Se trata de una calle y una rotonda cuyas placas se descubrieron la semana pasada de manos de la presidenta de la asociación argentina, Estela Carlotto, y el alcalde de León en funciones, Iván García del Blanco.

Carlotto se confesó emocionada por este acto «que significa el amor, la comprensión y la solidaridad de un país como España y una ciudad como León, que quiere decir que no hay fronteras cuando hay que defender los derechos humanos, los derechos de los hombres, de las personas».

Según la presidenta estas placas constituyen un acto de no olvidar «porque cuando los niños, los jóvenes, pasen por esta rotonda o por esta calle tendrán que preguntar quiénes son las Abuelas de la Plaza de Mayo y ahí está la historia que impide el olvido».

«Seguiremos luchando, pero les aseguro que este acto es un alimento para el alma que, en lo personal, y ojalá pueda transmitírselo a mis compañeras, me hace tener más fuerzas, sentirme más joven y pisar más fuerte para esta lucha por la dignidad de los hombres en todo el mundo, porque esto afecta a toda la humanidad; por eso, con todo el corazón, muchas gracias», dijo Carlotto.

En cuanto a la calle y la rotonda escogidas para ser bautizadas con el nombre de las Abuelas de la Plaza de Mayo, el alcalde en funciones aseguró que no se trata de una elección al azar sino que «está muy cerca del cementerio de León donde durante la Guerra Civil española fueron fusiladas cerca de 2.000 personas; por tanto no es algo que haya ocurrido sólo en Argentina, sino que es algo universal, una lacra y una de las peores enfermedades que tiene la sociedad y la cual hemos de tratar de eliminar, y sirvan estos actos como un pequeño grano de arena para lo que tiene que ser una montaña de comprensión, de dignificación de la memoria y de lo que es un juicio justo a la experiencia vivida por muchas personas».

García del Blanco añadió que «dentro de lo poco que nosotros podemos pintar dentro del contexto internacional queremos, como Ayuntamiento, sumarnos a que sean las Abuelas de la Plaza de Mayo las que reciban este año el premio Nobel de la Paz».

La presidenta de las Abuelas de la Plaza de Mayo defendió que la Ley de la Memoria Histórica aprobada en el Congreso en 2007 es necesaria porque «no se puede vivir ocultando, la historia de lo que pasó hay que hablarla, hay que descubrirla y contarla con víctimas y con victimarios, y es la única forma de asegurar que estos actos de barbarie no se repitan».

Carlotto señaló que España siempre se ha abrazado a esta asociación, «y además se inició un juicio a través del juez Baltasar Garzón en la Audiencia Nacional para culpar a los responsables del genocidio en Argentina que abarca la justicia para todos y, por reciprocidad, hemos hecho un acto para que se investiguen en España los crímenes del franquismo».

La presidenta ha valorado la ayuda recibida por los sucesivos gobiernos constitucionales argentinos desde hace casi tres décadas, reforzada bajo el mandato de los dos últimos presidentes: Néstor Carlos Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner.

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