Los servicios de un traductor jurado son muy importantes y, dependiendo de las necesidades puntuales, pueden ser de urgencia. No obstante, no son pocas las personas que desconocen cuál es la utilidad del trabajo que realizan y, sobre todo, en qué ámbitos son imprescindibles.
Jti Traductores e Intérpretes Jurados, es un equipo de profesionales que prestan servicios de traducción jurada a los que puedes acceder a través de su sitio web oficial aquí. Es un ejemplo que, además, sirve para identificar qué es un traductor jurado, qué servicios puede prestar y a quiénes van dirigidos los mismos.
¿Qué es un traductor jurado?
Un traductor jurado es un profesional de la interpretación y la traducción de idiomas -como podría ser de inglés a español, y viceversa- que se especializa -pero no se limita- en la traducción de documentos que tienen carácter público u oficial.
A diferencia de un servicio de traducción profesional convencional, un traductor jurado es un profesional que presta servicios de importancia oficial y jurídica, por lo que su formación es diferente, exigiendo estudios universitarios y una posterior autorización, mediante la aprobación de un examen ante el Ministerio de Asuntos Exteriores, para poder ejercer su profesión, ya que los documentos que traduce llevan su sello y firma, brindándoles carácter oficial y un peso judicial importante, de acuerdo al uso que se le vaya a dar al documento.
¿Para qué sirven sus servicios?
Para muchas personas, un traductor jurado tiene la misma importancia y peso -dependiendo del contexto de sus servicios- que un Notario, porque valida a través de su sello y firma la traducción de un documento, confiriéndole instantáneamente un carácter oficial ineludible.
No obstante, aunque un traductor jurado -por sus conocimientos y por el rigor propio de su profesión- puede realizar traducciones de textos de todo tipo, su especialidad está en la traducción de documentos públicos o de uso oficial, que son necesarios para cumplir con aspectos legales, mercantiles o laborales en un país diferente al de origen.
- Legales: los documentos legales figuran entre los servicios que mayor demanda tendrán en un despacho de traductores jurados. La traducción fiel y exacta de un poder notarial, de un certificado de antecedentes penales, de la documentación de identificación personal, de la documentación del coche o de un certificado de matrimonio, pueden ser algunos de los más requeridos.
- Mercantiles: los documentos mercantiles y empresariales, ahora que las empresas miran con buenos ojos la competitividad y las oportunidades en el exterior, también requieren una traducción oficial. Así, las escrituras, contratos y estatutos de una empresa, o las referencias e historiales bancarios, pueden requerir de estos servicios cuando deban ser presentados en un país que tenga otro idioma oficial.
- Laborales y académicos: para estudiar o trabajar en otro país, es indispensable que una persona tenga la traducción oficial y fidedigna de todos sus documentos, entre los que destacan el currículum vitae, el título universitario, los expedientes académicos, así como también todos los documentos asociados a la prestación de sus servicios, como pueden ser facturas, presupuestos y contratos, de acuerdo a la magnitud o trascendencia de éstos.
La importancia de los servicios de un traductor jurado está en la confianza al momento de la presentación de esos documentos ante las instancias legales, mercantiles, laborales o académicas que se necesiten. Cuando un traductor jurado realiza un buen servicio, su cliente sabe que puede llevar su documentación a una empresa y será aceptada; así como también podrá llevar la documentación oficial ante las instituciones públicas, de migración o bancarias, y no será rechazada, porque cuentan con la validez de un profesional, que se encarga precisamente de darles ese carácter a la documentación que se encarga de traducir.
No obstante, los servicios de un traductor jurado no se limitan a la traducción de documentos para esos usos, sino que cualquier texto puede ser traducido y contar con ese carácter, siempre y cuando, la persona que lo solicite tenga un especial interés porque la traducción cuente con la máxima calidad posible.