Fundación Mutualidad Abogacía, a través de su Escuela de Pensamiento, y de la Universidad de Barcelona, ha organizado unas jornadas con el objetivo de sensibilizar a la sociedad acerca de los retos y desafíos que el envejecimiento poblacional supone para la economía y la sociedad en su conjunto.
Bajo el título “ODS y población mayor: retos sociales y económicos de la nueva longevidad”, el encuentro, que tuvo lugar los días 11 y 12 de noviembre en el Aula Magna de la Facultad de Economía y Empresa de la Universidad de Barcelona, permitió abrir un debate informado y reflexivo acerca de la sostenibilidad y envejecimiento de la población.
Inauguradas por Joan Guàrdia, rector de la universidad, y Enrique Sanz Fernández-Lomana, presidente de la Fundación Mutualidad Abogacía, las jornadas englobaron dos días de diversas ponencias y actividades para cada uno de los dominios analizados. Durante dichas ponencias, intervinieron los portavoces de varias entidades colaboradoras, entre ellas: Mutualidad Abogacía, Cruz Roja Española, Pensium; Adopta Un Abuelo.org; Edad & Vida; Amics de la Gent Gran; Centre de Vida Independent; Fundación Endesa y Ordesa.
En palabras de Enrique Sanz Fernández-Lomana, presidente de la Fundación Mutualidad Abogacía: “Hace ahora más de un año, constituíamos la Cátedra UB – Escuela de Pensamiento Fundación Mutualidad Abogacía sobre Economía del Envejecimiento, con el objetivo de impulsar la investigación, el debate riguroso y científico y la divulgación alrededor del envejecimiento poblacional. Iniciativas como la que hoy presentamos suponen un punto de inflexión en la lucha contra la desigualdad y tienden nuevos puentes en aras de la colaboración, la innovación y el desarrollo; sentando las bases para la superar los retos inmediatos y los que están por venir”.
Primer Indicador que mide la calidad de vida de los adultos mayores en España y Europa
Una de los momentos más destacados del encuentro fue la presentación del primer Indicador de Calidad de Vida Digna y Sostenible en la Vejez, elaborado por investigadores de la Universitat de Barcelona, que va más allá de los datos económicos sobre riqueza y pensiones.
Presentado por Ramón Alemany, Decano de la Facultat d’Economia i Empresa Universitat de Barcelona y director Cátedra Economía del Envejecimiento, y por Mercedes Ayuso, Catedrática de Estadística Actuarial de la Universitat de Barcelona, el Indicador en cuestión recoge temas de bienestar social ligados a ocho Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) marcados por las Naciones Unidas como el fin de la pobreza, hambre cero, salud y bienestar, educación de calidad, igualdad, trabajo digno y crecimiento económico, infraestructuras y justicia.
Además, durante la presentación, también se presentó un ranking general de los países europeos según los resultados del indicador, tanto en cuanto a resultados generales como para cada uno de los dominios analizados. En este sentido, el indicador compuesto Objetivos de Desarrollo Sostenible ‐ Indicador de Calidad de Vida Digna y Sostenible en la Vejez permite evidenciar las áreas en las que los diferentes países han de concentrar esfuerzos para mejorar la calidad de vida y el bienestar de su población mayor.
En el caso de España, el Indicador enfatiza aspectos como la necesidad de potenciar la permanencia de la población adulta en el mercado laboral, y de diseñar sistemas sostenibles de pensiones, salud y cuidados de larga duración que tengan en cuenta la heterogeneidad que existe en la población y las asimetrías en términos económicos, así como la necesidad de tomar medias de carácter más psicosocial, como hacer un seguimiento exhaustivo de las personas que viven solas o la necesidad de potenciar políticas que favorezcan la participación de nuestros mayores en la vida social, favoreciendo el envejecimiento activo.
En comparación con Europa, España ocupa una posición en el top 10 en cinco de los indicadores analizados en el ranking global: menor pobreza relativa, encabezado por Luxemburgo, (España ocupa la 6ª posición); estado físico y nutrición adecuados, liderado por los Países Bajos, (España ocupa la 10ª posición); a la cabeza de la categoría envejecimiento con buena salud se encuentra Malta, (España ocupa la 7ª posición); mientras que Chipre encabeza el indicador de igualdad en la prestación de cuidados a personas mayores, (España ocupa la 3ª posición) e Italia el de localización en zonas de diferente densidad poblacional (España ocupa la 5ª posición). Sin embargo, ocupa una posición media (España ocupa la 15ª posición) en el indicador sobre la cantidad e intensidad de las relaciones sociales de las personas mayores, liderado por Suecia, y se posiciona en la parte baja del ranking que mide el nivel de educación y habilidades TIC (20ª posición, con un 16,1% de mayores de 65 años que no finalizaron los estudios de educación primaria), siendo Noruega el país que ocupa la primera posición de este indicador, y la participación en el mercado laboral (España ocupa la 25ª posición), encabezado por Estonia.
Retos sociales y económicos de la nueva longevidad
Las personas que acudieron tuvieron la oportunidad de asistir a las masterclasses “Retos sociales de la nueva longevidad”, impartida por José Miguel Rodríguez-Pardo, presidente de la Escuela de Pensamiento.
Durante su intervención, Rodríguez-Pardo abordó el concepto de Nueva Longevidad y las implicaciones que este conlleva: “Desde la Escuela de Pensamiento hemos decidido sustituir el término “Economía del Envejecimiento” por el de “Nueva Longevidad” porque queremos enviarle un mensaje más positivo a la sociedad”, ya que, como él mismo reconocía, a día de hoy el “envejecimiento continúa teniendo connotaciones intrínsecamente negativas.”
Tras hacer un breve repaso al contexto demográfico actual, pasó a analizar las implicaciones socioculturales y las pulsiones sociales de la longevidad, haciendo referencia en todo momento al Indicador de Calidad de Vida Digna previamente presentado.
Su principal conclusión es la necesidad de cambiar el enfoque a la hora de referirnos a la esperanza de vida: “Hemos encapsulado el mayor logro de la humanidad, medido exclusivamente en el incremento de la esperanza de vida .y creo que ese es el error que hemos cometido, porque la esperanza de vida no es el mayor éxito y este indicar lo corrobora”, explica el José Miguel Rodríguez-Pardo, quien concluye que debemos “replantearnos la creencia de que éxito en la esperanza de vida es un éxito para la sociedad” y, en su lugar, considerar todos los aspectos bio-psico-sociales que afectan al individuo.
El envejecimiento poblacional desde una óptica interdisciplinar
La mesa redonda “El envejecimiento poblacional desde una óptica interdisciplinar”, abordó el tratamiento de la vejez desde diversas perspectivas como la economía, la nutrición, la educación, el empleo y el asociacionismo.
El debate, que contó con la participación de Fernando Ariza, Director de la Escuela de Pensamiento de la Fundación Mutualidad Abogacía y Director General Adjunto de Mutualidad de la Abogacía; Raquel de la Iglesia, Scientific Marketing Enteral Nutrition en Laboratorios Ordesa; Joaquín Pérez Gil-Delgado, Gloria Juste y María José Abraham, puso de manifiesto la necesidad de repensar el estado del bienestar tal y como está concebido, ya que nuestra sociedad todavía se encuentra preparada para afrontar los retos que plantea la nueva longevidad.
En los distintos aspectos que se abordaron durante la mesa redonda, los expertos coincidieron que esta falta de preparación está generando enormes desigualdades económicas y sociales, que inciden directamente tanto en la esperanza de vida como en la calidad de la misma.
Ante la perspectiva de que la esperanza de vida siga aumentando y con indicadores apuntando a que, en 2030, el 25% de los españoles tendrán más de 65 años, se destacó la urgencia por desarrollar soluciones para atender a las demandas de este colectivo, con el fin de salvaguardar sus derechos, libertades, bienestar físico y emocional, así como evitar la discriminación por edadismo.
Innovación social aplicada a la nueva longevidad
En la segunda mesa redonda, titulada “Innovación social aplicada a la nueva longevidad”, participaron José María Palomares, Coordinador Escuela de Pensamiento Fundación Mutualidad Abogacía y subdirector general de desarrollo de negocio, marketing y comunicación Mutualidad de la Abogacía; Nuria Rodríguez, Vicedecana de relaciones externas, compromiso social y estudiantes de la Facultat d’Economia i Empresas Universitat de Barcelona. Coordinadora de la Universitat de l’Experiència; Alberto Cabanes, Fundador y CEO Adopta un Abuelo; Sandra Millet, Gerente Centro Vida Independiente; Miquel Perdiguer, CEO Pensium, y Montse Celdrán, Vocal del Patronato. Miembro l’Observatori de la Soledat d’Amics de la Gent Gran.
Una de las grandes conclusiones de la mesa redonda ha sido que la apuesta decida por el aprendizaje -conocer las necesidades reales de nuestros mayores, mediante la experiencia y la conexión entre diferentes generaciones-, la divulgación -investigación y generación de contenidos para dar visibilidad a la nueva longevidad- y la innovación -tanto en la Administración Pública, como en el ámbito universitario o en la empresa privada- son las únicas vías para crear soluciones transversales, de gran impacto y combatir problemas que lastran nuestra sociedad, como el edadismo o la soledad no deseada.
Por otro lado, los ponentes coincidieron en que la pandemia ha conseguido que muchas personas mayores se acercaran, por primera vez, a las nuevas tecnologías, como ha sucedido con las clases telemáticas desarrolladas por la Universidad de la Experiencia.
Tras concluir la última mesa redonda, las jornadas finalizaron con una conferencia de clausura “El buen envejecimiento y la esperanza de vida”, impartida por Victoria Zunzunegui, doctora en Epidemiología y profesora honoraria de la Escuela Nacional de Sanidad y de la Universidad de Montreal, que abordó, a modo de reflexión, los temas tratados durante los dos días de ponencias.
Con estas jornadas, Fundación Mutualidad de la Abogacía reafirma su apuesta por fomentar el envejecimiento sostenible y digno en la población mayor, promoviendo iniciativas que, como estas, suponen un punto de inflexión en la lucha contra la desigualdad y tienden nuevos puentes en aras de la colaboración, la innovación y el desarrollo; sentando las bases para la superar los retos inmediatos y los que están por venir.