El Senador Martí Batres considera fundamental el trabajo penitenciario para lograr la reinserción social.
El Senador Batres, presidente de la Mesa Directiva del Senado de la República, explicó que las cárceles en México, en teoría, deben ser un espacio de reinserción social, sin embargo señaló que ello dista mucho de la realidad.
Dichas palabras se conocieron durante la inauguración del “Encuentro sobre políticas de reinserción laboral para personas privadas de libertad en México”, organizado por el Centro de Estudios Internacionales Gilberto Bosques.
El presidente de la Mesa Directiva del Senado profundizó al señalar que es fundamental analizar los problemas penitenciarios, con sus particularidades. “Una visión que mire hacia la disminución de la violencia, tiene que pasar por un enfoque de derechos humanos al interior de los reclusorios”, destacó.
El legislador especificó que, en la práctica, muchos de los centros de readaptación social están sobrepoblados, y ello dificulta las condiciones ansiadas de reconstrucción social ciudadana.
Sumado a ello, en diversos lugares del país existen fuertes violaciones a los derechos humanos de los internos. Además, el espacio de reclusión muchas veces se convierte en una línea de continuidad de los procesos que se pretenden revertir.
El Senador hizo hincapié en que se debe trabajar en los aspectos relacionados con los procesos de readaptación, como el trabajo penitenciario y la relación con las empresas. También, en el modo de insertar en la vida de las cárceles un conjunto de instituciones de carácter educativo, cultural, social, espiritual y deportivo.
Quien egrese de un centro penitenciario debe hacerlo para insertarse en la vida laboral y productiva, pero la sociedad y el Estado deben proveer esas condiciones, refirió. Logrado, repercutirá positivamente en la disminución de la violencia que hoy afecta al país.
Vicenzo Lo Cascio, director del Departamento de Pública Utilidad del Sistema Penitenciario italiano, señaló que se busca la participación entre ambos países en un programa que pueda ser reproducido en todas las cárceles del mundo, con posibilidad de integración a través del trabajo penitenciario y compensado.
Riccardo Turrini Vita, director general del Departamento de Formación de la Secretaria de Justicia de Italia, aportó al afirmar que el trabajo es un instrumento de preparación ineludible para que una persona recluida reingrese en la sociedad.
Por su parte, el Comisionado del Órgano Administrativo Desconcentrado de Prevención y Reinserción Social, Francisco Garduño Yáñez, señaló la circunstancia de que muchos de los integrantes de la actual administración han sido presos políticos. Por eso el gobierno se empeñaría en defender a luchadores sociales y activistas recluidos injustamente.
Antonino de Leo, representante de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito en México, manifestó que el mundo enfrenta una crisis del sistema penitenciario. Sostiene que el uso del encarcelamiento debe ser reducido, pues es un castigo desproporcionadamente cruel que afecta principalmente a los grupos más vulnerables, criminalizando a los pobres.
Fuente: Cámara de Senadores, México