Sin duda alguna sufrir un accidente de tráfico es una situación muy estresante, ya no solo por los posibles daños físicos y secuelas que hayas podido sufrir sino también, por el desconocimiento en esta materia en cuanto a: plazos, informes, sesiones de rehabilitación etc. Es decir, no sabes por dónde empezar.
Cuando uno es víctima de un accidente de tráfico de cierta envergadura (daños físicos) lo primero que debe hacer es intentar tranquilizarse (en la medida de lo posible) y llamar a un agente de la autoridad (policía en vías urbanas o guardia civil en vías interurbanas) para que se personen en el acto y elaboraren el correspondiente atestado. El atestado policial, para aquellos que no lo saben, es un informe firmado por la autoridad policial que describe el siniestro ocurrido con todo lujo de detalles y, lo más importante, de quien es la responsabilidad del accidente. Lo que normalmente la gente hace es rellenar un parte amistoso, sin embargo, nosotros siempre aconsejamos que además del parte amistoso, se cuente con un atestado policial que facilite la futura reclamación económica.
Una vez realizado este primer paso, el siguiente sería acudir de urgencia dentro de las primeras 72 horas desde la producción del siniestro al hospital más cercano para someterse a una primera exploración médica y, posteriormente, comunicar a tu compañía el siniestro adjuntando el parte de urgencias y el parte amistoso (el atestado tarda unos días dependiendo del municipio en poder recogerlo).
A continuación, debes comprobar bien en tu póliza o llamando a tu agente de seguros si tienes contratada (debe estar incluida tal y como reconoce el artículo 76 de la Ley de Contrato de Seguros) la cobertura de derecho defensa jurídica.
Y os preguntareis ¿En qué consiste la cobertura del derecho a la libre designa jurídica? Pues bien, esta cobertura que por Ley debe estar incluida en todas las pólizas pues es un derecho de todo asegurado, consiste en poder el asegurado ELEGIR LIBREMENTE a un abogado particular que defienda sus intereses, sólo y exclusamente sus intereses y no los de la compañía de seguros.
Normalmente, cuando un Abogado trabaja de manera independiente, es decir, que no depende económicamente de una compañía de seguros va a defender a su cliente sin ninguna interferencia, velando sólo y exclusivamente por los intereses de su cliente.
A partir de aquí, comienza un periplo que en la mayoría de los casos se compone de sesiones de rehabilitación, gastos de desplazamiento, gastos médicos, visitas médicas por parte de tú médico y por el de la compañía contraria, informe médico valorador, oferta motivada, negociación de la oferta, Contraoferta etc. Por todo ello, usted debe estar asesorado en todo momento por un profesional experto en esta materia para que su indemnización económica se ajuste a los daños causados y pueda ser indemnizado correctamente.
Autor: Orihuela Solicitors
