El Consejo de Ministros aprobó el pasado viernes, a través de un Real Decreto, el Reglamento de la Ley de acceso a las profesiones de abogado y procurador de los Tribunales, que pretende mejorar su capacitación profesional y garantizar a los ciudadanos un asesoramiento, defensa jurídica y representación de mayor calidad. La nueva Ley establece un sistema de formación basado un curso formativo específico, el desarrollo de un período de prácticas y la realización de una prueba para la evaluación de la aptitud profesional. “El Borrador que conocemos, que está pendiente de su publicación en el BOE, establece un sistema triple formativo, explica Federico de Montalvo, profesor y doctor en Derecho Constitucional; Director del futuro Master de Acceso de la Facultad de Derecho de ICADE y miembro del Comité Científico del VII Congreso Unijes que tendrá lugar en esta entidad y del que DIARIOJURIDICO es patrocinador. “ Por un lado, habrá una formación via universitaria, desde el Master Universitario; otra formación desde la Escuela de Práctica Jurídica y una última mixta que conjuga ambas entidades citadas.” En su opinión, “ La Universidad si está preparada para ofrecer un Master Universitario como también para colaborar con las Escuelas de Práctica Jurídica, porque no olvidemos que algunas de estas entidades tienen un pasado universitario”

Ha sido precisamente el momento álgido que vive la profesión de abogado, con notables cambios normativos en los últimos años, el motivo de impulsar a la Facultad de Derecho de ICADE de centrar esta VII edición del Congreso Unijes en el abogacía, sus retos y tendencias en un mundo sin fronteras, “Creo que el Decanato de esta Facultad de Derecho eligió con acierto centrarlo en la abogacía, explica de Montalvo. “ Una actividad que además de la citada Ley de Acceso se ha visto modificada de forma notable en los últimos años. Quizás el cambio normativo que la rodea es superior a otras profesiones: asi podemos hablar de la relación especial del abogado; otra regulación específica del régimen societario de los despachos; un cambio notable en los planes de estudios de las Facultades de Derecho que también afecta a la abogacía. Además también hay que hablar de los cambios del entorno donde la propia estructura nueva que viene definida por la Oficina Judicial contempla al abogado como uno de sus protagonistas.”. En este contexto, del que se va a debatir mucho en este certamen el abogado se superespecializa para poder dar mejor servicio al cliente

En este nuevo entorno formativo, quienes deseen realizar el curso deberán estar en posesión de un título universitario que acredite competencias jurídicas. Los planes de estudio de los cursos formativos deberán comprender 60 créditos ECTS y serán impartidos por universidades, Escuelas de Práctica Jurídica (creadas por los Colegios de Abogados y homologadas por el Consejo General de la Abogacía) y conjuntamente por las Universidades y las Escuelas de Práctica Jurídica. Dichos cursos deben ser acreditados por los Ministerios de Justicia y Educación, y desde el Gobierno se afirma que la oferta formativa será asequible para todos los estudiantes, quienes tendrán garantizado su derecho de acceso a la formación mediante becas.

Asimismo, los estudiantes tendrán que superar un período de prácticas, que supondrá 30 créditos adicionales a los de los cursos formativos. Serán tuteladas por abogados o procuradores que hayan ejercido la profesión al menos cinco años y se desarrollarán, total o parcialmente, en juzgados o tribunales, fiscalías, despachos profesionales, instituciones oficiales, o empresas. También podrán llevarse a cabo en establecimientos policiales, centros penitenciarios o entidades que desarrollen actividades de interés general.

Mediante este nuevo sistema de formación, los futuros abogados y procuradores se situarán al mismo nivel de capacitación profesional de sus homólogos europeos, con quienes podrán competir en situación de igualdad.

Sr Montalvo, con la aprobación del Reglamento de Acceso a la Abogacía se soluciona el déficit de formación existente en las Facultades de Derecho españoles?

Hombre, algo se ha comentado sobre esta cuestión en el sentido que este Reglamento vendría a cubrir una carencia de formación en Derecho. Creo que esta es una afirmación errónea porque lo que viene a cubrir es una carencia en la formación del abogado. La Facultad de Derecho tiene que formar juristas y expertos en derecho pero luego cada uno de ellos optará por alguna de estas profesiones.

Obviamente formaremos gente que quiere ser abogado; como otros profesionales que quieran ser jueces; fiscal o notario por ponerle un ejemplo, e incluso aquellas personas que no quieran dedicarse a trabajos estrictamente jurídicos
Lo que si hay un déficit y eso es consustancial es en formar abogados. Creo que este tema, al igual que ha pasado en otros países hay que solventarlo en los futuros cursos de posgraduado

¿Cómo podemos explicar que esta reivindicación de formación específica de los abogados tenga un pasado de más de setenta años?

Cuando estudiaba Derecho en los años ochenta ya había manifestaciones y movimientos estudiantiles sobre este asunto en concreto. Creo que todo responde a que nuestra profesión, tanto el derecho como ejercer como abogado, es muy conservadora. Hay que reconocer que los cambios no nos gustan a nuestra profesión y que cambiar Planes de Estudios en las Universidades no es tarea sencilla.

Además no podemos olvidar el contexto europeo que nos rodea. Hablamos de Mercado único y de Libre Circulación que aunque ha afectado poco a la abogacía respecto a otras profesiones como pudiera ser la propia medicina
Por todo ello crear un marco común de formación de abogados europeo era menos imprescindible inicialmente que en otras profesiones.

¿Están preparadas las Universidades para colaborar con las Escuelas de Práctica Jurídica en este modelo formativo nuevo?

Creo que si. El Borrador que conocemos y que creemos que será el definitivo y que está pendiente de su publicación en el BOE establece un sistema triple formativo que es el siguiente: Por un lado, habrá una formación via universitaria, desde el Master Universitario; otra formación desde la Escuela de Práctica Jurídica y una última mixta que conjuga ambas entidades citadas

La Universidad sí está preparada para ofrecer un Master Universitario como también para colaborar con las Escuelas de Práctica Jurídica. Además no podemos olvidar que muchas de estas Escuelas nacieron en el seno universitario. De hecho nuestra Universidad tuvo una Escuela de Práctica Jurídica desde 1985 hasta el 2005 aproximadamente

No creo por todo lo comentado que se plantee ningún problema desde cualquiera de las tres fórmulas formativas que se fdesarrollan en el Reglamento de la Ley de Acceso

¿Cómo valora que ahora se hable de combinar los conocimientos teóricos de siempre del futuro abogado con otro modelo formativo más práctico?

Creo que si, que es lo acertado. Pero hay que tener cuidado con las mezclas porque este tipo de novedades pueden nublarte la vista. Es evidente que es muy importante el conocimiento práctico al igual que el conocimiento teórico aplicado a la realidad y casuística.

Un estudiante de Derecho debe complementar su base teórica con otros conocimientos y además aprender una serie de herramientas que luego utilizará en su profesión.

Dicho esto le diré que no me parece lo más acertado un curso con conocimientos cien por cien prácticos. Lo que se debe definir es una buena formación teórica que complemente el grado y la licenciatura, en algunos aspectos muy vinculado a lo que esta exigiendo el mercado a los abogados y darle una formación práctica. Además todo esto debe complementarse, tal y como queda reflejado en el Real Decreto que impulsa esta nueva Ley de Acceso con unas buenas prácticas.

¿Qué conocimientos demanda ahora ese mercado tan competitivo para el abogado actual?

El Borrador del que estamos hablando introduce un nuevo artículo que es el 10 donde se describen las competencias que el futuro abogado debe adquirir a través de los diferentes cursos de formación de cara al acceso a la abogacía. Es una relación de competencias creo que muy bien detalladas.

Desde esta perspectiva el abogado debe formarse sobre la base de tres pilares: en primer lugar en el conocimiento del ejercicio de la abogacía, en cuando a su función social. Aquí se hablaría de ética, deontología, habilidades como capacidad de negociación o discusión. También entraría todo lo relacionado con la gestión de despachos; minutación; tributación etc

La otra vertiente sería la procesal, porque no hablamos de una formación para un abogado litigante sino también para un propio consultor jurídico. Pero en todo caso creo que es importante esta formación procesal

Y luego estaría aquella parte de la formación que demanda el mercado. Aquí tendríamos que hablar de globalización, de internacionalización como derecho diferente a los actuales. También hay que contar con la organización territorial: no es lo mismo ejercer hoy que hace veinte años como abogado pero es que además cambia mucho por la comunidad autónoma donde residas. Y además, en este contexto influye mucho la superespecialización. Gran parte de los abogados que ejercen son superespecialistas que se han especializado en un ámbito muy concreto de una rama jurídica

Todas estas ideas deben ser recogidas en un buen programa de Master de Acceso a la Abogacía.

¿Siguen siendo como déficits formativos en los futuros abogados la falta de oratoria y el conocimiento de idiomas?

Creo que aun se nota ese lastre, si. Universidades como la nuestra pueden presumir que se están esforzando para romper esta tendencia. Nuestros alumnos participan en debates… Hacemos simulaciones de juicios y otras actividades para fomentar estos temas..pero es evidente que hay que seguir trabajando en ello tanto a nivel Master como desde el Grado también. Debemos seguir trabajando en estos foros de discusión y que el propio lenguaje jurídico sea muy comprensible. Que lo técnico no oculte lo comprensible creo que es muy importante, desde luego

¿Cómo afecta esta reforma formativa a ICADE? ¿Qué cosas van a cambiar en sus programas formativos?

El Plan de Estudios nuestro es reciente. Se diseñó teniendo en cuenta la Ley de Acceso de la que hablamos que se aprobó en el 2006 y que creaba un marco nuevo para el propio acceso a esta profesión. No podemos olvidar que gran parte de nuestros alumnos acaban en la abogacía

De todas formas esta Reforma supone un reto importante para cualquier Universidad. Supone sin lugar a dudas hablar de un postgrado diferente. Si antes hablábamos de un Posgrado que fuera relevante para la Universidad, pero incidental respecto a los Estudios de grado de la Licenciatura, ahora entramos en una nueva situación donde el Postgrado cobra un protagonismo importantísimo

Este modelo formativo de estudiar un grado y luego complementarlo con un postgrado ya es habitual en centros educativos de Francia, Inglaterra o Estados Unidos. Va a suponer un cambio sustancial para las propias Universidades, no me cabe duda.

¿Cree que a medio plazo ese Posgrado del que habla sea también especializado, de igual forma del futuro del propio abogado?

Es evidente. A partir del desarrollo de todos estos Master en Posgrado creo que habrá que replantearse los propios postgrados. Lo que parece lógico es que esta formación reproduzca ya lo que se haga en el Master. Creo que al final tendremos tres escalones, por así decirlo: tendremos el grado; el posgrado en el acceso a la abogacía y luego es posible que nazcan con verdadero protagonismo posgrados muy especializados para aquellos abogados que quieran especializarse aún mas en una materia concreta. (propiedad intelectual, derecho sanitario o mercado bursátil, por poner un ejemplo)

Precisamente sabemos que este tema del Acceso a la Abogacía es uno de los elementos que han impulsado la puesta en marcha de este VII Congreso Unijes que en unos días se pone en marcha en ICADE..

Los Congresos Unijes son fruto de la colaboración de las tres Universidades jesuitas en España, ICADE, Deusto y Esade que cada año se celebra en cada una de las sedes de estas instituciones. El tema siempre tiene que ver con el derecho y de alguna forma implica a varias ramas de esta actividad.

Creo que el Decanato de esta Facultad de Derecho eligió con acierto centrarlo en la abogacía. Una actividad que además de la citada Ley de Acceso se ha visto modificada de forma notable en los últimos años. Quizás el cambio normativo que la rodea es superior a otras profesiones. Es curioso como una profesión tan vinculada al Derecho pero con tan pocas normas ahora ha cambiado su gestión.

Ahora podemos hablar de la relación especial del abogado; otra regulación específica del régimen societario de los despachos; un cambio notable en los planes de estudios de las Facultades de Derecho que también afecta a la abogacía. Además también hay que hablar de los cambios del entorno donde la propia estructura nueva que viene definida por la Oficina Judicial contempla al abogado como uno de sus protagonistas.

A todo esto hay que añadir los nuevos retos de un sector, el de la abogacía, que cada vez más apuesta por la internacionalización en un mundo global como el que nos toca vivir. En este contexto, como le comentaba el abogado se superespecializa para poder dar mejor servicio al cliente

Gracias a la organización de este Congreso desde todas sus vertientes hemos podido empaparnos de mucha información de cara al desarrollo de nuestro futuro Master Universitario. Lo que se debata en las diferentes mesas redondas servirá para saber la opinión del propio abogado sobre las principales cuestiones que le preocupan.

Esto ha hecho que varias mesas debate de este evento se centren en diferentes temas relacionados con la formación. Hablaremos de carrera profesional; contratación de nuevos abogados; cómo afecta este régimen de acceso a los propios despachos e incluso que esperan los propios bufetes de los propios Masters Universitarios.

Por último, Sr Montalvo ¿Cómo le van a afectar al joven abogado y en qué manera todos estos cambios formativos de los que hemos hablado?

Creo que al final va a ser bueno para el joven abogado todo este nuevo escenario formativo con el que se va a encontrar. Cuando acceda a un despacho de abogados lo hará teniendo un mínimo de información, no solo en derecho sino también relacionado con la propia abogacía. Desde mi experiencia de abogado de más de veinte años en esta profesión creo que las cosas van a cambiar. Antes cuando llegabas a un despacho no sabías lo que era ser abogado. Una cosa es conocer el Derecho y otra saber cuál es la función social o profesional que cubre un abogado

Todos estos cambios van a permitir a los futuros abogados cuando lleguen a un despacho saber realmente qué es ser abogado y como se trabaja y creo que es algo muy a tener en cuenta en la coyuntura que vivimos.

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