Pasa a segundo trámite el proyecto que dispone la protección de ingresos por medio de beneficios fiscales a la clase media.
La iniciativa que otorga protección fiscal a ingresos de la clase media fue respaldada en forma unánime por la Sala.
El proyecto que establece un financiamiento con aporte fiscal para la protección de los ingresos de la clase media quedó en condiciones de cumplir su segundo trámite en la Cámara de Diputados.
Ello, después de que la Sala despachara con voto unánime la iniciativa y las modificaciones introducidas en el Senado.
El senador Jorge Pizarro, en su calidad de presidente de la Comisión de Hacienda, abogó por «la flexbilización de los requisitos para que no queden fuera sectores medios de la pesca artesanal o el transporte.»
Por su parte, el Ministro de Hacienda, Ignacio Briones intervino para agradecer el acuerdo alcanzado y detalló que en lo fundamental «se trata de un bono no reembolsable de $500 mil para personas con ingresos entre 400 mil y 1.500.000 de pesos y un préstamo estatal solidario a una tasa de interés real de 0%».
Diversos legisladores expusieron sus distintas visiones sobre la oportunidad de esta iniciativa del Ejecutivo y la fórmula que apunta a entregar medidas de mitigación de este sector de la población afectado por la pandemia:
El senador Carlos Montes explicó que se trata de un proyecto dirigido a sectores medios con ingresos formales ya que “apunta a un universo de 1400 personas con un costo de mil millones de pesos, además del crédito que se recupera.» Además, señaló que «se lograron cambios importantes como bajar el piso a 400 mil pesos y se permitió separar lo que era el aporte fiscal del crédito”.
Carlos Bianchi manifestó que si bien todo esfuerzo es bienvenido frente a necesidad del país, lamentó que hayan “quedado fuera de este nuevo beneficio más de 600 mil jubilados con renta permanente, pero que no supera los 250 mil pesos».
Yasna Provoste criticó el proyecto al decir que “la mayoría de los apoyos que se han planteado para la clase media tienen como base la generación de deudas o la postergación de las mismas. Por eso hemos dicho que este es un proyecto tardío, insuficiente y regresivo”.
Ximena Rincón sostuvo que “quedó al descubierto los miles de chilenos que viven en situación de “sálvese quien pueda”. Las medidas del gobierno son a cuenta gotas e insuficientes (…) Este incentivo es importante, pero ineficiente. (…) Chile ya no quiere más deudas”.
Por su parte Ricardo Lagos Weber se excusó al decir que “no se trata de una mirada negativa, porque a todas luces este proyecto va a dar un beneficio (…), pero la forma en cómo el Gobierno ha encarado la crisis (…) ha sido errática. ¡En la oposición hemos aprobado todo! (…) Tal vez habría que instalar una institucionalidad que evalúe cómo están operando estos paquetes”.
Rabindranath Quinteros agregó que “aquí se deja fuera a los informales. (…) Este es un préstamo blando que seguirá siendo un nuevo pasivo sobre una sociedad que está sobre endeudada. (…), pero concurriremos a aprobar, aunque muy probablemente en los próximos 30 o 90 días, seguiremos discutiendo estos mismos temas”.