El dirigente socialista insistió en que el Ejecutivo plantea elevar la imposición directa «a los que más tienen», si bien dijo que el umbral de renta de 50.000 euros anuales apuntada por el ministro de Fomento se enmarcan en una reflexión personal y «no va a ser la referencia» de Economía y Hacienda.
Alonso instó a las rentas altas a aceptar la «solidaridad básica» de una propuesta fiscal que beneficia al país en su conjunto y le da «más cohesión y más servicios públicos». En este sentido, aseguró que tampoco ningún grupo político de la oposición «puede decir que no».
«La presión fiscal española es manifiestamente inferior a la media de la Unión Europea, por lo tanto, tenemos margen», insistió Alonso, quien acusó al PP de mantener una postura «puramente negativa» para no «arrimar el hombro» con la excusa de la modificación fiscal. «Se inventan ese tipo de cosas y antes de que se presenten los Presupuestos ya dicen que no», lamentó.
El dirigente socialista aseguró que la columna vertebral de las cuentas públicas para 2010 «será la que marque el Gobierno», sin «prejuicios» a la hora de negociar con ningún grupo parlamentario, pero con la vista puesta en el mantenimiento de lo compromisos sociales con los «más desfavorecidos», y en la austeridad del gasto público.