Siguen los recortes impulsados desde el Gobierno de Mariano Rajoy, ahora todo parece indicar que hoy viernes en Consejo de Ministros se aprueben diversas medidas relacionadas con la energía. El Gobierno ha anunciado la aprobación inminente de un importante paquete de medidas entre las que estarán incluidas algunas supuestamente destinadas a reducir el déficit de tarifa, cuyo contenido ni ha sido objeto de un proceso de diálogo con los agentes del sector ni ha sido informado por los órganos competentes como la Comisión Nacional de la Energía, Consejo Consultivo de la Electricidad incluido.
Desde la Fundacion Renovables se lamenta de la falta de una estrategia energética a medio y larzo plazo, » en línea con las hojas de Ruta 2050 de la UE, estrategia vergonzosamente inexistente y cuyo solo enunciado invalidaría acciones como esta.». Desde esta entidad se señala que ningún responsable del área energética, ni de la económica, han dado la mínima información sobre las intenciones del ejecutivo y solo existen algunas filtraciones a los medios de comunicación (ni confirmadas ni desmentidas) que, excepcionalmente y por su gravedad, merecen una llamada de atención al Gobierno para que no incida en el error que supuso el RDL 1/2012, norma que cercena el desarrollo futuro de las renovables, asestando ahora un golpe que, de ser ciertas las informaciones aparecidas, sería mortal para las instalaciones ya en funcionamiento y que una vez más merecería la reprobación comunitaria.
Desde Fundación Renovables, las consecuencias de esa tasa para el sector de energías renovables serian las siguientes:
a)La creación de una tasa a la generación renovable, como se ha adelantado en algún medio, es, en primer lugar, un disparate normativo, un verdadero fraude de ley, pues supone quitar a los promotores renovables una parte de lo que el mismo BOE le ha otorgado en concepto de incentivos para internalizar sus beneficios medioambientales y estratégicos. Es aplicar una retroactividad encubierta tratando de evitar una nueva avalancha de recursos en los tribunales.
b)En segundo lugar provocará la ruina de un gran número de empresas y particulares que en su día hicieron una inversión para poner en marcha sus proyectos, confiando en una retribución fijada en función de unos determinados costes. Esta ruina de buena parte de las empresas complicará aún más la situación de la banca española que solo en el caso de la fotovoltaica tiene un riesgo adquirido de más de 15.000 millones de euros.
c)En tercer lugar, esta decisión supondrá enterrar definitivamente el ya maltrecho crédito de la seguridad jurídica en nuestro país, alejando definitivamente a los inversores no solo de este sector sino de cualquier otro. La ausencia de información, de diálogo con el sector, el recurso al RDL sin tramitación parlamentaria y la proliferación de normas constituyen un conjunto de factores que están haciendo de la incertidumbre regulatoria la principal característica del sector energético cuando lo que requiere es precisamente lo contrario.
Desde este colectivo se deja claro que dicha medida «sería además contradictoria con la política energética europea, que tanto en la Directiva de Renovables como en la reciente Hoja de Ruta de la Energía establece que la opción prioritaria son las energías renovables. No tiene ningún sentido añadir nuevos obstáculos, en este caso la pretendida tasa, a las fuentes de energía que es necesario impulsar para que desplacen a las demás.»
También se insiste desde esta institución que no se puede hablar de ser equitativo al poner también una tasa a la generación convencional :»esta medida es una auténtica falacia no solo por los arbitrarios coeficientes que supuestamente se aplicarían sino también porque mientras las tecnologías renovables han realizado unas inversiones que están muy lejos de estar amortizadas, en el caso de las dos tecnologías convencionales más afectadas por esta medida –la nuclear y la gran hidráulica– es reconocido que, malabarismos contables aparte, sus inversiones iniciales están amplia y suficientemente amortizadas y llevan años beneficiándose del precio marginal del mercado con unos costes de operación muy bajos. Además el sector convencional puede trasladar inmediatamente esa tasa al precio del mercado mientras que en el caso de las tecnologías renovables incidirá directamente y de forma definitiva en muchos casos en la cuenta de resultados.»subrayan.
Por último, la Fundación Renovables reclama que, si finalmente se impone el criterio de corresponsabilidad del sector energético, el llamado céntimo verde, para que todos los consumidores energéticos contribuyan al esfuerzo que está haciendo el sector eléctrico para una mayor penetración de renovables, esfuerzo que en el transporte y el consumo energético en edificios no se está haciendo, tenga ese carácter finalista y no se desvíe a reducir el déficit público, lo que supondría mantener las tensiones en el sistema eléctrico.
Estos expertos indican que desde el Gobierno hay un error importante y es considerar a la energía renovable como un lastre : cuando es en realidad una solución a los principales problemas que se le reconocen a nuestro modelo energético: su alta dependencia del exterior, su coste en la balanza comercial y su alto nivel de emisiones. » Sobre las medidas que se van a aprobar hoy se señala que «llevan camino, como las precedentes de este Gobierno y del anterior, de ser parches que no solucionaran nada y menos el déficit de tarifa.»
La Fundación Renovables considera imprescindible una reforma a fondo del sistema eléctrico, con un mercado trasparente y justo que incorpore las externalidades positivas y negativas de cada una de las tecnologías. Para ello reclama un acuerdo de las principales fuerzas políticas para abordar definitivamente los principales retos que tiene planteado el sector energético con una visión a medio y largo plazo y que abandone el cortoplacismo y la improvisación que han caracterizado la actuación en este ámbito tanto de este como del anterior Gobierno.
Es condenable que en lugar de aprovechar la oportunidad que el ahorro, la eficiencia, las renovables, la rehabilitación energética de los edificios y, en general, la optimización del sistema energético para salir de la crisis se camine en dirección contraria para ahondar en la misma en contra de los intereses de la sociedad.