Votar por internetLas nuevas tecnologías siguen invadiendo a pasos agigantados nuestra sociedad. Una de sus expresiones se encuentra en la posibilidad de votar por medios telemáticos, una opción que a día de hoy ha sacado adelante un único Colegio de abogados de nuestro país, el malagueño. Otros, como el de Madrid o el de Barcelona han asegurado que apuestan por invertir en este terreno -el ICAM de hecho tiene una partida prevista para implantar este sistema de votación-. Y el 97 por ciento de los abogados ha manifestado su voluntad de que los Colegios sigan invirtiendo en nuevas tecnologías, según el Barómetro Interno de Opinión de la Abogacía Española 2013 elaborado por Metroscopia. Pero ¿cuáles son las ventajas de este sistema? ¿Y los riesgos? A través de este reportaje repasamos las características del voto electrónico, sus virtudes y sus defectos, y los intereses que existen para sacarlo -o no- adelante. Con el análisis del consejero delegado de Evicertia, el abogado especializado en nuevas tecnologías, Rafael García del Poyo y el diputado de la junta de gobierno del Colegio de Abogados de Málaga, José Luis Galeote.

 Las ventajas

Jacobo van Leeuwen, consejero delegado de la plataforma tecnológica de certificación Evicertia, defiende que las ventajas e inconvenientes del voto electrónico no son iguales en todos los ámbitos. Los riesgos e intereses que hay que considerar a la hora de tomar la determinación de usar el voto telemático no son los mismos en unas elecciones generales que en unas colegiales por lo que las ventajas e inconvenientes que puede tener este sistema de votación varían.

Eso sí, tiene claro que “los principios por los que interesa usar el voto electrónico son los mismos por los que interesa hacer banca online, comprar en Amazon o hacer la declaración de renta por internet: es mucho más cómodo”.

El abogado Rafael García del Poyo, experto en nuevas tecnologías, destaca también que la principal ventaja que puede tener el correo electrónico es que “puede evitar el desplazamiento”, lo cual, asegura, es cómodo para el votante.

La participación y el caso madrileño: el ICAM

van leeuwenLa comodidad que puede ofrecer este sistema nos conduce directamente a otra de las ventajas que señalan los expertos: el posible aumento de la participación. Van Leeuwen indica que “si se ponen facilidades a la hora de votar, es decir, que se pueda realizar el voto desde casa de manera que sea todo más cómodo, evidentemente el índice de participación puede subir”.

También García del Poyo considera razonable que la participación pueda aumentar, aunque con matices. “Posiblemente aumentaría. Pero hay que tener en cuenta que afectaría a un número determinado de usuarios. De la misma manera que considero que la firma electrónica facilita la comunicación con el banco de una manera sencilla y hay un gran sector de la población que no opta por este mecanismo, considero que un gran sector de la población prefiere desplazarse o simplemente no cuenta con medios telemáticos”.

Precisamente las elecciones al Colegio de abogados más grande del país – el ICAM – se vieron envueltas en la polémica por presuntas irregularidades de la nueva junta de gobierno, a quien se acusa de revelación de secretos y de hacer pactos ilícitos para conseguir más votos. ¿Hubiera cambiado alguna cosa si en las elecciones hubiera existido el voto electrónico?

Para Van Leeuwen, el problema aquí radica en la participación. “Con un índice de participación del 15% la polémica está servida, porque la sensibilidad a un posible fraude es alta”. En su opinión, si se introduce el voto electrónico y se consigue fomentar la participación, esto podría cambiar. “Si el índice de participación es del 80%, por mucho que alguien quiera coaccionar, es mucho más difícil. El índice de participación hace que las cosas sean realmente más sólidas y el voto electrónico puede contribuir a ese objetivo”, concluye van Leeuwen.

La nueva junta de gobierno del ICAM, de hecho, prevé una nueva partida en sus presupuestos para implantar, “en el plazo más breve posible”, un sistema de voto electrónico. Tal y como explicó el propio colegio a través de un comunicado el objetivo es que este sistema de voto no sólo se haga realidad para los procesos electorales, sino para las mismas Juntas Generales, de forma que se contribuya a la “democratización” y “modernización” de la vida colegial.

El caso malagueño

Sólo un colegio español ha hecho posible votar por correo electrónico en sus elecciones al decanato. Se trata del colegio de abogados de Málaga, que celebró elecciones en octubre del pasado año y puso a disposición de los colegiados la posibilidad de votar telemáticamente. El 12,75 por ciento de los votantes optó por este sistema. “Por ser la primera vez no está nada mal. Es un número mayor del que inicialmente teníamos previsto, dice José Luis Galeote diputado de la junta de gobierno del colegio. Una empresa se encargó de desarrollar el programa y requirió, para poder usarlo, dos premisas básicas: se requería la instalación de una pequeña aplicación en el ordenador de cada letrado y además, era necesario tener la firma electrónica. “Los compañeros se tienen que ir concienciando que cada vez más van a necesitar una firma electrónica. Todos los que ya están en el turno de oficio ya cuentan con ella porque la necesitan a la hora de justificar los turnos. Y creo que va a ser algo progresivo, cada vez más letrados la van a necesitar y esperamos que vaya incrementándose”.

Además, Galeote señala que el voto electrónico no sólo facilita que el abogado pueda votar desde su propio despacho, sino también para validar el voto de aquellos que acudieron a votar físicamente”. Es decir, que en las distintas sedes en las que se depositaba el voto se controlaba telemáticamente la participación, se incorporaba el voto al programa y se controlaba que no se votara en ningún otro sitio.

En este colegio, que cuenta con un censo de 5.437 letrados, de los cuales 2.769 participaron en las elecciones – un 51.4% – no solo destacan la participación como un elemento positivo del voto telemático, sino también la rapidez a la hora de hacer el recuento. “Creo que el recuento de los votos electrónicos fue cuestión de segundos, no alcanzó el minuto. Es un ejemplo de los beneficios de este sistema, con el que se ganó, de una manera impresionante, en rapidez”. Aunque añade que la otra cara de la moneda fue que “para seguir usando el voto electrónico, en el mismo programa se fueron introduciendo manualmente uno a uno los votos de los compañeros que habían optado por la papeleta física. Eso fue sin duda más tedioso”.

En cualquier caso desde este colegio tienen claro que la suya es una apuesta de futuro y que no van a dar marcha atrás. “Es una mejora evidente, porque se adapta a la realidad y a la actual línea de trabajo, y a pesar de que deba coexistir durante un tiempo con los sistemas de voto tradicionales, nos da una serie de beneficios que impiden que volvamos atrás”.

La seguridad

garcia del poyoUn primer problema con el voto electrónico es poder identificar que la persona que está votando sea efectivamente quien dice que es. “Lo que hay que hacer es buscar un tercero de confianza que dé la certeza que la persona que está votando es quién dice ser”, asegura García del Poyo, “¿Cómo se hace eso?, pues se puede hacer perfectamente a través de los prestadores de certificación. Es decir, hoy en día tenemos una cosa que se llama DNI electrónico. Y el DNI electrónico, lo que está certificando es que la persona que está firmando, utilizando el dispositivo, que es el DNI electrónico, es quién dice ser. ¿Por qué? Porque lo garantiza el ministerio del interior español. Y esto tiene eficacia jurídica”.

Van Leeuwen explica que esta es la pregunta que lleva casi 20 años respondiendo, y asegura que siempre opta por la misma respuesta “es más seguro de lo que tenemos ahora. Siempre que votamos hay una decisión de riesgo, porque hay gente que no tiene la posibilidad de acudir, y se ofrece una manera no presencial: el voto por correo”. En su opinión, el voto por correo no es ni perfecto ni seguro y tiene riesgos, pero son riesgos que, afirma, la sociedad asume. “A pesar de que se habilita a la gente a mandar un papel y una fotocopia del DNI, no sabemos a ciencia cierta si quien ha metido ese papelito y esa fotocopia es quien dice ser”.

Van Leeuwen apunta dos motivos por los cuales considera que la seguridad en el voto electrónico es mayor.

“Se utiliza un certificado electrónico, como puede ser el DNI electrónico, con un certificado en software como el que se utiliza para la declaración de la Agencia tributaria, o con un mecanismo de firma electrónica como el que usa cuando vas a hacer una operación en el banco. Y luego tiene un beneficio adicional. Que es que puede haber sitio para confirmar a quién has votado”. Dicho de otra manera, quien hace uso del voto electrónico puede comprobar después que no ha habido un error, que se ha votado correctamente y al candidato que se quería, etc. “Además”, apunta van Leewuen, “puede incluso existir la opción de rectificar Que si alguien ha cometido un error votando online, puede ir presencialmente a votar y prevalezca frente al voto electrónico”.

Cambios legislativos: las sociedades

Ha habido muchos cambios normativos que van en la línea de fomentar los medios electrónicos. Se pueden consultar las multas de la DGT por internet, se pueden presentar impuestos en la Agencia Tributaria por la misma vía y realizar gestiones con la Seguridad Social también a través de la red. La legislación además obliga a las administraciones públicas a dar canales al ciudadano para que pueda decidir si quiere comunicarse con la administración de una manera presencial o online.

Jacobo van Leeuwen, añade que “hay una modificación importante que ha afectado a la ley de sociedades, a las que básicamente se les da la posibilidad de usar sede electrónica y comunicarse con sus socios vía electrónica”.

Pero van Leeuwen tiene una crítica a la manera como se ha sacado adelante esta modificación. “Se ha favorecido a las sociedades anónimas y las sociedades que tienen muchos socios. Hay un interés importante en hacerlo para atraer inversión extranjera. Y la manera de conseguirlo en romper las barreras físicas de la distancia”. Es decir, que para lograr que un alemán o un americano quiera invertir en una start up en España, hay que convencerles que a pesar de estar a miles de kilómetros de distancia van a tener el mismo derecho de voto y el mismo conocimiento de lo que está pasando aquí. “Eso se consigue cambiando la tradicional celebración de la junta general en la sede social y ofreciendo un modelo electrónico”, concluye van Leeuwen.

¿Qué es lo que en su opinión no se ha hecho del todo bien? Que la legislación ha favorecido a las sociedades anónimas y no a las limitadas. “Hemos pecado de provincianos, y una sociedad limitada es también una start up, y aunque sea pequeña puede tener capacidad de atraer inversión”.

El abogado rafael García del Poyo también comparte que la modificación está pensada “principalmente para las sociedades anónimas, y especialmente, en las cotizadas”. Y a pesar de que considera que “las sociedades limitadas podrían realizar estos cambios, pero lo cierto es que no tiene mucho sentido poner en marcha un sistema que no está pensado para este tipo de sociedades”.

Si las sociedades quieren optar por un modelo electrónico hay que realizar unos cambios. “En primer lugar habría que modificar los estatutos de esa sociedad, lo que se tendría que hacer es poner en marcha un reglamento que establezca cómo se va a llevar a cabo esa votación electrónica. Y, una vez que ya tienes hechas estas dos cosas, y ha sido debidamente probada, hay que poner en marcha el
sistema de votación electrónica”.

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