amor, reconocía que en estos momentos “el entorno no es favorable” para el desarrollo de una Ley de Emprendedores, pero insistió en que “los problemas del presente no deben eclipsar las soluciones del futuro”. E indicó que 3 de 4 empresas en España tienen menos de tres trabajadores. «Es fundamental que exista un cambio cultural y educativo en nuestro país sobre la figura del autónomo y su segunda oportunidad, si fracasa la primera»,indicó.
En este punto pidió al Ejecutivo que actúe para “crear un entorno favorable al emprendimiento con iniciativas como la supresión de trabas para la creación de empresas, unificar la maraña normativa de las comunidades autónomas, extender la “licencia exprés” para el comercio al resto de las actividades productivas, fomentar la segunda oportunidad para no penalizar e incentivar a los emprendedores que fracasan en el primer intento y, sobre todo, reactivar el crédito para los emprendedores. “La media de necesidad de crédito de los autónomos en este país es de sólo 12.000 euros”, señaló Amor. Y añadió que «Asfixiar fiscalmente a los autónomos es estrangular este país
Por su parte el presidente de CEAT, la organización de autónomos de CEOE, Pedro Barato se refirió también a la dispersión legislativa de las comunidades autónomas como una de las trabas que más perjudica la actividad de los emprendedores, por lo que pidió que se restablezca, con urgencia, la unidad de mercado. “Queremos que la Ley de Emprendedores salga y que salga cuanto antes”, dijo Barato, para quien las medidas de apoyo a los autónomos y pymes deben incluir como prioridades el cambio en el sistema del IVA para que el impuesto se pague cuando se cobren efectivamente las facturas y no cuando se emiten y un programa de ayudas a los jóvenes para la creación de empresas.
Otro de los asuntos que señaló es poder organizar mejor la facturación de los autónomos por tramos, «No es justo que todo el mundo cotice lo mismo, esa cuestión debería organizarse por ingresos. «También al igual que el resto de los representantes de organizaciones empresariales se mostró partidario a que existe un límite de bienes embargables, como los hay con las personas, para evitar que puedan seguir impulsando su actividad empresarial. Y finalizó con esta frase «Que se ponga en marcha la Ley de Emprendedores si es útil, si no lo es, mejor no aprobarla».