Nuria_Marcos_PPYM_bajaNuria Marcos Herrezuelo es directora general de PONS Patentes y Marcas, firma líder en asesoramiento y defensa de los derechos de propiedad industrial e intelectual en España. La entrevistamos en 2012 con ocasión de la puesta en marcha de la patente única de la Unión Europea, de la que España quedó fuera. Un año y medio después le pedimos que haga balance no sólo de este nuevo sistema del que España sigue excluyéndose, sino también el momento del sector y del cambio de actitud que el país necesita en materia de propiedad industrial.

¿Cómo valoras que las solicitudes de marcas en España hayan repuntado casi un 8% en el primer semestre de 2014?

El hecho de que las cifras de solicitudes de marcas en España y también las comunitarias hayan incrementado en este primer semestre de 2014 es un indicador muy positivo. Se sabe que ese dato alude o bien a la generación de nuevas empresas o bien a la creación de nuevas líneas o unidades dentro de las empresas. Además parece que esta tendencia creciente de los 6 primeros meses podría sostenerse, serían muy buenas noticias porque las solicitudes de marcas españoles se han visto muy resentidas estos últimos años y se habían reducido mucho el número de solicitudes. El número de marcas comunitarias si que había seguido incrementando porque son  comunes para los 28 países de la Unión Europea, es decir que no dependen sólo de actividades españolas.

En cambio, han disminuido las solicitudes de patentes…

La cifra de solicitudes de patentes se ha reducido un 7’1% respecto al mismo período del 2013. Las cifras son malas y se unen a un descenso ya iniciado en el año anterior. Estas cifras dan un poco la imagen del estado del sector de la innovación en España. España, que se ha caracterizado siempre por hacer ciencia e investigación de calidad que sin embargo luego no se traduce en patentes que se exploten en el mercado. Además, no es sólo que en España en general se patente poco, es que la mayoría de patentes provienen del sector público, universidades públicas,centros públicos de investigación, etc. Así que tienes patentes que no se explotan porque no son del sector privado y una gran reducción del número de solicitudes porque los centros públicos de investigación han sufrido grandes recortes. De todos formas los datos sobre nuevas marcas y nuevas patentes se conjugan bien, no son contradictorios aunque uno aumente y el otro disminuya: la innovación científica es una parte muy específica de la actividad económica del país, que no necesariamente afecta a la actividad empresarial normal. Las marcas reflejan si se abren establecimientos, franquicias, etc. mientras que los datos de patentes responden específicamente a la actividad de I+D y la actividad de I+D se ha visto en sucesivos presupuestos, tanto en el ámbito público como en las empresas, muy recortados.

¿Por qué se patenta tan poco en España?

No hay en España una gran cultura de propiedad industrial. Ahora trabajamos mucho en Europa porque muchas empresas españolas presentan proyectos para participar en el plan Europa 2020 de la Unión Europea y el contraste con empresas de otros países es muy grande. Cuando incorporas activos a consorcios europeos debes tenerlos protegidos y eso un belga, un alemán o un danés lo tienen claro, pero un español no. Saben que hay que proteger la propiedad industrial y que si la aportan al consorcio deben establecer un sistema de licencias. Eso en España no se ve, quizá hemos llegado a toda esta cultura de la propiedad industrial un poco tarde. Es tarea de las administraciones públicas que facilitar a las empresas el marco fiscal que les beneficie cuando crean sus patentes para que no sea sólo un gasto sino también una inversión. Ya hay algunos sistemas pero siguen siendo claramente insuficientes. Se necesita un impulso potente, además de por el lado del marco fiscal, por el de la transferencia de la tecnología del ámbito público al privado, que ahora no sucede. Se hace investigación básica pero las patentes sino sirven para llegar al mercado no le preocupan a nadie. Esto es un modelo completamente distinto al de las universidades estadounidenses o británicas. Tienen un sistema de transferencia de tecnología donde lo que se hace en estos centros está orientado a las empresas y si no hay una empresa detrás no se investiga porque no va a ser rentable ni útil. Ese es el sentido de las patentes, que la ciencia y la tecnología lleguen al mercado y se exploten, por eso nuestro sistema es deficitario.

¿Esto no iría en contra de al investigación básica?

Hay que conjurar todos los elementos del sistema. Esta bien que la financiación de la investigación básica, que no va a ser rentable pero puede beneficiar a la sociedad aunque sea a largo plazo, la asuman los Gobiernos y los Estados, esto debe seguir siendo así. Pero por otro lado las administraciones deben cambiar la mentalidad para que las empresas puedan acceder a la investigación de las universidades públicas y participar en su financiación y explotación, algo que ahora no ocurre.

¿El hecho de que se patente poco, provoca mayor litigiosidad?

Es precisamente al revés, hay poca conflictividad porque no hay patentes. Los grandes pleitos de patentes se dirimen en los países dónde hay muchas patentes porque es donde surgen. En España hay poca litigiosidad en el tema de patentes, los que hay suelen ser por ejemplo compañías farmacéuticas, grupos internacionales del sector de la alimentación o de distribución que mantienen pleitos locales por temas puntuales pero no suele generarse conflictos de mucha envergadura, como el de Apple y Samsung, no tenemos ese tipo de conflictividad. Es que las empresas aquí no tienen nada protegido, y sí que hay alguna alternativa a la patente pero si no tienes nada documentado, nada protegido, es imposible defenderte.

Hace un año y medio se aprobó la patente unitaria europea y es España no se sumó. ¿Cómo está ahora la situación?

Pues exactamente igual como estaba. La patente unitaria entrará en vigor a finales del 2015, principios de 2016 y España está totalmente fuera del sistema a la espera de que se resuelva un recurso que ha presentado el gobierno español. Supongo que después de la resolución se tomará alguna decisión  Estamos fuera de ambos tratados, tanto de la parte de tramitación de la patente unitaria, una patente común pensada inicialmente para los 28 países – de momento son 25- como también de la parte del tribunal único para al resolución de conflictos.

¿Crees que España acabará uniéndose?

Mi opinión es que sí, porque sino irá en detrimento de la competitividad de las empresas españolas. Al final tenemos que tender a favorecer económicamente los intereses de nuestras empresas y si va a ser más costoso el sistema actual que el que va a generarse con la patente de efecto unitario habrá que acogerse a la normativa europea. Hay que pensar en el interés de las empresas, que es acogerse al sistema.

¿Y fuera de España, como va la puesta en marcha para que entre en vigor?

La legislación ya está aprobada pero hay que trasponerla a cada uno de los países, hay que dar unos plazos y cada uno lo va implementando según le permita su legislación. Entre finales del 2015 y principios del 2016 comenzará a funcionar.

¿El anteproyecto nacional de patentes pretende acercarse o adaptarse a la legislación europea?
El anteproyecto sí pretende acercarse a lo que hacen en otros países del mundo y concretamente a lo que se está haciendo en Europa. Por ejemplo, hasta ahora existían dos procedimientos para obtener las patentes y ahora va a desaparecer el que permitía conseguir las patentes sin ningún tipo de examen de fondo, por lo que se va a imponer un procedimiento con examen de fondo obligatorio que va hacer que nuestras patentes sean más fuertes. Así que sí, el anteproyecto prevé elementos más cercanos al resto de países europeos, menos mal.

Cuando España quiera unirse podrá hacerlo sin problema?

Sí, como somos miembros de pleno derecho de la Unión Europea  cuando queramos podremos ratificar el tratado sin problema. Luego habrá que trasponerlo a la normativa española, se publicará en el BOE y entrará en vigor en España.

¿Cómo ves le futuro de la propiedad intelectual en España?

Nosotros como nos dedicamos a la propiedad industrial somos optimistas. En este campo, si analizamos la situación del país 10 años atrás para aquí veremos que el cambio ha sido enorme. Decimos que estamos mal pero estábamos muchísimo peor. Las empresas cada vez hacen más uso de instrumentos de propiedad industrial pero es un crecimiento moderado, no tan grande como quisiéramos precisamente porque nos ha pillado esta época de crisis. Está crisis generalizada ha hecho que las empresas disminuyan mucho sus recursos y su inversión en propiedad industrial pero va mejorando. Por ejemplo, hasta hace unos años no teníamos entre nuestros profesionales apenas agentes europeos de patentes y ahora tenemos gente preparada y con esa formación y titulación.Tenemos que volver a recuper la ilusión de que España no viva sólo del turismo, que promovamos sectores de calidad y que esto sea uno de los motores de la mejora de nuestra competitividad.

¿Los altos directivos deberían tener más claro el valor y el objetivo de su marca?

En eso hemos avanzado bastante también. Las medianas y grandes empresas españolas son muy conscientes del valor de esos activos precisamente porque ahora ven que es su elemento diferenciador. Con la crisis han desparecido muchas compañías, algunas muy grandes, y después de los concursos de acreedores ves que si hay algo que conserva valor son las marcas o las patentes. La alta dirección de las compañías medianas y grandes empresas conocen la necesidad de proteger sus activos de propiedad industrial. Quizá menos con las empresas pequeñas porque notan mucho los efectos de la crisis y no invierten, pero no por falta de conciencia  Aunquen general también hay desconocimiento sobre este tipo de herramientas , que te permiten no hacer un desembolso inicial muy alto y después seguir pagando o no en función del éxito en la explotación.

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