El último informe del Banco de España publicado referente al ejercicio 2019 concluye con la sanción a todos los bancos supervisados. Se inspeccionó el cumplimiento de la normativa de transparencia y de protección de la clientela en cinco entidades. Todas resultaron sancionadas. ¿El motivo? No se entregó debidamente la información precontractual y contractual, control insuficiente de las gestorías o indebido cobro de comisiones.

Además, la TAE no incluía gastos de formalización ni costes vinculados como obliga la normativa, estableciendo un coste del préstamo inferior al real e impidiendo al cliente poder comparar adecuadamente con las ofertas de otras entidades. “Si la TAE no está calculada como establece la ley, los precios no son comparables; y si el cliente no puede comparar, se quiebran sus derechos y la libre competencia”, señala Juan Ignacio Navas, socio-director de Navas & Cusí, despacho especializado en la defensa de los derechos del consumidor bancario.

Para Navas resulta “muy preocupante” que todas las entidades analizadas hayan resultado sancionadas. “Eso significa que hay una extendida cultura de incumplimiento en lo que a transparencia se refiere”, señala. Lamenta esta “mala praxis” porque resulta perjudicial para el consumidor “pero también la reputación de las entidades y del sistema financiero en su conjunto”.

En opinión del experto, “queda mucho por hacer” en materia de transparencia y de protección del consumidor bancario. “Las actividad sancionadora del Banco de España y los múltiples reproches judiciales pueden ayudar a un cambio de cultura en la actividad de las entidades financieras”, apunta. En este sentido considera que “la reclamación bancaria ha llegado para quedarse” porque la tentación de eludir la normativa siempre estará presente.

“Los bancos tienen una muy importante función social de convertir el ahorro en inversión intermediando entre los excesos y las necesidades de liquidez. La normativa, la supervisión y en último extremo, el control judicial, están para evitar que dicha función social se malogre por abuso y mala praxis”, señala el socio-director de navascusi.com.

Navas espera que la actividad sancionadora de Banco de España disuada a las entidades de las “malas praxis” y decidan apostar de manera decidida por la transparencia y el respeto de los derechos del consumidor. “Una banca transparente y respetuosa debe de ser eficaz y eficiente y eso es bueno para todos”, concluye.

Fuente: Navas & Cusí

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