El Presidente Iván Duque Márquez destacó los aportes de la industria petrolera al desarrollo del país, y planteó los desafíos que se acercan en el sector de hidrocarburos tanto a nivel social como ambiental.

Durante el desarrollo de  la primera Cumbre de Petróleo y Gas, celebrada en Bogotá, el Mandatario aseguró que Colombia necesita por lo menos 2 mil millones de nuevos barriles de reservas, que impliquen mayor exploración, que impliquen mejores eficiencias y mejores usos tecnológicos”.

Asimismo subrayó que si bien hay una preocupación mundial que involucra a las comunidades, que cada vez exigen más y quieren ser partícipes de la agenda del desarrollo, es necesario lograr una armonía entre las partes para que se pueda producir conservando y conservar produciendo.

En la I Cumbre de Petróleo y Gas, el Mandatario señaló que su participación en dicho encuentro involucra una profunda motivación y un profundo respeto: “porque la industria de los hidrocarburos ha sido vital en la historia del desarrollo de nuestro país. No querer aceptarlo, no querer verlo y no querer valorarlo, sería desconocer la historia misma de Colombia.”

Explicó que el petróleo ha estado presente en la historia económica del país, y por eso conmemorar 100 años de la industria “es darle valor a ese ímpetu transformador”. Valía que no es propia de Colombia sino que está presente en todas las partes del mundo.

Por otro lado, el presidente indicó que el desarrollo de la industria del petróleo tiene que ser armonioso con el resto de la visión de desarrollo de un país.

“Por eso he dicho, durante tanto tiempo, que lo que Colombia necesita es entender que hay que saber aprovechar la riqueza del subsuelo para derrotar la pobreza del suelo”, aseguró.

Colombia, a pesar de tener un potencial petrolero, “no se puede considerar un país petrolero”, sobre todo porque tiene reservas para menos de seis años.

“Es un país de campos menores, que implican mayores retos en tecnología y en capacidades. Pero no podemos rehusarnos a hacer un desarrollo responsable en lo ambiental, responsable en lo social y responsable en el entendimiento con las comunidades”, explicó.

El Jefe de Estado recalcó que le resulta sorprendente que algunos digan que la mejor bendición que podría tener Colombia es que el petróleo se acabara. En ese contexto, el mandatario aseguró que entonces volvería la pregunta de cuánto de otras materias primas se tendrían que exportar para poder importar barriles.

Además, insistió en que “si bien es cierto que las economías necesitan diversificarse por vocación, por definición no se trata de satanizar o desvirtuar una industria que logra tener esa participación; todo lo contrario, tiene que ser es un motivante para que otras industrias se conduzcan hacia los mismos propósitos”.

Reconoció que “Colombia ha cometido errores en los últimos años y los errores se ven cuando las regiones productoras sienten que han perdido participación; entonces viene un rechazo intrínseco del recurso y le pasan la factura a la industria y no a las decisiones de administración.”

Al respecto señaló la importancia de explorarse mecanismos, porque las comunidades se sienten a veces temerosas, llenas de dudas, ya que desde el momento en el que llega la inversión hasta el momento donde empieza a recibir los beneficios, son ciclos muy largos. Es en esos ciclos donde aprovechan algunos para alimentar la desazón generalizada.

Por eso es tan importante identificar instrumentos donde la industria pueda anticipar beneficios para las comunidades de manera voluntaria, y que la comunidad sepa que, inclusive, antes de la fase de explotación, ya hay beneficios que se traducen en atender necesidades de las comunidades”, concluyó el Mandatario.

Fuente: Presidencia Colombia

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