El Registro de Impagados Judiciales, el primer y único fichero de solvencia negativa basado en resoluciones judiciales firmes, permite a los despachos de abogados hacer aflorar la deuda que hasta ahora gestionaban de una forma silenciosa al no estar registrada en los ficheros tradicionales de morosidad y que alcanza hasta el 80%. La responsable legal del RIJ, Reyes Rodríguez Zarza, advierte que “una de las grandes oportunidades de esta innovadora herramienta es la posibilidad de hacer públicos los impagos judiciales para que se cumpla la ejecución de las sentencias y, por tanto, el derecho de cobro de los ciudadanos”.
Según explica Reyes Rodríguez Zarza, “en la actualidad miles de sentencias quedan incumplidas o son infructuosas, quedando los ciudadanos indefensos, ya que después de largos años de proceso ven incumplido su derecho de cobro o de que se les restituya el daño económico que los llevo a reclamar ante la justicia, ahora gracias al RIJ es más sencillo y eficaz reclamar ese dinero, vía telemática, desde tan sólo 29,90 euros”.
La responsable legal del RIJ deja claro que “todo ello se hace cumpliendo con la nueva Ley General de Protección de Datos, la Ley de Protección del Derecho al Honor y el Código Deontológico de la Abogacía, garantizando la seguridad jurídica”. “De esta manera –añade- se respeta también el deber de secreto profesional, ya que para registrar la incidencia es necesaria la autorización de los clientes, existiendo un modelo que puede descargarse en la misma plataforma”.
Hasta el momento, desde su puesta en marcha en junio del año pasado, ha gestionado más de nueve millones de deuda (9,8 millones) y 7.000 abogados se han registrado.
Deuda oculta
“Hay que imaginar la deuda total del país, representada en un gran iceberg, en la parte visible aparecía hasta ahora reflejada la deuda del sector financiera o de grandes compañías de suministro, recogida en los ficheros tradicionales de solvencia negativa. Esto suponía aproximadamente el 20% del total y era la única que se tenía en cuenta a la hora de evaluar el riesgo, mientras que el 80% de la deuda restante estaba hasta ahora oculta”, explica la responsable legal del RIJ.
Como ejemplo de su utilidad, impagos de pensiones de alimentos, de cuota de comunidades propietarios, cuotas de alquiler, la generada por una liquidación de una sociedad de gananciales, por una partición de herencias o por una indemnización, entre otras deudas gestionadas por los despachos, serán ahora también tenidas en cuenta a la hora de evaluar el riesgo de las personas”.
Una herramienta útil para los abogados
“La Abogacía española ha creado un fichero de solvencia negativa que da la posibilidad a los abogados de hacer visible esa deuda y que, además, les permite comunicar la información sobre los impagos al sistema financiero y empresarial gracias a Informa D&B”. De hecho, según avanza, “más de 3.000 abogados han podido comunicar esta información a través de los informes de la compañía líder en nuestro país en información mercantil”, explica.
“Esta exposición pública, unido a su modelo de negocio, basado en la economía colaborativa y en el uso del Big Data, hace que todo el mundo se entere del impago, con la presión social y financiera que ello supone para el deudor y ofreciendo información veraz sobre la solvencia y riesgo crediticio de personas físicas y jurídicas”, advierte.
Cómo detectar clientes morosos
Según señala Reyes Rodríguez Zarza, “el RIJ nos va a ayudar, además, a protegeros de impagos futuros, al igual que existen herramientas tecnológicas que nos dan información sobre el tráfico para evitar atascos, el fichero nos ofrece, por ejemplo, información sobre la minuta que un cliente ha dejado de pagar a otros compañeros, lo que nos permite protegernos de potenciales clientes morosos”.
Para utilizar este servicio se puede acceder, con el certificado ACA, a través de RedAbogacía o en la web del RIJ www.registrodeimpagadosjudiciales.es, de una manera muy sencilla, segura y legal, desde el ordenador, lo que facilita el trabajo a la hora de proceder a la reclamación o consultar a particulares, empresas o autónomos para conocer su estado de solvencia y prevenir así futuros impagados.