Campa se expresó así al ser preguntado por la decisión de la Junta de Andalucía de crear un nuevo impuesto sobre los depósitos de las entidades de crédito con presencia física en la región que alcanzará un 0,3 por ciento hasta 150 millones de euros en depósitos; un 0,4 por ciento hasta 600 millones y un 0,5 por ciento para más de 600 millones.
A su juicio, igual que el Gobierno español ha defendido la coordinación de las actuaciones sobre la banca, debe hacer lo mismo ante las decisiones de las comunidades autónomas para evitar «distorsiones» en el mercado nacional.
Señaló que no le preocupa «que cada comunidad haga lo que quiera» en materia fiscal, siempre que cumpla con los compromisos de reducción del déficit y aseguró que lo que «cada una quiera hacer en esta materia entra en su plena autonomía».
«Lo importante es que cumplamos la senda de consolidación fiscal», advirtió.





