Reconoce que lo peor que lleva es la gestión del tiempo y dividirse entre la gestión de este emergente despacho y sus asuntos propios como jurista. Después de dos años de duro trabajo Joaquín Sales no ha perdido ningún ápice del entusiasmo que le hizo dejar un despacho consolidado como Lovells, hoy HoganLovells, y embarcarse en el proyecto de posicionar a Watson, Farley  & Williams en el difícil y competitivo mercado español.”Hay que asumir la competencia como tal y saber utilizar la coyuntura de la crisis para crecer y cosolidarte, confiesa Joaquín Sales, su socio director en España. “Nuestro despacho apuesta por la especialización en el asesoramiento en sectores claves, como el energético, infraestructuras, marítimo o telecomunicación gracias  a la experiencia de nuestros profesionales seniors sobre estos temas tan complejos.”

Respecto al futuro, Sales se muestra ambicioso dentro de la prudencia que hace gala en esta entrevista. “ Confio que seamos un despacho de referencia en los sectores principales en los que trabajamos. Sobre el tamaño de la firma todo dependerá de cómo se desarrollen las áreas de negocio pero quizás estemos sobre los treinta abogados”. Desde su punto de vista se trata de ser reconocido por el expertise: “ No pretendemos hacer más operaciones que nadie ni ganar más dinero que nuestros competidores más directos. Queremos que se nos reconozca como una firma que pueda asumir las operaciones más complejas en cualquiera de los sectores en los que estamos inmersos.”

Watson, Farley & Williams es un despacho de abogados internacional líder que proporciona servicios de alta calidad y valor a clientes de un amplio abanico de sectores industriales, con particular hincapié en: financiación e inversión, marítimo, energía, recursos naturales, transporte, inmobiliario, y tecnologías de la información y la comunicación.  La  firma tiene oficinas en Londres, Nueva York, París, Hamburgo, Múnich, Roma, Milán, Madrid, Atenas, el Pireo, Singapur y Bangkok, y actualmente con 275 abogados y con 500 personas de personal de apoyo. Los abogados de sus oficinas internacionales trabajan en equipos integrados para proporcionar servicios jurídicos prácticos y con un enfoque comercial.  Su emplazamiento les proporciona el alcance geográfico necesario para ser competitivos en el mercado global y para prestar servicios jurídicos consistentes de alta calidad a nuestros clientes.

En España,  Joaquín Sales es  el socio director de la oficina de Madrid y socio del departamento de  Project and Structured Finance Group de Watson, Farley & Williams . Se incorporó al despacho en 2009 procedente de  Lovells, donde era el socio director del equipo de Banking & Finance. Joaquín es especialista en financiación de proyectos, con una amplia experiencia en el sector de la energía. Ha asesorado al BEI en un proyecto termosolar y a BBVA, así como a otros financiadores y promotores españoles e internacionales, en diferentes proyectos fotovoltaicos. En el sector del gas natural / GNL, Joaquín ha asesorado recientemente a la sociedad de proyecto y sponsors (Endesa, Iberdrola, Unión Fenosa Gas y el Sultanato de Oman) en la refinanciación de la planta de regasificación de Sagunto y en la financiación de su segunda ampliación. Previamente, asesoró a los MLAs y a un asegurador monoline en la financiación de las tres plantas de regasificación construidas en España desde el año 2000.

Joaquín también tiene  una amplia experiencia tanto en infraestructuras como en proyectos PPP, habiendo asesorado recientemente al BEI en la financiación del Hospital Son Dureta en Mallorca, a los MLAs (Dexia, Santander, Ahorro Corporación), en la financiación del tren ligero de Tenerife, y a los financiadores de los intercambiadores de Moncloa (Fortis, Caixa Geral) y Plaza Elíptica (Barclays, RBS, La Caixa) en Madrid, además de asesorar varios proyectos de autopistas de peaje.

Ahora bajo su coordinación ha reunido a varios prestigiosos abogados, en calidad de socios que vertebran la firma:  Ignacio Borrego, antes Clifford Chance, ahora responsable del área de Derecho Público, Maria Segimón, socia del  departamento de International Corporate, procedente de Dla Piper; Luis Soto, socio  del area de fiscal procedente de  PwC Tax & Legal Services, donde socio local y Pilar Garcia , socia del área de Corporate en Madrid, también procedente de Lovells como el propio Sales

 

Sr. Sales ¿Qué balance puede hacernos de estos primeros dos años al frente de la firma en España?

Creo que la experiencia está resultando muy positiva. Vamos cumpliendo las expectativas de nuestro business plan; arrancamos a finales del 2009 con un equipo de socios y tres asociados y hemos ido cubriendo aquellas áreas que entendemos son claves para nuestros clientes. A lo largo del último año hemos incorporado a tres nuevos socios de tal forma que nuestra estructura se organiza sobre los cinco socios y los diez abogados que configuran a Watson Farley Williams para dar servicio en derecho mercantil, financiero; administrativo-regulatorio y fiscal.

Es cierto que nuestra firma arrancó en plena crisis global económica, pero todo depende de cómo enfoques el tema. Si tienes una visión cortoplacista puedes pensar que el entorno no es el más adecuado. La verdad es que para Watson Farley Williams era estratégico posicionarse en el mercado español. Somos un despacho especializado en diferentes sectores clave como energía, telecomunicaciones, infraestructuras, telecomunicaciones o marítimo donde ofrecemos un asesoramiento jurídico para determinado tipo de cliente. No   nos cabe duda que el mercado español tendrá un protagonismo importante en los próximos años

¿Cuál es su valoración del mercado legal español; un mercado en el que curiosamente las firmas punteras son nacionales? ¿Es tan complejo como parece desde fuera?

Es complicado posicionarse en ese contexto legal pero también lo es para los clientes en sus respectivos sectores. No debemos quejarnos de la competencia. Es algo que está en todos los sectores y hay que saber asumirlo.

Al final lo que tienes que procurar es dar un servicio de valor añadido a tu cliente a un coste razonable. Y desde este punto de vista creo que hay un espacio en el sector legal español para un despacho como el nuestro.

Da la sensación que el sector legal es uno de los que mejor se está adaptando a este entorno dominado por la crisis…

También depende del enfoque tengan los propios despachos. Hay firmas que han tenido que reinventarse pese a estar especializados en áreas muy concretas y dirigir sus recursos a áreas que no tenían antes tanto tirón.

El mundo jurídico es flexible y cíclico a veces; ahora es evidente que los temas concursales, fiscales y laborales son los que más tiempo quitan a la abogacía.

¿Hay alguna idea hoy de poder incorporar algún despacho a la estructura de la firma?

En principio, no. Aunque es evidente que hay alguna oportunidad que está en el mercado. Pero nuestro despacho tiene claro seguir su plan de crecimiento orgánico, controlado  que impulse nuestra filosofía empresarial.

Ahora nuestra prioridad es la consolidación de nuestras últimas incorporaciones, tres socios y sus respectivos equipos de trabajo, por encima de cualquier otra circunstancia

¿Qué rasgos diferencian a Watson, Farley  & Williams de su competencia legal más directa?

Nuestro despacho apuesta por la especialización en el asesoramiento en sectores claves, lo que hace aportar valor al cliente, al contar con profesionales seniors expertos en esos temas. Centrarte en tres o cuatro áreas de negocio te puede ayudar mejor a soportar los momentos de crisis que vivimos. Otro rasgo a destacar es la estructura del despacho; más flexible y reducida cuya estructura de costes es menor.  Seguimos la tendencia a nivel mundial porque la firma está compuesta por 110 socios y 350 abogados lo que deja claro su tamaño y tendencias.

Gracias a esta estructura podemos dar un servicio de alta calidad. Nuestro ratio es de un socio por cada tres abogados, bajo respecto al de otros competidores del sector donde no suele bajarse de seis en despachos internacionales y ser muy superior en los españoles más conocidos.

Con esa experiencia y seniority que atesoran nuestros profesionales se puede dar un servicio de mayor calidad en aspectos legales clave para nuestros clientes.

Llama mucho la atención la apuesta por el profesional senior que hace su despacho.. una apuesta que puede marcar tendencia en el futuro en el sector..

Siempre tuvimos claro que la casa había que empezarla por los cimientos y que debíamos ofrecer talento a nuestros clientes desde el punto de vista de los profesionales que estuvieran con nosotros . Para nosotros los cimientos son los socios que lideran e impulsan las diferentes áreas de ejercicio

No pretendemos ser un despacho mastodóntico como ya hay otros que hacen y ocupan ese espacio  Queremos encontrar nuestro nicho propio de mercado y adaptar la estructura a este contexto específico.

Y sobre los costes, ¿Qué estrategia de retribución ha diseñado su firma en esta guerra de precios que vivimos ahora?

Es un tema complicado ahora aunque siempre hubo presión sobre los precios.  Además creo que siempre debe existir porque es un factor colateral a la propia competencia.

Es evidente que la situación por la que pasan muchos de nuestros clientes no es financieramente no es buena; desde esa perspectiva el asesor legal debe entender las circunstancias y saber adaptarse a este nuevo entorno.

Las empresas contienen sus costes y buscan mayor flexibilidad en el trato que tengas con ellos.  Al final se trata que también el despacho comparta el riesgo con su cliente al igual que el propio beneficio tanto a corto, sobre todo via successfee como a largo plazo en una relación más prolonganda en el tiempo.

De todas formas los clientes siguen estando dispuestos a pagar por el trabajo bien hecho. Lo que no están dispuestos es a tener proveedores que no hagan un trabajo excelente que no justifique ningún tipo de valor añadido en las operaciones para las que se les contrate

Desde esa perspectiva hablar de retribución por horas parece complejo e inasumible por el cliente, ¿verdad?

La verdad es que sí. Ahora el cliente necesita tener una certeza clara de los costes en la medida que sea posible porque muchas veces determinadas operaciones se complican respecto a los presupuestos hechos inicialmente.

Los  clientes son siempre receptivos a aquellos servicios donde está claro que reciben un valor añadido claro. Que perciban la actitud de servicio y dedicación que le ofreces para defender sus propios intereses.

Es evidente que la crisis global que vivimos incide sobre estos temas  aunque una firma como la nuestra creo que ha sabido aprovechar la coyuntura como oportunidad gracias a su política de especialización en el asesoramiento de calidad y a su estructura de despacho ha contribuido a crecer en dos dígitos tanto en facturación como en beneficios

Sobre su experiencia como socio director, ¿Cómo compagina la dirección de la firma en España con su trabajo como abogado?

Con mucha ilusión y entusiasmo.  La verdad es que es muy atractivo estar involucrado desde el principio del proyecto desde su vertiente empresarial.  Con la práctica aprendes a diferenciar las cosas importantes de las urgentes.

Pese a ello no cabe duda que hay  que saber bien como gestionar el tiempo para atender tantos a los clientes como a tu propio equipo de trabajo . Es fundamental tener claro el tiepo que vas a dedicar al desarrollo del negocio y el que necesita tu propia organización.

El trabajo no es sencillo. Requiere mucha dedicación y siempre por ello hay que tener espíritu de mejora y de seguir aprendiendo a diario de todo tu entorno.

Este último año ha sido clave para completar el equipo de profesionales e impulsar a Watson, Farley &  Williams en el mercado español.  Era necesario hacerlo y creo que hemos logrado un buen equipo de profesionales.

En cinco años, ¿Dónde estará posicionada Watson, Farley  & Williams en España?

Espero que sigamos en la oficina magnífica que tenemos (sonríe). En ese periodo de tiempo que usted me habla confio que seamos un despacho de referencia en los sectores principales en los que trabajamos. Sobre el tamaño de la firma todo dependerá de cómo se desarrollen las áreas de negocio pero quizás estemos sobre los treinta abogados

No pretendemos hacer más operaciones que nadie ni ganar más dinero que nuestros competidores más directos. Queremos que se nos reconozca como una firma que pueda asumir las operaciones más complejas en cualquiera de los sectores en los que estamos inmersos.

Es evidente que la especialización de sus abogados es notable en estas áreas. Nuestra labor en el sector marítimo se centra sobre todo en operaciones societarias; compra y venta de activos y sociedades, renovaciones etc. En energía igual, financiación de proyectos, aspectos regulatorios del sector o fiscalidad. Igual pasa en infraestructuras o telecomunicaciones. Compaginamos el enfoque sectorial con unas prácticas transversales para dar un servicio de alta calidad a nuestros clientes.

 

 


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