Pocos profesionales pueden tener una visión tan clara el pasado, presente y futuro de nuestra abogacía como nuestro entrevistado. Aquella abogacía más tradicional de los años setenta que seguía las indicaciones de honorarios de los Colegios de Abogados y empleaba el fax para comunicarse se ha transformado en otra más profesional que, influenciada por la llegada de despachos anglosajones ha pegado un salto cualitativo importante. Además, ahora invertir en tecnología es una obligación para ser competitivo y eficaz con el cliente :“creo que el abogado español es más versátil, más flexible. Que ha sabido adaptarse mejor al cambio y a las nuevas necesidades en este entorno de crisis, “afirma Luis de Carlos, socio director de Uría Menéndez en los últimos seis años. Desde su perspectiva profesional “, la abogacía española esta bien preparada; la educación que reciben nuestros profesionales es amplia y multidisciplinar. Por encima de todo, siempre le comento a mis abogados que además de ser especialistas en áreas como fiscal o mercantil, por encima de todo deben seguir siendo abogados. Eso significa que pueden ayudar al cliente en cualquier tipo de necesidad que se plantee.”

Luis de Carlos, hombre muy vinculado a la Universidad Pontificia de Comillas, entidad donde estudió Derecho y Empresariales prácticamente a la vez para luego doctorarse en Derecho , no podía faltar en la lista de invitados de primera fila del VII Congreso Unijes celebrado hace unas semanas en Madrid. Su ponencia “Los grandes retos de los despachos de abogados colectivos en España” dibujo con destreza el panorama actual de un sector, el de la abogacía que en los dos últimos años creció sobre el 5 por ciento. Disponer de un modelo de negocio claro; cuidar el talento, apostar por la innovación tecnológica; ser competitivo a través de una política de honorarios donde prima el valor que se le ofrece al cliente y saber diseñar una estrategia de internacionalización para seguir a tus clientes son algunos de los desafíos que ya acometen las firmas españolas. “ En nuestro caso, frente a la facturación por horas preferimos apostar por el value billing, minutación por valor. Para nosotros es el valor que podamos aportar al cliente en cada asunto. Y ahí hay que medir muchos factores desde la novedad del asunto; su urgencia; su real importancia o la propia complejidad del tema. De esta forma se puede llegar a sabe el valor razonable que has aportado al cliente y consensuar la factura con él”.

Luis de Carlos es Socio Director de Uría Menéndez desde noviembre de 2005. Se incorporó al bufete en 1983 y fue nombrado socio en 1991. Dirigió la oficina de Barcelona entre 1993 y 1995, y ha sido el responsable de la práctica profesional de Uría Menéndez hasta su designación como Socio Director.

Dispone de gran experiencia en Derecho de mercado de valores y asesora también regularmente en Derecho societario y gobierno corporativo, fusiones y adquisiciones y Derecho bancario.

Los principales directorios internacionales le consideran como el abogado de referencia en España en mercado de valores. Es miembro del Consultative Working Group del Corporate Finance Standing Committee (CFSC) de la European Securities & Markets Authority (ESMA) y Secretario General de la Fundación de Estudios Financieros.

Sobre su formación académica cabe resaltar que es Licenciado en Derecho (Premio Extraordinario), Universidad Pontificia Comillas, 1982. También es Licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales, Universidad Pontificia Comillas, 1983,; Doctor en Derecho, cum laude, Universidad Pontificia Comillas, 1997 y profesor de dicha Universidad en materia de Bolsa y Mercados. Esta colegiado por el ICAM y pertenece a la International Bar Association (IBA)

Sr de Carlos ¿Cuál es el estado de salud de la abogacía española?

A pesar de las dificultades del entorno creo que el estado de salud de la abogacía española es bueno. En la historia de la abogacía española de los veinticinco años es una historia de éxito; de profesionalización, esfuerzo y trabajo colectivo, donde se han ido construyendo muy buenos despachos; grandes organizaciones y se han formado y educado grandes profesionales.

Durante este tiempo la demanda de servicios jurídicos ha crecido y con ella los propios despachos de abogados ya pesar de la crisis económica la demanda de servicios jurídicos ha sido elevada. Seguramente ha cambiado el perfil de los asuntos; estamos trabajando más en temas de reestructuraciones, refinanciaciones, asuntos concursales, procesales y laborales.. Y algo menos en operaciones de mercado de capitales; de compra venta de empresas y otros asuntos mercantiles.

Los datos están ahí, según las informaciones publicadas en los últimos dos años el mercado legal español ha crecido del orden del 5 por ciento en el 2009, algo más del 4 por cien en el 2010, datos que contrastan frente a las caídas del PIB del 3,5 por cien, por ejemplo

En general la abogacía española ha mostrado una buena capacidad de resistencia a la crisis.

¿Cuáles cree que son las causas de esa mejor adaptación a la crisis que en otros países?

No podemos olvidar que pese a la crisis la demanda de servicios jurídicos se ha mantenido estable aunque bien es verdad que como le he comentado antes cambia la naturaleza de los asuntos. Se reclaman servicios jurídicos de calidad y de nivel.

En segundo lugar, la abogacía española esta bien preparada; la educación que reciben nuestros profesionales es amplia y multidisciplinar. Por encima de todo, siempre le comento a mis abogados que además de ser especialistas en áreas como fiscal o mercantil, por encima de todo deben seguir siendo abogados. Eso significa que pueden ayudar al cliente en cualquier tipo de necesidad que se plantee.

En ese sentido creo que el abogado español es mas versátil, más flexible. Que ha sabido adaptarse mejor al cambio y a las nuevas necesidades.

A la vez, los despachos colectivos al tener una práctica multidisciplinar tiene una mayor diversificación y eso ayuda a compensar los ciclos económicos. Así en un momento dado las bajadas en algunas áreas se compensan con crecimientos de otras actividades legales más en boga


¿Es tan complicado el mercado español, como señalan sus colegas anglosajones?

El mercado español es muy profesional, abierto y muy competitivo. Aquí no ha habido ningún tipo de restricción regulatoria ni práctica al establecimiento de firmas extranjeras. De esta forma se han implantado todas las firmas del Reino Unido, muchas firmas norteamericanas que también tuvieron su éxito

Todo ello lo configura como un mercado extraordinariamente abierto, lo que sucede es que la abogacía española está muy bien organizada y profesionalizada sabiendo dar a los clientes el servicio que pedían

Para nosotros que esta abogacía sea abierta y competitiva también es un acicate. Que los despachos españoles no hayamos gozado de ninguna protección ha hecho que hayamos tenido que espabilarnos.

Se trata sobre todo de aplicarnos y de desarrollar criterios de excelencia en nuestra gestión y eso hace que los despachos hayan resistido bien y estén en cabeza del sector lo cual no deja de ser una satisfacción. Estamos ahí, en definitiva, por méritos propios no porque hayamos tenido alguna protección especial

En este futuro que espera al abogado, ¿Cuáles son los retos que debe afrontar el ejercicio de la abogacia?

Indudablemente son muchos y constantes. En primer lugar podríamos destacar que cada despacho debe tener definida su estrategia y modelo de negocio dentro de los diferentes tipos de despachos que hay. De esa forma distinguimos de la boutique especializada a la firma multidisciplinar; también se puede distinguir según tu localización geográfica e incluso el tipo de cliente o el asunto. Al final es fundamental que un despacho tenga clara su identidad y su modelo de negocio

Desde este contexto habrá que tomar otras decisiones importantes. La primera tiene que ver con el reclutamiento: poder contar con los equipos de profesionales adecuados. Esta es una profesión de personas donde la confianza es la base del éxito. Y en consecuencia donde hay que invertir es en recursos humanos: se trata de captar y formar buenos profesionales y ahí uno de los grande retos es la Ley de Acceso a la Profesión que entrará en vigor en octubre de este año

La verdad que es una norma polémica por muchos motivos. En principio está diseñada para incrementar el nivel de los abogados en el futuro estableciendo requisitos adicionales de formación, en forma de Másters, prácticas o exámenes. Pero también plantea algunos interrogantes; en primer lugar hay críticas por aplicar la reglamentación a licenciados de planes anteriores a Bolonia; posiblemente hubiera sido más lógico que se plantease a los nuevos graduados, y no a dos promociones que han quedado colgadas con dos requisitos extras injustificados.

Por otro lado desde la perspectiva de los despachos que al final somos los demandantes de abogados nos preocupa, por un lado la travesía en el desierto. Faltan pocos meses para la entrada en vigor y aún hay indefinición en cuáles serán estos masters y cuáles son los procesos para lograr la colegiación.

Pero además nos preocupan los dos años de esa travesía en el desierto hasta que contemos con nuevos abogados y por otro lado el que estos nuevos requisitos desincentiven la oferta y que haya profesionales, sobre todo estudiantes de doble licenciatura que antes estas demandas prefieran optar por otra orientación profesional. Este es ahora de uno de los retos más importantes al que nos enfrentamos

Otros retos que deben asumir los despachos tiene que ver con el desarrollo tecnológico. Vivimos sin duda cada vez más en un entorno más sofisticado en el que periódicamente se desarrollan nuevas herramientas e instrumentos informáticos. Esto ha hecho que la tecnología sea fundamental.

Nosotros tuvimos una experiencia este mismo años donde tuvimos un percance en nuestras oficinas lo que nos obligó a desalojar durante quince días. Afortunadamente solventamos la situación gracias a la tecnología y herramientas de trabajo a distancia.

Probablemente si fuera al revés, habernos mantenido en la oficina pero haber colapsado nuestra informática seguro que hubiéramos padecido muchísimo mas. Invertir en tecnología es estar a la vanguardia y es clave

Como cuarto reto destacaría también el ser competitivo. Se trata de ser capaz de ofrecer unos servicios a unos precios razonables; de ofrecer valor a los clientes por lo que aportamos en nuestro asesoramiento. Y finalmente el quinto elemento sería tener una estrategia de internacionalización correcta

Si le parece vamos comentando estos retos que debe hacer frente la abogacía. Sobre el posicionamiento del despacho ¿ Cuesta tanto convertir un despacho familiar en institucional?

Probablemente esa sea una de las exigencias más complejas. En nuestro caso se ha producido a lo largo de muchos años.. Tenga en cuenta que fue un proceso que iniciaron nuestros fundadores Rodrigo Uría González y luego su hijo Rodrigo Uría Meruéndano y Aurelio Menéndez en los años setenta.. Ellos empezaron a estructurar el despacho según modelos de organización internacionales

Además se ha podido aprovechar el desarrollo de la economía española en los últimos veinticinco años lo que nos ayudó a convertirnos en un despacho institucional, donde tenemos reglas bastante estrictas. Por ejemplo, los hijos de los socios no pueden trabajar en el despacho, con lo cual la separación de familia y organización profesional es muy clara.

La verdad que no es fácil, dar el salto de un despacho personalista a ir creando una institución con unas reglas claras de juego. Con todo esto conviertes el despacho en una meritocracia; el progreso de una firma se logra por el esfuerzo y los méritos. Todo lo que le comento exige tomar una decisión y aplicarla

Respecto a retener al talento: ¿Dónde está la clave para lograr fidelizar a ese profesional con futuro o a ese socio destacado?

Creo que hay muchas claves para que un profesional tenga fidelidad a una organización. Esto al final suele ser recíproco; debe haber un sentimiento de afecto en el doble sentido. Además de esto hay factores como el propio prestigio de la firma; el que el despacho tenga buenos maestros con los que los jóvenes puedan aprender; que existan reglas de juego claras en la firma y que los jóvenes vean que hay progreso y futuro; tener asuntos interesantes y que los jóvenes abogados puedan aprender y se sientan valorados contribuyendo a su desarrollo profesional.

También es importante que existan sistemas de compensación adecuados al esfuerzo que realizan donde existan planes de formación continuadas que les ayuden adaptarse a los cambios; las propias condiciones de trabajo que sean las adecuadas; poder tener capacidad de gestionar conocimiento a través del acceso a sentencias que les facilite su trabajo; poder desarrollar carrera en el extranjero también es otro tema muy valorado

Son muchos factores como puede ver. Al final se trata de un trato personalizado y mejora continua de las propias personas que configuran el despacho. Se trata que la gente esté comoda pero también comprometida con tu proyecto. Al final estamos hablando de las dos caras de la misma moneda. De un lado el esfuerzo y la responsabilidad; de otro la compensación que da la firma

Ser abogado significa sacrificarse.. hablamos de una profesión difícilmente conciliable

Desgraciadamente es asi. Hablamos de una profesión difícil y exigente por una razón principal: nosotros no controlamos nuestra agenda, cuando te la marcan otros siempre estás a remolque de los demás. Son los clientes o tribunales que te van marcando los vencimientos. E incluso te pueden llegar a marcar los plazos de las operaciones

Además este mundo legal es muy competitivo y muchas cosas tienen que estar ya. Se trata de darle a tu cliente una respuesta inmediata y eficaz.

Las tecnologías que pueden ayudarte en tu trabajo también hay que reconocer que pueden invadir tu vida privada. Al final el cliente espera que estés disponible las 24 horas del día los 365 días al año: un email sin responder durante diez horas puede generar cierto rechazo.

Esta es una profesión exigente donde nuestros clientes valoran mucho nuestra capacidad de respuesta e implica mucho compromiso al propio abogado. A partir de ahí lo que tienes que hacer es asumirlo. Ser abogado es muy vocacional. Si no vas a asumir ese reto lo mejor es que te dediques a otra cosa buscando otras profesiones menos exigentes donde se controle mejor su tiempo personal. Si esto no se asume se sufre mucho y vive muy mal

Todo esto desemboca en que es bueno saber gestionar tu tiempo y tu agenda. Un socio nuestro siempre dice que debemos tener capacidad de hacer domingos, lunes y los lunes domingos cuando haga falta. Por todo ello hay que saber aprovechar los huecos y disfrutar de cada momento y circunstancia

Por otro lado, debemos aprovechar las facilidades que nos ofrece la informática. Poder trabajar a distancia o desde casa tiene su ventaja de trabajar deslocalizado , aunque como ya le comenté tiene el inconveniente que te invade tu intimidad

Y,por último, creo que hay que intentar mantener una disciplina, cierta rutina. A veces hay que saltársela pero no por regla general. Debes tener claro cuales son tus horarios normales; respetarlos y solo con circunstancias especiales saltártelos teniendo esa disponibilidad

Sobre la apuesta tecnológica de la abogacía ¿cree que con ella se puede hablar de una nueva forma de ejercer la abogacía?

La evolución tecnológica es gradual. No pasamos de la Edad de Piedra al Ipad. A lo largo de mi carrera profesional he ido viendo innovaciones tecnológicas constantes. Cuando empecé en esto de la abogacía usábamos el télex; luego vino el fax, después los teléfonos móviles, ahora internet y también el internet móvil.. La evolución ha sido siempre constante y a mejor…

Creo que seguiremos viendo aplicaciones muy interesantes que nos ayudarán a gestionar mejor nuestra vida y en otros a lo mejor nos lo complica. Pero yo en general intento ver el aspecto positivo y el progreso siempre es bueno.

¿Esto supone un cambio en la forma de ejercer la profesión? Creo que en última instancia la tecnología esta para ayudar; nunca podrá sustituir el juicio y valor añadido que ofrezca un buen profesional porque al final todas son herramientas y las herramientas están para ayudarnos y hacer el trabajo mejor. Ayudan a mejorar nuestra productividad y eficiencia pero no podrán sustituir el buen juicio de un buen profesional

Respecto a la competitividad que debe buscar el cliente ¿Cómo se encaja la facturación por horas en un entorno de crisis como el actual?

Esto ha evolucionado mucho. En nuestros primeros años de ejercicio profesional seguíamos los baremos de los Colegios de Abogados. Ha sido posteriormente con la incorporación de técnicas anglosajonas cuando se fue popularizando la llamada facturación por horas.

Siempre he tenido algunas dudas sobre el sistema de facturación por horas en el sentido que encierra una contradicción en sí mismo.; cuantas más horas trabajas, más te pagan. Es absurdo que paguen más por tu ineficiencia.

Nosotros como despachos desarrollamos desde hace años el value billing, minutación por valor. Para nosotros es el valor que podamos aportar al cliente en cada asunto. Y ahí hay que medir muchos factores desde la novedad del asunto; su urgencia; su real importancia o la propia complejidad del tema. De esta forma se puede llegar a sabe el valor razonable que has aportado al cliente

No cabe duda que en este planteamiento el tiempo que le has dedicado a ese asunto también es importante. Saber las horas que le dedican tus profesionales a un asunto supone una herramienta de control de gestión importante de la que no prescindiría. Y es que me ayuda a saber que carga de trabajo tenemos; quién esta ocupado.. cuantas horas le dedica a cada tema… Es información buena por si tienes que reforzar equipo y también te indica si tienes excedentes que puedes utilizar en otros casos.

A la hora de minutar es importante pero no podemos dejar de lado los otros factores que le he citado con anterioridad. Al final se trata de consensuar con el cliente esa factura en función del valor que le has proporcionado.

Nosotros no somos de enviar facturas sin más. Procuramos consensuar nuestros honorarios o antes o al terminar el citado asunto. Es cierto que cada vez más los clientes quieren tener cierto control sobre los honorarios de los despachos por eso es frecuente que te pidan una estimación prueba, luego un presupuesto. Es fundamental que no haya sorpresas en esos temas. Para el cliente también al final de la evaluación de nuestro trabajo tiene que ser satisfactorio el tema honorarios. Lo importante es que el servicio sea bueno y el precio justo, en definitiva.

Por último, vivimos un momento de apertura al exterior ¿Qué consejo le daría a aquellas firmas que deseen posicionarse a nivel internacional?

Indudablemente el mundo es cada vez más global. Todo esto hace que estemos más cerca y mejor interconectados.
Al mismo tiempo se da la paradoja que el derecho es bastante local. Pese a los diferentes saberes y conocimientos el Derecho es muy local. Se promulga de forma local; se exige el enforcement, también de manera local. Todo eso hace que sea necesario un conocimiento del entorno y de la legislación donde se va a aplicar.

En consecuencia hay tres posibles estrategias para acercarse a la salida al exterior: una, que pone el acento local en el derecho y por tanto centrarse en la práctica de nuestra propia jurisdicción. Otra iniciativa mas ambiciosa sería poner el acento en la globalización para tratar de construir firmas globales.

Esto es más complejo y quizás tengan ventaja los despachos anglosajones en estos temas. No podemos olvidar que el derecho inglés o common law es mejor aplicable en transacciones crossborder que el propio derecho español, por ejemplo.

También el idioma o el prestigio de sus propias firmas es internacionalmente muy tenido en cuenta. Pero no deja de ser complejo para las firmas anglosajonas desarrollar despachos globales. Todo esto genera firmas muy grandes, con diferencias importantes entre países de costes y honorarios y es complejo gestionarlo.

Frente a estas alternativas el modelo de nuestra marca, Uría Menéndez es el de una firma de vocación internacional. Siempre pensamos ser una firma abierta tanto para la inversión extranjera en España y Portugal como al contrario.

Esta apertura la reforzamos con una red oficinas importantes en plazas consideradas estratégicas como Pekín, Londres, Nueva York o Bruselas donde nos centramos para apoyar a nuestros clientes en uno u otro sentido sin hacer nunca estrictamente derecho local. Además disponemos de una relación de best friend con los principales bufetes del mundo.

Esa combinación de saber local, red internacional y best friend en todas las jurisdicciones es una propuesta interesante para nuestros clientes. De esta forma hemos sido puerta en España de inversiones significativas extranjeras y también acompañamos muchas empresas españolas en sus inversiones en otros países.Creo que hemos logrado un modelo equilibrado y que funciona bien.

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