Hace unos días el despacho Lovells consiguió el premio “Runner Up” al mejor programa de formación europeo en los MPF European Practice Management Awards que se fallaron en Londres. El Programa de ‘Formación 360º’de Lovells en Madrid se puso en marcha en 2007 con el objetivo de formar a los abogados y profesionales en línea con la estrategia de negocio del despacho. Con posterioridad se ha extendido a socios y counsels y, este año también, al equipo de profesionales de apoyo. A lo largo de esta entrevista Lucia Lorente, Directora Corporativa y Adela García de Tuñon, responsable de RRHH de la entidad, explican a fondo como se ha gestado esta iniciativa formativa y de que manera está ligada con el día a dia de la firma multinacional implantada en España solo hace cinco años
Para Lucía Lorente; “Nuestro gran reto era abarcar todo el abanico de capacidades que los abogados y demás profesionales de nuestro despacho precisan para ampliar y completar no sólo sus conocimientos jurídicos y técnicos sino también sus capacidades de liderazgo, gestión de clientes y gestión de personas. La formación es vital para nuestro desarrollo tanto personal como profesional y redunda de inmediato en la calidad del asesoramiento y el servicio que prestamos a nuestros clientes». Por su parte, Adela Garcia de Tuñon, señala que la concesión de este premio “. Lo hemos conseguido gracias al entusiasmo y dedicación de nuestro equipo de RRHH, al impulso y recursos invertidos por la dirección del despacho y al apoyo de todos sus miembros que han creído desde el principio en el programa y participan activamente en él».
Lucia Lorente es la Directora Corporativa de Lovells en Madrid. Licenciada en Derecho por la Universidad Pontificia de Comillas – ICADE y licence spéciale en Droit Européeen por la Universidad Libre de Bruselas. En 1989 inició su carrera profesional de abogada en Cuatrecasas donde fue socia del área mercantil fusiones y adquisiciones y responsable del Grupo de Gestión del Conocimiento Mercantil hasta su incorporación a Lovells con ocasión de su apertura en 2004. Lucía está casada y tiene dos hijos.
Por su parte, Adela García de Tuñón: Responsable de contratación, formación y desarrollo de abogados juniors y asociados, HR Officer, de Lovells. Licenciada en Derecho por la Universidad Complutense de Madrid, Máster Financiero-Bursátil por el I.E.B y Executive Program en Recursos Humanos por el Centro de Estudios Garrigues. Inició su carrera profesional como abogada en Allen & Overy. Posteriormente trabajó como consultora de Recursos Humanos en Actúa y en el equipo de Recursos Humanos y Marketing y Comunicación de Pérez-Llorca. Desde 2007 trabaja en el equipo de HR de Lovells.
¿Podría hacer un balance de estos tres años de trabajo en el área de RRHH de su firma?
Adela García de Tuñon: La verdad que es bastante positivo. Desde el principio la dirección del despacho apostó por la profesionalización de nuestro trabajo en esta área. Tengo que reconocer que el apoyo de la directora de la oficina de Madrid, Lucia Lorente, que tenía las ideas claras de qué hacer, ha sido determinante para nuestro trabajo.
En este periodo de tiempo hemos desarrollado nuestro modelo de gestión del personal. De hecho la firma que abrió hace cinco años en España ya cuenta con su Programa de Formación desde hace dos años bastante estructurado y que responde a su filosofía empresarial. Además no me importa reconocer que los socios de la firma apuestan por las personas y apoyan de forma incondicional nuestro trabajo.; hay que hacer procesos de selección estructurados; tener relaciones con las mejores universidades a través de diferentes convenios y, por ello invertir en este capítulo.
¿Cuál cree que ha sido el principal obstáculo a la hora de implantar un modelo propio de gestión de personas en una firma como Lovells?
A- G.T:: Mas que hablar de obstáculo me referiría a la necesidad de canalizar todas las iniciativas que queríamos desarrollar. Fuimos priorizando nuestro trabajo, arrancando por un desarrollar un modelo de selección y formación de los profesionales que vinieran a nuestro despacho. No es sencillo encontrar excelentes abogados y que además encajen en la filosofía de una empresa. Además el proyecto de Lovells, desde que se posicionó en España no era apoyar a otras oficinas del bufete en determinadas operaciones sino tener el peso específico suficiente para ser competitivo en este mercado.
Y en este contexto, ¿qué es mejor: fichar gente sin experiencia y con talento o buscar ya el abogado consagrado?
A.G-T :Creo que supimos encontrar la fórmula adecuada. Tenga en cuenta que partimos de cero. No había abogados de Lovells en España. Por este motivo parte de nuestro trabajo se centró en atraer a los laterals (abogados seniors de otras firmas, en la terminología anglosajona)Ahí estuvimos muy pendientes tanto de la trayectoria profesional del letrado como de que pudiera encajar en la filosofía de la empresa. El abogado de Lovells tiene un perfil muy completo. Además de su capacidad técnica era necesario que tuviera dotes de gestión de personas tanto en su trato con el cliente como en el posible desarrollo de futuros negocios. Posteriormente en un segundo nivel incorporamos gente joven que ahora crece con nosotros
¿Cómo puede concretarse la filosofía de un despacho como Lovells?
A-G.T: Es fundamental que el profesional que pretenda formar parte de nuestro equipo tenga un perfil internacional. Que pueda integrarse en un equipo de trabajo y anteponga sus intereses individuales a los del grupo, sin que por ello deje de ser proactivo. Ser versátil es fundamental; que pueda trabajar en equipos diferentes, nuestros equipos son multidisciplinares para así poder ofrecerle a nuestros clientes un mejor servicio. No podemos olvidar que queremos ser una firma de referencia para empresas españoles multinacionales que invierten fuera de España y las que vienen a nuestro país a desarrollar diferentes tipos de negocios.
¿Cuál es la carrera profesional del abogado una vez supera el proceso de selección?
A.G.T: Nuestros abogados son bastante dinámicos y trabajan en la mejor solución que buscan nuestros clientes. Inician su carrera profesional como abogado junior; en estos tres primeros años nos preocupa que se integren bien en la firma y que reciban una formación adecuada.
Cada profesional se incorpora a un equipo o área de práctica, sin especializarte, porque trabajas con diferentes asuntos de distinta índole. Los juniors tienen un proceso de evaluación anual y mantenemos con ellos reuniones semestrales para saber cómo se está comportando dentro del despacho. Cada abogado que se incorpora a nuestra firma, independientemente de su experiencia tiene un tutor, con más experiencia que él. La figura del tutor pretende ayudar al letrado nuevo en su desarrollo profesional. Es un canalizador de sus expectativas e inquietudes.
¿Cómo se realiza la promoción dentro del despacho?
A.G.T:Nuestras promociones internas, aunque tenemos en cuenta los años de experiencia suelen ser por méritos. Habitualmente el junior pasa a asociado en tres años y medios de experiencia mientras que el asociado pasa a senior tras siete años de práctica profesional. En la actualidad contamos con un porcentaje del 25 por cien de juniors respecto al resto. Es similar al de asociados mientras que se reduce el de senior y el de counsels. Por su parte, los socios rondan la quincena.
¿En un momento de crisis que tipo de profesionales busca su firma?
A:Tenemos diversos proyectos de selección abiertos porque la consolidación de la firma siempre es progresiva. Pero es evidente que un despacho debe aspirar a tener los mejores profesionales para poder atender a las demandas de los clientes e intentar también la difícil conciliación de la vid profesional con la personal.
Sobre todo nos interesan abogados con un perfil flexible, que pueda adaptarse al mercado y sus fluctuaciones. Que en un momento concreto pueda apoyar a otros equipos de trabajo. Es evidente que ahora hay más demanda de letrados expertos en operaciones de reestructuración que en el terreno mercantil.
Desde este contexto, ¿cuál seria el tamaño ideal para cualquier despacho que quiera ser competitivo en el mercado español?
Lucia Lorente: Es complicado hablar de unas dimensiones standard. Todo depende de lo que tu quieras. En nuestro caso es evidente que tenemos que atender los grandes negocios internacionales de empresas españoles y multinacionales. Quizás una dimensión mínima oscila entre los setenta y ochenta abogados.
¿Cuál es la filosofía del Programa 360 grados que regula la formación en Lovells?
L.L: Lo hemos denominado así porque pretende responder a las necesidades de los profesionales de la firma, sean abogados o no así como desarrollar todas sus habilidades o skills. El programa que es único en nuestra organización a nivel internacional supone el desarrollo del abogado en tres áreas, en primer lugar la parcela de conocimientos jurídicos con su correspondiente parcela práctica; hay otra que impulsa el desarrollo del letrado en el campo de la gestión de personas y liderazgo y, por último, la parte comercial, de cara a que también el abogado pueda atraer clientes.
Sobre el resto de profesionales es evidente que su formación y preparación es similar a la del equipo jurídico. Deben trabajar de forma conjunta. Se trata sobre todo de que puedan dar respuesta a los clientes internos de la firma. Por eso su formación se encamina al liderazgo; a la gestión de personas y a saber cómo funciona una firma de abogados que desarrolla este tipo de negocios.
¿Cómo se estructura este Programa Formativo en el interior del despacho?
L.L: Este programa formativo se adapta según los niveles de experiencia de nuestros profesionales. Es evidente que los socios y los senior se vuelcan más temas de captación de clientes, mientras que los asociados y los juniors participan más en la parte de contenidos. Todo se estructura sobre cursos que se organizan semanal o de forma quincenal. En ellos se alternan los conocimientos que se les ofrece según su puesto en la firma. Algunos de ellos se realizan en inglés porque es fundamental para los letrados de nuestra firma que tengan un nivel elevado de comunicación en este idioma. Cuando el abogado llega a socio, por poner un ejemplo, un setenta por cien de su formación esta centrada en desarrollo de negocio y gestión de personas, mientras que el resto le ayuda a completar su formación jurídica.
En un momento como el actual, cuando se reivindica el Personal Branding, ¿cómo puede desarrollar un abogado su marca y así atraer clientes?
LL :Es evidente que los tiempos cambian. Cualquier letrado, independientemente del despacho que tenga ya sabe que tiene que salir a buscar sus clientes. En Lovells, forma parte esta actividad de su día a dia. Se trata de poder convencer a tu futuro cliente que le puedes dar mejor que tu competencia ese asesoramiento que busca.
Desarrollamos a nivel práctico sobre todo a nivel formativo desde que el abogado se convierte en senior. Desde este momento de su carrera profesional con nosotros el abogado empieza a enfocar su especialidad y con ello su plan de negocio. De esta forma cuando llega a socio ya es experto en un nicho de mercado y gestiona determinados negocios.
¿Cuál es el nivel de los abogados que llegan a Lovells pretendiendo formar parte de su equipo de profesionales?
L.L: nivel general creo que la preparación de los abogados en España, a pesar de ser en la mayor parte de los casos autodidacta, es buena. Para que la formación se convierta en conocimiento se requiere un proceso personal importante de estudio. Las candidaturas que recibimos revelan que son profesionales que cuidan su formación de manera progresiva y que han cursado estudios en el extranjero, especialmente en países anglosajones. Son perfiles con inquietudes solidarias o sociales que buscan un ambiente internacional para desarrollar su carrera.
En este programa formativo, ¿cómo se adapta la tecnología como herramienta de ayuda en ese aprendizaje?
L.L: Nos apoyamos bastante en el e-learning tanto para la parte técnica de conocimientos como para la otra faceta más humanista de la formación. De hecho nuestra oficina de Alicante disfruta del Programa 360 grados a través de videoconferencia. Además, desde la propia Intranet de la firma puedes bajarte vídeos para conocer a fondo todas las partes del negocio de Lovells.
Estos programas formativos, de carácter internacional y accesible en inglés, no suele superar los cuarenta y cinco minutos siempre cuentan con el apoyo de un tutor que ayuda a que la formación sea más fácil de asimilar. Siempre pasamos una encuesta online que sirva para evaluar si la formación que estamos dando es la adecuada
¿Es la tecnología la clave para que un abogado consiga conciliar su trabajo con su vida personal?
L.L :El uso de la tecnología puede ser un paso importante en ese sentido, pero hay que saber utilizarla y no estar conectado las veinticuatro horas del dia, sin que tengas intimidad. Es fundamental saber que entiende cada profesional por conciliar. Cada uno de nosotros debe saber hasta que punto debe desarrollarse profesionalmente sin perder vida privada. Me preocupa que las jóvenes generaciones de abogados estén tan vinculados a las redes sociales y a la tecnología. A veces te das cuenta que ello puede influir en su capacidad verbal de exposición.
Habla de abogados jóvenes, hay datos que revelan que tras cuatro años de ejercicio, cerca del 40 por cien abandona la profesión.
L.L:Los datos no deben alarmarnos. Es algo que ha surgido siempre. Ahora hay más posibilidades de cambiar de bufete e incluso de profesión que hace veinte años. En los últimos cinco años el mercado legal tiene una rotación del 70 u 80 por cien debido a la gran variedad de ofertas profesionales que existen. Pero no es habitual que le dediques tu vida profesional a una única firma como se hacía antes.
Los abogados jóvenes no suelen permanecer en el mismo despacho que les acoge por vez primera. Prefieren dedicarle entre dos y cuatro años para luego completar su formación con otros estudios e incluso con oportunidades en de estudiar fuera de nuestro país. Normalmente la decisión de asentarse el letrado ya empieza a tomar esa decisión a los diez años de carrera, aunque hay casos que conocemos que toda su vida están con cambios profesionales.
Respecto a nuestro despacho, la rotación se mantiene sobre el 10 por cien, eso sabiendo que nuestro ejercicio fiscal no va con el año natural y que hay siempre incorporaciones de abogados jóvenes en septiembre.
Por último, ¿hacia donde va a tender en el futuro la formación en el sector legal?.
L.L: Es evidente que veremos más avances de los que conocemos. Se perfeccionará la formación online aunque no creo que desaparezcan los programas presenciales, al ser éstos más interactivos. Iremos a una combinación de ambas modalidades Pero no podemos olvidar que el capítulo formativo depende del compromiso personal que cada profesional haga de cara a desarrollar su carrera.
Sobre los contenidos formativos, también resaltar que se seguirá primando los conocimientos técnicos del letrado. Que sea un excelente profesional aunque irá primando cada vez más su vertiente de desarrollo de negocio. Podemos hablar de un setenta por ciento de conocimientos; un quince de desarrollo de personas y otro quince por cien, comercial. Poco a poco, la figura del abogado estrella o gran gurú dara paso al asesoramiento del equipo, multidisciplinar y heterogéneo. Lo más valorable en el futuro será ese letrado capaz de coordinar a ese equipo.