La ley establece que la bandera española «deberá ondear en el exterior y ocupar un lugar preferente en el interior de todos los edificios y establecimientos de la Administración central, institucional, autonómica, provincial, insular y municipal del Estado».
El Tribunal Supremo dictó hace un par de meses una sentencia que ha obligado al Parlamento vasco a colocar la bandera española «de manera permanente». Así rechazo el argumento de la Cámara vasca de que el requerimiento se hizo fuera de plazo porque hacía más de 20 años que la bandera española no ondeaba en la fachada del edificio.
En Mallorca, la mayoría de los consistorios que incumplen la norma no muestran ninguna bandera en la fachada, ni la española ni la balear, la mallorquina u otras locales, y lo justifican por motivos económicos o porque simplemente es tradición en el pueblo.
Todos reconocen que saben que están incumpliendo una ley y no le dan ninguna importancia. Sólo acostumbran a colocar todas las banderas durante las fiestas patronales, en la Diada de Mallorca, jornadas de duelo o durante estos días en el periodo de las fiestas navideñas. Esto último es lo que pasa en Porreres, donde gobierna UM.
El edil de Porreres, Bernat Bauçà, dice que la ley de banderas es «una tontería». «Hay leyes que sólo hacen aumentar los gastos de los ayuntamientos. Pero ha sido así toda la vida, también cuando gobernaban UCD y PP. Sólo se cuelgan en fiestas», expone Bauçà, miembro de la Ejecutiva de UM. Hay otros que no las ponen «nunca».
«Ni por fiestas ni por nada. No sé por qué, pero había sido así durante los 25 años en que gobernaba Independents y desde que llegamos en 2004 ni siquiera lo hemos hablado, aunque sé que existe una ley», explica el alcalde, Rafel Gili, también de la Ejecutiva de UM, según publica el diario El Mundo.
