Poco antes del verano tuvo lugar la constitución del Club Internacional de Abogados Corporativos, una entidad formada por abogados pertenecientes a despachos de reconocido prestigio, firmas de auditoría y asesorías jurídicas de bancos y grandes empresas, el Club tiene por objeto fomentar la camaradería entre abogados especializados en el asesoramiento a empresas. De marcada vocación internacional, el Club tiene previsto entablar vínculos en un futuro próximo con otros similares existentes en otros países europeos y en Estados Unidos.
Como fundador y primer presidente ha sido elegido Juan Oñate, abogado procesalista de Cuatrecasas: “El objetivo final es que nuestras reuniones periódicas sirvan para que los Socios del Club se conozcan en un ambiente colegial y distendido y se ayuden mutuamente para afrontar los múltiples retos diarios que presenta el ejercicio de nuestra profesión. Pretendemos que en un futuro no lejano el Club se convierta en un referente para todos Socios a la hora de buscar alternativas o solucionar problemas, tengan o no que ver con el ejercicio del derecho,” explica
La Junta Directiva del Club está integrada por los siguientes abogados: Juan Oñate Dancausa (Presidente, Cuatrecasas), José Antonio de la Calle Peral (Vicepresidente, Baker & McKenzie), Carmen Mozún Muñoz (Tesorera, KPMG), Enrique Dancausa Valle (Secretario, Landwell), Sancho Guibert Echenique (Vocal, Citi),. Jacobo Sánchez-Andrade Potter (Vocal, Broseta) e Iñigo Tellechea Mora (Vocal, Baker & McKenzie).
Juan Oñate como letrado es todo un experto en el campo mercantil y de arbitraje. Desde hace un año forma parte del Dpto Procesal de Cuatrecasas en calidad de letrado asociado. Con anterioridad y en el periodo 2003-8 fue también abogado asociado procesalista de la firma multinacional Baker and McKenzie y a lo largo del 2002 formó parte de Aon Gil Carvajal Londres asesorando a las empresas españolas en materias de seguro y reaseguro. Con anterioridad formo parte de Iturmedi Asociados, despacho encaminado a ofrecer al empresario un asesoramiento global.
Respecto a su formación es Master en Práctica Jurídica (Sept 2001-Jun 2002). Nota Final: A- por el Instituto de Empresa. Además es Licenciado en Derecho por la Universidad Complutense de Madrid. Durante la licenciatura cursó el seminario de Derecho Comunitario de la Cátedra Jean Monet y colaboró con la Agencia de Desarrollo Económico de la Junta de Castilla y León. En su último año de carrera fue elegido para formar parte del Proyecto Atenea. Ahora es miembro del Ilustre Colegio de Abogados de Madrid desde el año 2002. Fue profesor de Derecho Procesal en la Universidad Camilo José Cela en el año 2007 y ha colaborado con publicaciones externas e internas: ELDB (Boletín de Disputes Resolution de Baker), Expansión y Cinco Días.
¿Puede explicarnos qué hueco pretende cubrir el CIAC que Ud preside?
Nuestra asociación pretende aglutinar a todos aquellos abogados de despachos, asesorías de empresa, consultoras y auditoras que quieran formar parte de un foro jurídico con un formato organizativo único que se distingue por su dinamismo, carácter apolítico, vocación internacional, diversidad intergeneracional y vanguardismo.
¿Cuáles son las principales preocupaciones de los abogados corporativos en la actualidad?
Sin duda, actualmente una de las cuestiones que más preocupa a los abogados de empresa es la crisis económica. La coyuntura económica actual está afectando a todos los sectores profesionales y la abogacía, desgraciadamente, no es una excepción.
Otra de las cuestiones que más nos preocupa a los abogados es la situación de la Justicia en España; el actual colapso de los Juzgados, la falta de modernización de los órganos e instituciones judiciales, la escasez de recursos personales y materiales, el caótico reparto de competencias entre el Ministerio de Justicia, comunidades autónomas y CGPJ, etc. En mi opinión, toda esta situación no puede continuar y sería necesario implementar un plan de choque para hacer frente a los múltiples problemas que actualmente tiene la Justicia.
¿Por qué se ha dado a la asociación una vertiente internacional, cómo se adapta el abogado de empresa a este contexto global?
Hoy en día es muy habitual que los clientes nos planteen problemas jurídicos con implicaciones en varias jurisdicciones por lo que es muy frecuente que los abogados españoles tengamos que trabajar codo con codo con abogados de otros países. Por esa razón, hemos querido dar a la asociación una vertiente internacional pues tenemos la firme intención de colaborar con asociaciones de abogados de otros países. Estamos seguros de que esta colaboración será muy enriquecedora para los miembros del Club.
De todas formas, bien es conocida la poca participación de abogados en sus instituciones, ¿cómo piensan luchar contra este déficit ya conocido?
Es cierto, los abogados solemos implicarnos poco en nuestras instituciones. No obstante, yo creo que ello responde más a la falta de atractivo que tienen algunas de ellas que a una falta de interés de los mismos en participar en sus instituciones. La extraordinaria acogida que ha tenido nuestra asociación viene a respaldar esta tesis. Cuando los abogados encuentran un foro que les interesa acuden en masa. Ahora bien, en esto, como en todo, no existen recetas mágicas y por eso vamos a luchar, con trabajo, imaginación y pragmatismo, por mantener la actual implicación que tienen los socios del CIAC.
En estos dias se celebra la conferencia internacional de la IBA en Madrid, ¿qué planes tienen de acudir a este foro que opinan de estas reuniones internacionales, son realmente productivas?
Tenemos previsto acudir a las conferencias y estamos haciendo gestiones para mantener una reunión con los responsables de la IBA. Creemos firmemente en la utilidad de estas reuniones internacionales. Como le decía anteriormente, los abogados españoles no podemos descuidar las relaciones con abogados de otros países ya que podemos aprender mucho de ellos e incluso colaborar profesionalmente con los mismos en un momento dado. La conferencia que va celebrar el IBA en Madrid es una oportunidad fantástica para que los abogados españoles, y muy especialmente los madrileños, conozcamos a colegas que trabajan en otras jurisdicciones, además de escuchar la opinión de algunos de los mejores abogados del mundo respecto de cuestiones muy relevantes, como por ejemplo, el rol de los grandes despachos de abogados en un contexto de crisis económica mundial.
¿Cómo afecta a la profesión de abogado la crisis económica?
Como cualquier otro colectivo, los abogados no somos ajenos a la crisis y, desgraciadamente, nos está afectando de manera muy directa. Algunos abogados han perdido su trabajo y muchos otros han visto congelado su salario. Además, puede decirse que, con carácter general, los despachos, consultoras y auditoras están teniendo más dificultades de las habituales a la hora de cobrar su facturas.
Usted, que es letrado de la parte contenciosa de un despacho grande de abogados, ¿dónde cree que están los nichos de mercados nuevos para el profesional que se dedica a esto?
En mi opinión, las materias que más trabajo darán en futuro son las relacionadas con el derecho de la competencia, el derecho de las nuevas tecnologías y el derecho concursal, sin olvidarnos del auge que, sin duda, alcanzara el arbitraje nacional e internacional.
¿Qué opinión le merece la reforma de la Ley Concursal? ¿Habría que crear más juzgados mercantiles a este efecto?
A mi entender, la reforma de la última Ley Concursal era necesaria pero ha resultado ser insuficiente. Todavía existen multitud de cuestiones de la Ley Concursal que, en mi opinión, deben ser objeto de reforma. Por ejemplo, debería modificarse el procedimiento actualmente existente en materia de concursos de personas físicas, debería establecerse en la Ley cuáles son las obligaciones y facultades del deudor que ha solicitado el concurso durante el plazo de tiempo entre la solicitud y la declaración del concurso, debería matizarse si, en caso de abrirse la pieza de calificación, la responsabilidad de los administradores es subjetiva u objetiva, convendría regular mejor los trámites procesales del incidente concursal etc..
Respecto de la necesidad de crear más Juzgados de lo Mercantil, sinceramente creo que no es tanto una cuestión de crear más Juzgados, que no vendría mal crear alguno más en determinadas capitales de provincia, sino de dotar a los que ya existen de medios humanos y materiales suficientes.
En los últimos años, junto con los temas laborales, fiscales, el capítulo de extranjería también interesa a las empresas, ¿qué cultura existe en las empresas en estos temas?
Hay una cultura reciente pero ya arraigada sobre aspectos de extranjería, especialmente en grandes empresas, pero también en otras de menor tamaño. La inmigración ha crecido de manera sustancial en los últimos años y ese fenómeno ha incrementado la importancia de la legislación sobre extranjería en empresas y los despachos que las asesoran. En particular, las empresas multinacionales que traen empleados del extranjero están ya muy sensibilizadas y acostumbradas a tratar con aspectos de extranjería. En principio, la crisis económica restringirá los criterios de aplicación de esta normativa por parte de las autoridades, por lo que las empresas deberán prestar cada vez mayor atención al cumplimiento de la misma en lo que respecta a empleados extranjeros.
Como es lógico, todo esto supone un mayor nivel de exigencia a los abogados en materia de normativa sobre extranjería. A modo de ejemplo, numerosos Colegios de Abogados han constituido ya Mesas de Inmigración para asesorar sobre estos aspectos. Es sin duda un área del Derecho que ha adquirido una gran importancia.
Por cierto, ¿que opina que una de cada tres personas sin asistencia sanitaria pública gratuita en España es abogado? ¿Cómo podría resolverse esta cuestión?
En principio esto proviene de la tradición de considerar al abogado como un profesional que ejerce de manera autónoma e independiente y sin la figura típica del empleador. No obstante, la aparición de los grandes despachos y los nuevos regímenes especiales han modificado esta tradición, ya que durante muchos años los abogados han optado por regímenes de cobertura médica distintos al de la Seguridad Social y que se instrumentan en su mayoría a través de los Colegios Profesionales. Por tanto, no se trata de que no tengan asistencia médica, sino de que la mayoría prefiere articularla por otros medios.
Otro dato que llama la atención es la saturación, que lleva al 40% de los jóvenes al abandono en los cinco primeros años de ejercicio.
El abandono se debe probablemente a que el ejercicio no satisface las expectativas que el estudiante tiene del ejercicio profesional, bien porque no logra un empleo de su agrado o porque no corresponde a la idea que tenía del mismo.
Probablemente, constituya un problema que haya que abordar en el ámbito educativo y universitario. Habría que tratar dos cuestiones: el número de plazas universitarias con respecto a las que puede absorber el mercado laboral y el poco conocimiento que tienen los universitarios sobre el ejercicio profesional (salvo que lo conozcan por tradición familiar, amistades, etc.).
En primer lugar, debe determinarse cuál es el número de plazas que las universidades deben admitir, lo que es una decisión política de carácter general, y, en segundo, la universidad debe preparar al alumno con una formación jurídica plena, independientemente de cuál sea el uso que le va a dar (el ejercicio profesional o su aplicación en funciones administrativas, académicas, etc.), pero también debe adecuar su formación práctica (esencialmente en los últimos cursos), al ejercicio profesional con dos finalidades: lograr que su formación se adecúe el mercado profesional y permitirle conocer mejor dicho ejercicio antes de decidir sobre su carrera profesional, una vez finalizados sus estudios.
Por tanto, en un primer lugar queda el planteamiento sobre si queremos una universidad abierta con acceso generalizado pero expectativas profesionales más inciertas para la mayoría de los alumnos o una universidad con un acceso más restringido y más ajustada al mercado laboral real.
En segundo lugar, quizá una formación universitaria más práctica y el nuevo régimen de acceso al ejercicio profesional fomenten un mejor conocimiento entre los estudiantes del ejercicio profesional y una decisión más informada sobre los aspectos positivos y negativos de dicha carrera.
Por último, denos sus claves para mejorar nuestra justicia como servicio público
El principal problema es la demora en el funcionamiento de la Administración, pues la calidad técnica y la formación de su personal son, en general, buenas. Fundamentalmente, se necesita mayor inversión en medios técnicos y recursos humanos. Una vez tengamos unos juzgados con el personal, la carga de trabajo y las dotaciones presupuestarias necesarias para actualizar su informatización y coordinación, deberemos centrarnos en unas leyes procesales más ágiles y eficaces. Mientras no tengamos medios suficientes, las leyes no solucionarán los retrasos.