En momentos de incertidumbre, como los acaecidos desde que comenzó la pandemia del Covid-19, los Family Offices han adquirido un protagonismo cada vez mayor en diversos ámbitos. No es de extrañar que familias empresarias busquen preservar su patrimonio tanto financiero como inmobiliario en aras de conseguir que dicha fortuna perdure para las futuras generaciones. Por ello, son muchos los que reflexionan sobre la conveniencia de crear un family office.

family-office-diario-juridico
Igor Begonte y Eva María Simón, asesor fiscal y asesora jurídica en LABE Abogados

¿QUÉ ES UN FAMILY OFFICE Y CÓMO FUNCIONA?

Un family office es una unidad operativa independiente de la gestión empresarial destinada a gestionar íntegramente el patrimonio de un grupo familiar. 

La finalidad que persigue no es otra que preservar, o incluso incrementar, el patrimonio de la familia desde la eficiencia financiera y fiscal. Por tanto, canaliza toda la gestión patrimonial a través de una empresa enfocada en la protección y crecimiento de un patrimonio que tiene que avanzar hacia las generaciones continuadoras del legado heredado.

Además, busca establecer una adecuada organización y unidad familiar para la correcta toma de decisiones. Es frecuente en este tipo de sociedades que, para su funcionamiento, dispongan de órganos de carácter familiar como el consejo de familia y la asamblea familiar. Ambos, tendentes a determinar la estrategia de inversión y riesgo que la familia desea alcanzar a través del Plan Estratégico Familiar.  

¿CÓMO CONSTITUIR UN FAMILY OFFICE?

Los family offices no son un tipo societario ni tienen regulación específica propia, pues operan en el tráfico jurídico bajo cualquiera de las formas jurídicas de sociedad mercantil admitidas.

Estas oficinas familiares devienen necesarias cuando la familia logra alcanzar un volumen de patrimonio tan elevado que exigen una gestión unificada y autónoma. En ocasiones, la empresa familiar de primera generación evoluciona y adquiere unos excedentes de liquidez, de tesorería y activos inmobiliarios que requieren de una gestión especializada. En otras, la liquidez proviene de la venta de una sociedad o bien de una herencia. Por lo que la dimensión patrimonial y financiera justifica su creación, así como la capacidad de éste para generar su propia rentabilidad.

A la hora de poner en marcha un family office hay que tener en cuenta las necesidades y deseos de la familia, el tamaño y complejidad de los activos y la estructura que lo materialice. Así, es recomendable comenzar haciendo un inventario de lo que tenemos y para qué lo tenemos. Después, fijar los objetivos y estrategia a seguir y, finalmente, implementar una estructura adecuada a cada organización familiar. En este sentido, se pueden distinguir dos alternativas a la hora de gestionar el patrimonio: (i) single family office, integrado por la fortuna de una única familia; (ii) multi family office, que ofrece una gestión especializada a varios patrimonios familiares.

VENTAJAS E INCONVENIENTES DE UN FAMILY OFFICE

Son múltiples las razones por las que contar con un family office ayuda a la conservación, rentabilización y proyección futura de patrimonios familiares:

  • Facilita la sucesión de la empresa familiar. Presenta un régimen tributario proclive a aligerar la carga fiscal de los propietarios en relación a la titularidad de sus negocios y la transmisión de éstos en el relevo generacional, especialmente en el pago del Impuesto sobre el Patrimonio y el Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones.
  • Presta servicios comunes a los propios miembros de la unidad familiar destinados a gestionar el patrimonio personal de cada uno, así como el asesoramiento legal y fiscal.
  • Profesionaliza la estructura del patrimonio familiar, que pasará a ser asistida por profesionales especializados (asesores fiscales, real estate, abogados, etc) atendiendo a los activos que se pretende conservar.
  • Diversificación del riesgo, pues se divide la gestión del patrimonio de la gestión del negocio principal.
  •  Analiza y gestiona los riesgos que subyacen en las distintas inversiones financieras, inmobiliarias, en private equity o venture capital, dentro del patrimonio total. 
  • Da soporte en la liquidez de los socios a través de mecanismos de salida de la empresa.
  • Fuente de financiación para determinadas actividades.
  • Incubadora del talento y la cultura del emprendimiento en el seno de la familia empresarial y especialmente, en las nuevas generaciones en aras de la continuidad de la sociedad.

En contraposición a todas estas virtudes, existe un elemento diferenciador frente a otras sociedades que es precisamente la vinculación familiar de sus miembros. Esto puede afectar a la superveniencia y crecimiento de la empresa, ya que, en numerosas ocasiones, es fuente de conflictos entre la sociedad y la familia. No obstante, no son conflictos insolubles y pueden llegar a resolverse de manera exitosa con protocolos familiares e instrumentos de planificación.


family-office-diario-juridico

Autores: Igor Begonte y Eva María Simón, asesor fiscal y asesora jurídica en LABE Abogados

Dejar una respuesta

Please enter your comment!
Please enter your name here

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.