El motivo que alegaba es que tanto ella como su nuevo compañero sentimental le propinan cachetes por no poder controlar sus esfínteres.

La sentencia afirma que «constan aportados los partes de lesiones a los que alude el padre e incluso consta probado, a tenor de las declaraciones vertidas por la madre y por su actual compañero sentimental, que una y otro reprenden al niño e incluso le propinan cachetes como castigo por la falta de control de los esfínteres».

Añade que el niño ha manifestado que «las lesiones en las nalgas se las produjo el compañero de su madre al reprenderle por motivo de la citada falta de control de esfínteres.»

Pero según el tribunal, lo más conveniente para recuperar la normalidad en las relaciones de los ex esposos no es dejar que el cuidado del menor recaiga sobre el padre.

La solución que proponen es que ambos acudan a un servicio de mediación familiar para solucionar el conflicto que les supone la custodia.

«Las reiteradas denuncias y el fracaso de las mismas son un claro exponente de esta conflictividad y enfrentamiento que, sin duda, redunda en un claro perjuicio del menor», afirma la Audiencia Provincial de Murcia.

Los hechos descritos, asegura el tribunal, «se desarrollan en un marco caracterizado por continuos enfrentamientos entre los progenitores y por reiteradas denuncias del padre contra su ex mujer por amenazas, insultos o incumplimiento del régimen de visitas, que han resultado sobreseídas».

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