- ¿Qué es un plan de reestructuración según la Ley Concursal española?
Un plan de reestructuración es un instrumento jurídico diseñado para reorganizar la estructura financiera y operativa de una empresa que se encuentra en dificultades, con el fin de evitar la insolvencia. Estos planes pueden incluir medidas como la reestructuración de la deuda, cambios en la estructura de capital, o la venta de activos.
- ¿Qué objetivos persiguen los planes de reestructuración?
Los planes de reestructuración tienen como objetivo principal evitar la insolvencia de una empresa mediante la reestructuración de su deuda y la implementación de medidas que mejoren su viabilidad económica. Estos planes buscan preservar la continuidad de la empresa, proteger los intereses de los acreedores, y mantener el empleo. En última instancia, se trata de maximizar el valor para todas las partes interesadas, evitando los efectos negativos de un concurso de acreedores.
- ¿Cuándo puede una empresa acogerse a un plan de reestructuración?
Una empresa puede acogerse a un plan de reestructuración cuando se encuentra en situación de insolvencia inminente o cuando, aunque no esté en insolvencia actual, existe una probabilidad razonable de que pueda llegar a estarlo en el futuro cercano.
- ¿Quiénes pueden proponer un plan de reestructuración?
El plan de reestructuración puede ser propuesto tanto por el deudor (la empresa en dificultades) como por los acreedores. También puede ser propuesto por terceros que tengan un interés legítimo en la reestructuración, como accionistas o trabajadores.
- ¿Qué elementos debe contener un plan de reestructuración?
Un plan de reestructuración debe incluir, entre otros elementos:
- Un análisis detallado de la situación económica y financiera de la empresa.
- Las medidas concretas que se propone adoptar para reestructurar la deuda y/o los activos de la empresa.
- El impacto que estas medidas tendrán en los acreedores, trabajadores y demás partes interesadas.
- Un calendario de implementación de las medidas propuestas.
- Los términos y condiciones bajo los cuales se reestructurarán las obligaciones de la empresa.
- ¿Cómo se clasifican los acreedores en un plan de reestructuración?
Los acreedores se agrupan en «clases» según la naturaleza de sus créditos y sus intereses económicos. Estas clases pueden incluir, por ejemplo, acreedores financieros, acreedores comerciales, trabajadores con créditos laborales, y acreedores subordinados. La clasificación adecuada es crucial porque cada clase vota separadamente sobre el plan, y un plan puede ser aprobado incluso si no todas las clases están de acuerdo, siempre que se cumplan ciertos requisitos.
- ¿Cuáles son las funciones del experto en reestructuraciones?
El experto en la reestructuración, si ha sido nombrado, deberá asistir al deudor y a los acreedores en las negociaciones y en la elaboración del plan de reestructuración, realizando y presentando al juez los informes exigidos por la ley y aquellos otros que el propio juez considere necesarios o convenientes.
- ¿Cómo se aprueba un plan de reestructuración?
Para que un plan de reestructuración sea aprobado, debe ser votado por las clases de acreedores afectados. Es necesario que se obtenga una mayoría cualificada en cada clase para que el plan sea vinculante para todos los acreedores, incluidos aquellos que votaron en contra. Si no se alcanza un acuerdo entre todas las clases, el plan puede ser aprobado judicialmente (cramdown), siempre que se cumplan ciertos requisitos.
- ¿Qué son las «cláusulas de arrastre» en un plan de reestructuración?
Las cláusulas de arrastre son disposiciones que permiten que un plan de reestructuración sea vinculante para todos los acreedores de una clase, incluso aquellos que votaron en contra o que no participaron en la votación, siempre que se haya alcanzado la mayoría requerida. Estas cláusulas son esenciales para evitar que una minoría de acreedores bloquee el proceso de reestructuración.
- ¿Qué implica la homologación judicial de un plan de reestructuración?
La homologación judicial es el proceso mediante el cual un juez ratifica un plan de reestructuración, dándole validez legal. Una vez homologado, el plan es vinculante para todos los acreedores afectados, incluso aquellos que no estén de acuerdo. La homologación también protege al plan de posibles impugnaciones futuras, asegurando su aplicación efectiva.
- ¿Cuáles son las consecuencias de la aprobación de un plan de reestructuración?
Una vez aprobado y ratificado, el plan de reestructuración es vinculante para todos los acreedores afectados, incluidos aquellos que votaron en contra o que no participaron en la votación. Esto significa que todos los acreedores deben respetar los términos y condiciones establecidos en el plan.
- ¿Qué protección ofrece la Ley Concursal a las empresas durante la negociación de un plan de reestructuración?
La Ley Concursal prevé la posibilidad de que las empresas soliciten la suspensión de ejecuciones y otras medidas cautelares durante el proceso de negociación de un plan de reestructuración. Esto se conoce como «periodo de negociación» y está diseñado para dar tiempo a la empresa y a los acreedores para llegar a un acuerdo sin la presión de acciones legales en su contra.
- ¿Cómo se asegura la viabilidad de un plan de reestructuración?
La viabilidad de un plan de reestructuración se evalúa a través de análisis financieros y proyecciones detalladas que demuestran la capacidad de la empresa para cumplir con sus nuevas obligaciones bajo el plan propuesto. Esto incluye la elaboración de planes de negocio a medio y largo plazo, análisis de sensibilidad, y escenarios alternativos que justifiquen la reestructuración.
- ¿Qué es el concepto de «valor de empresa en funcionamiento» en los planes de reestructuración?
El valor de empresa en funcionamiento es el valor estimado que tendría la empresa si sigue operando después de la reestructuración, en contraposición al valor que tendría si fuera liquidada. Este valor es fundamental para determinar las condiciones del plan de reestructuración, ya que se debe garantizar que los acreedores reciban al menos lo que obtendrían en un escenario de liquidación.
- ¿Cómo se protege a los acreedores minoritarios en un plan de reestructuración?
Los acreedores minoritarios están protegidos por varias salvaguardias legales, como el principio de «par conditio creditorum» (igualdad de trato entre acreedores de la misma clase), el derecho a ser informados de manera completa y oportuna sobre el plan de reestructuración, y la posibilidad de impugnar el plan si consideran que sus derechos han sido injustamente perjudicados. Además, el cramdown permite al juez equilibrar los intereses entre mayorías y minorías.
- ¿Qué diferencias existen entre los planes de reestructuración y los acuerdos de refinanciación preconcursales?
Los planes de reestructuración son instrumentos más formales y extensos que los acuerdos de refinanciación preconcursales. Mientras que estos últimos suelen enfocarse en la renegociación de deuda y son voluntarios, los planes de reestructuración pueden incluir una gama más amplia de medidas, como cambios en la estructura de capital, y requieren la aprobación judicial para ser vinculantes. Además, los planes de reestructuración están diseñados para situaciones de mayor complejidad y riesgo.
- ¿Cuál es la relación entre el plan de reestructuración y el concurso de acreedores?
El plan de reestructuración es una herramienta preventiva que busca evitar la declaración formal de concurso de acreedores. Si el plan tiene éxito, la empresa puede evitar el concurso y continuar operando. Sin embargo, si no se logra aprobar o implementar el plan de reestructuración, la empresa podría verse abocada a un concurso de acreedores.
- ¿Qué ventajas tiene un plan de reestructuración frente a un concurso de acreedores?
Las principales ventajas de un plan de reestructuración son:
- Permite a la empresa seguir operando mientras se reestructura.
- Ofrece mayor flexibilidad en la negociación de las deudas.
- Evita el estigma y las complicaciones legales asociadas a un concurso de acreedores.
- Puede ser menos costoso y más rápido que un proceso concursal.
- ¿Qué riesgos o desventajas pueden estar asociados a un plan de reestructuración?
Entre los riesgos o desventajas se encuentran:
- La dificultad para lograr un acuerdo entre todas las partes interesadas.
- La posibilidad de que el plan no sea viable a largo plazo, lo que podría llevar a la empresa a un concurso de acreedores posterior.
- Los costes asociados a la negociación y preparación del plan.
- ¿Qué ocurre si un plan de reestructuración no es implementado correctamente?
Si un plan de reestructuración no se implementa correctamente, la empresa puede caer en incumplimiento, lo que podría llevar a la reactivación de las reclamaciones de los acreedores o, en casos graves, a la declaración de concurso de acreedores. Es crucial que la empresa tenga los recursos y la capacidad necesarios para implementar el plan y que haya un seguimiento adecuado para asegurar su cumplimiento.
- ¿Qué medidas preventivas pueden adoptarse antes de la necesidad de un plan de reestructuración?
Antes de llegar a la necesidad de un plan de reestructuración, las empresas pueden adoptar medidas preventivas como la revisión y ajuste periódico de su estructura financiera, la diversificación de fuentes de financiamiento, la mejora de la eficiencia operativa, y la implementación de una gestión activa de riesgos. Además, mantener una buena comunicación con los acreedores y otras partes interesadas puede facilitar la negociación de medidas menos drásticas.
Sobre el autor
Luís F. Conde Berné, Asociado área Gestión de Crisis. AGM Abogados