La Audiencia Provincial de Valencia ha reabierto el caso del accidente de metro que en julio de 2006 se cobró la vida de 43 personas y dejó a otras 47 heridas. Los magistrados atienden, así, a la petición de la fiscalía y la asociación de víctimas y enmiendan a la juez instructora que archivó la causa por segunda la vez el año pasado, obligándola a seguir investigando. Según la Audiencia, existen novedades que justifican una nueva investigación, que los peritos no analizaron en su día.
El auto de la Sección Segunda de la Audiencia hecho público esta semana por el Tribunal Superior valenciano no solo revoca el auto del Juzgado de Instrucción número 21 que archivó esa petición de investigación, sino que ordena la práctica de once nuevas diligencias «ya que existen indicios, nuevas señales o pistas que pudieran aclarar, iluminar o ilustrar el motivo o la causa» de la tragedia.
“No puede dejarse indefensos a quienes en la búsqueda de la legítima verdad y la reparación adecuada, pretenden evitar la permanencia de vacíos sin cubrir en la investigación”, argumentan los magistrados. Y deben por ello practicarse las diligencias “que puedan esclarecer lo sucedido, de forma que las víctimas nunca puedan ni sospechar que no se hizo lo debido, y con ello se impidió descubrir el porqué de la muerte o lesiones de sus familiares más queridos”, señalan.
El resultado de ese informe pericial determinará la tercera reapertura, o no, de unos hechos que no tuvieron consecuencias penales ya que la juez consideró único responsable, por exceso de velocidad, al conductor, que se contó entre los fallecidos y nadie de la Administración de Francisco Camps dimitió.
