Por Marc Gericó (@MarcGerico), Executive Partner at Gericó Associates
Justo antes de su muerte, Adam Smith (1723-1790) ordenó la destrucción de algunos de sus manuscritos inéditos, entre los cuales probablemente se encontraban conferencias sobre jurisprudencia y sus lecciones sobre retórica. Hubiese sido una pena que gran parte de ese material y know how se perdiese irremediablemente, pero menos mal que no tenemos que lamentar dicha pérdida ya que, más adelante, uno de sus alumnos rescató los mencionados escritos.
Siempre debemos actuar con sentido común. Ni Coca Cola revelará su fórmula secreta, ni las compañías que basan su esencia de negocio en la investigación revelarán el 100% de los algoritmos que las hacen triunfar, pero puede que sí vayan dando unas píldoras de su enorme conocimiento. Compartir parte de nuestro know how significa pensar en abundancia, dado que apostamos por demostrar a nuestro mercado nuestra valía y aprovechamos para reforzar nuestra marca.
Al compartir conocimiento debemos apostar por una estrategia clara para comunicar un mensaje contundente al mercado. Hay que centrar nuestra presencia on-line en nuestra web/blog, utilizando todas las herramientas que tenemos a nuestro alcance como vías de reconducción a la misma. Compartir conocimiento en nuestro blog refuerza la marca del despacho. ¿Debemos dejar que sea nuestro profesional el que firme los artículos o debe firmar el departamento? Bajo nuestro punto de vista, creemos que, sin lugar a dudas, debe firmar el profesional. Incluso grandes firmas que firman sus artículos por departamentos nos han reconocido que no hay consenso en torno dicha decisión. Nosotros lo tenemos claro: todos los abogados merecen visibilidad y, como jugadores de equipo que deben ser, si les ayudamos a trabajar su ‘personal branding’, potenciaremos la marca corporativa del despacho.
En cambio, ser recelosos de nuestro conocimiento provoca que otros actúen del mismo modo hacia nosotros, y dejamos de transmitir valor a nuestros clientes potenciales. Un sabio dijo una vez: ‘La vida es como un espejo, muéstrale tu mejor sonrisa y te devolverá de la misma forma’.
Un estudio sobre cómo usan las Redes Sociales los in-house counsel en EE.UU. realizado por Greentarget y del que se hizo eco Iuris Communicatio, nos revelaba que un 53% de los in-house counsel reconocían que un buen blog influía en sus decisiones de contratación.* (fuente: Bloomberg Law). En el sector de la abogacía, tan clásico y conservador por antonomasia, ya son muchos los abogados que buscan nuevas estrategias para aceptar los cambios que, con una rapidez y voracidad asombrosos, están transformando radicalmente el mercado.
Algunos vienen adquiriendo conocimientos de marketing jurídico desde hace años mientras que otros buscan, desesperada y simplemente, un camino hacia la supervivencia.
Como reflexión final, quería añadir que el hecho de compartir con generosidad contenidos on-line significa también ir sembrando una notoriedad, que junto la calidad de los asuntos tratados, significará por ende una reputación en el mercado de actuación. La reputación –la tuya y la de cualquier otro abogado- no surge de un día para otro, ni la podemos crear nosotros solos: nuestro sector y nuestro mercado, por definición, siempre tienen algo que decir al respecto.
¿Y tú qué opinas? ¿Compartes tu conocimiento en la red?