Formar a un jugador de la cantera, no asegura a los clubes de fútbol el fichaje de una estrella cuando sea mayor. Esta es la situación desde que el Tribunal Supremo declarase nulos los precontratos e indemnizaciones en los casos de menores no emancipados. En tal sentido, el despacho de abogados Gómez-Acebo & Pombo y la Fundación de Fútbol Profesional realizaron el pasado miércoles en la sede de la Liga Nacional de Fútbol Profesional (LFP) la jornada ‘Fidelización de los menores integrados en canteras deportivas’ dirigida a las entidades deportivas para abordar posibles soluciones.
El evento, presentado por el presidente de la Liga Nacional de Fútbol Profesional, Javier Tebas Medrano, trató aspectos como la evaluación de los costes de formación de la cantera, los mecanismos para lograr la inclusión de cláusulas de compromiso o la forma de reclamar la responsabilidad extracontractual del club de destino, entre otros.
En la jornada participaron los expertos de Gómez-Acebo & Pombo: Antonio V. Sempere Navarro, Ángel Carrasco Perera y Manuel J. Martín Domínguez, junto al consejero-delegado del Villarreal C.F., S.A.D., Fernando Roig Negueroles, la gerente de la Fundación del Fútbol Profesional, Olga de la Fuente, y el asesor jurídico de la Liga Nacional de Fútbol Profesional, Miguel M. García Caba. También acudieron representantes de 23 clubes profesionales, así como de otras entidades.
Después de la nueva jurisprudencia
La sentencia del Tribunal Supremo dictada el pasado mes de febrero sobre el caso de Raúl Baena «no resuelve el problema», según Antonio Sempere. El coordinador de Derecho Laboral de Gómez-Acebo & Pombo consideró que «mientras no llegue en forma de Ley del Deporte, las circunstancias de cada club son distintas y pensar que existe una solución universal es de relativo riesgo».
«No siempre se tiene que hablar de desprotección del menor, ni de frustración del desarrollo de su personalidad», apuntó Manuel Martín Domínguez, responsable de Derecho del Deporte de Gómez-Acebo & Pombo, quien también matizó que «una posible solución podría estar en que las cláusulas estén realmente vinculadas a la formación del menor».
Unas cláusulas que «al margen de la sentencia, se pueden pactar cuando no sean manifiestamente abusivas y que permitan (al menor y a sus padres) exonerarse por justa causa», señaló Ángel Carrasco, catedrático de Derecho Civil y responsable de Gestión del Conocimiento de Gómez-Acebo & Pombo.
Otro aspecto destacado fue el de la falta de mecanismos de cálculo de los daños generados a los clubes por la ruptura de los contratos de forma anticipada. «Me sorprende que nadie haya mencionado la forma de calcular las indemnizaciones por los perjuicios causados al club», expresó Sempere, al tiempo que recordó que «aunque sea nulo el contrato (o precontrato) existe la obligación de indemnizar».
