¿Cómo ven los abogados la situación de la Justicia en España? ¿Cómo ve la sociedad a los profesionales jurídicos y cómo se ven ellos como colectivo? ‘La abogacía ante el espejo’, obra del sociólogo y jurista José Juan Toharia, intenta responder a todas estas cuestiones. Lo hace a partir de datos demoscópicos recopilados en los últimos 15 años por el Consejo General de la Abogacía, que permitirá a todos los abogados españoles recibir gratuitamente esta obra, ya disponible en Smarteca.
Los barómetros periódicos de opinión impulsados por el Consejo General para tomar el pulso a la Abogacía, que han servido de base para la redacción de esta obra, constituyen «un caso único» entre los países de la Unión Europea, según informa el CGAE. España posee más información demoscópica que la disponible en cualquier otro país de nuestro entorno sobre lo que piensan, esperan, aprueban o censuran nuestros abogados y nuestra ciudadanía acerca de cuestiones socio-jurídicas de fondo o coyunturalmente relevantes. En opinión del autor, José Juan Toharia, “se trata de un legado impagable que además, en temas especialmente sensibles como la evaluación del funcionamiento de la Justicia Gratuita».
Conclusiones relevantes
Entre las conclusiones que recoge este trabajo, es destacable el dato de que lo más valorado de los abogados por el 91% de los españoles es su capacidad de pacto y negociación, precisamente lo que más echan de menos en la clase política. Por otra parte, el 82% de la ciudadanía considera que los abogados están desempeñando un papel esencial en la defensa de los derechos y de las libertades ciudadanas, y un 70% opina que su existencia misma permite que se aclaren y resuelvan pacíficamente situaciones que, de otro modo, podrían derivar en injusticias y violencias. Además, un 68% les reconoce un alto nivel de preparación y de competencia profesional.
Cambio radical de actitud hacia el papel de la abogacía
En ‘La Abogacía ante el espejo’ el autor expone cómo en las sociedades democráticas avanzadas, incluida la española, se ha producido un cambio radical de actitud respecto del mundo jurídico en general y respecto de la figura del abogado en particular, debido al espectacular crecimiento del sistema legal. Paralelamente, ha cristalizado la cultura de pertenencia: los ciudadanos se saben parte integrante de un sistema jurídico del que se consideran titulares (y no meros sujetos pasivos), entienden a la Justicia como un servicio público de importancia estratégica, se saben acreedores a la tutela judicial y perciben al abogado como una figura auxiliadora clave por su pericia profesional para todos los que tengan que transitar por este inmenso mundo de normas, regulaciones y procedimientos.