Tribunal SupremoLa Sala de lo Penal del Tribunal Supremo ha anulado la sentencia por la que se condenó a un preso como autor de un delito de robo con violencia y falta de lesiones, al evidenciar su inocencia a través de una prueba de ADN presentada cuando el hombre ya había fallecido en prisión. 

El tribunal ha estimado, así, el recurso de revisión que presentó la Fiscalía, en una sentencia cuyo ponente ha sido Manuel Marchena. Según el TS, el fallecimiento no deja vacua de contenido o carente de finalidad la revisión” en tanto que con recursos de este tipo “se trata de sanar situaciones acreditadamente injustas, en las que se evidencia a favor del reo, la inocencia respecto al hecho que sirvió de fundamento para la sentencia condenatoria”.

La sentencia del Juzgado de lo Penal número 10 de Sevilla consideró probado que el 29 de mayo de 2010 A.G. robó el bolso de una mujer que conducía un vehículo en una calle de la capital andaluza. El atracador golpeó el cristal del copiloto con una piedra y mantuvo un forcejeo con la víctima en el que ambos resultaron heridos.

La policía obtuvo en la inspección ocular del vehículo una prueba de sangre del ladrón. La mujer reconoció sin género de dudas y en tres momentos procesales distintos  a A.G. como el hombre que le había sustraído el bolso del asiento del copiloto, después de romper la ventanilla de su automóvil.

Un año y cinco meses después de aquel  atraco, el laboratorio de Biología ADN de la Policía Científica remitió al juzgado de Sevilla los resultados de la prueba practicada de ADN. La prueba científica descartaba a A.G. e identificaba a un hombre detenido por otro atraco. “ El análisis del laboratorio y el cotejo de la base de datos- recuerda la Sala en su sentencia- se produjo con posterioridad al enjuiciamiento de los hechos, cuando ya había sido declarada firme la sentencia y ya había fallecido el condenado”.

“La rotundidad del dato científico- señala la sentencia-  despeja dudas sobre la autoría” Ha quedado acreditado que el delito lo cometió solo una persona que no era A.G. y que el hombre que ahora será juzgado por esos hechos era tan parecido físicamente al fallecido que la víctima los confundió cuando se le mostraron las fotografías de ambos.

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