Ni siquiera el verano ha dado tregua a un despacho como Sagardoy Abogados, una de las referencias en materia laboral en nuestro país. La crisis no se ha detenido; las empresas han seguido reestructurando sus plantillas para sobrevivir y el Gobierno impulsando medidas para frenar la sangría del desempleo. Unas cifras que incluso durante el mes de agosto supusieron la pérdida de más de 50.000 trabajadores. “. Las últimas medidas puestas en marcha hace unos días son de carácter parcial y no dejan de ser solo un parche al momento que vivimos, explica Iñigo Sagardoy, presidente de la firma . A los propios empresarios les genera confusión y desconfianza. Un empresario debe tener un entorno de confianza para contratar a ese trabajador que espera le sea útil a corto plazo.” Bajo su punto de vista  paro y temporalidad son compañeros de viaje en esta época de crisis pero es necesario romper esta  esta situación con otras medidas que sean más eficaces.

Sagardoy sigue teniendo mucha fe en flexibilizar el mercado laboral con un único contrato con costes de extinción diferentes y menores  a los tradicionales que suprima la veintena  de modalidades de contratación que existen en la actualidad y que no dan confianza al propio empresario . “De esta forma estoy seguro que el trabajador se decantará por contratar trabajadores fijos.  La flexibilidad tiene que venir por la entrada: reducción de menos contratos y también por la salida; ahora hay una brecha importante en el coste del despido del trabajador fijo que son 45 días respecto a los 8 del trabajador temporal. Habría que buscar un término medio porque de lo contrario no es fácil convencer a un empresario a que contrate trabajadores fijos por los costes que ello supone.”  Desde el Instituto de Relaciones Laborals y Empleo (IRLE) la firma ofrece de forma periódica estudios e informes sobre la tendencia de nuestro mercado laboral

Iñigo Sagardoy es el Socio Director de Sagardoy Abogados y vicepresidente de la Fundación que lleva el nombre de este prestigioso despacho laboralista. Además es Vicepresidente de International Employment Law, Pensions and Employee Benefits Alliance (Iuslaboris); miembro del Comité Ejecutivo de European Employment Lawyers Association (EELA); Presidente de la Asociación Foro Español de Laboralistas (FORELAB) Miembro del Colegio de Abogados de Madrid desde 1992.

Sobre su experiencia docente puede destacarse que es Profesor de Derecho del Trabajo en la Universidad Francisco de Vitoria. Profesor de Derecho del Trabajo en el Master de Abogacía Laboral- Fundación Sagardoy; Profesor del Curso en Responsabilidad Social Corporativa en el Instituto de Empresa. Por todo ello ha sido autor de diferentes publicaciones en materia laboral y Seguridad Social.

Nuestro entrevistado es Académico Correspondiente de la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación; Doctor en Derecho Cum Laude por la Universidad de Alcalá de Henares ; Master de Derecho del Trabajo y Seguridad Social (ESINE)¡ y Licenciado en Derecho Facultad de Derecho de ICADE,

Sr Sagardoy, los datos de Eurostar son muy desalentadores, el paro en la Eurozona se estabiliza sobre el 9 por cien y en España ya supera el 21 por ciento…

Creo que se ha instalado un pesimismo notable en la sociedad española. Empresarios y trabajadores muestran su desazón. Da la sensación como si todo el mundo hubiera tirado la toalla en materia de empleo. No se percibe una salida de la crisis clara pese a las muchas, quizás demasiadas, medidas laborales que el Gobierno ha puesto en marcha este último año.

Estamos en un momento de absoluta provisionalidad con el Gobierno que tenemos. De hecho las últimas medidas aprobadas se han demostrado ser poco eficaces, sin haber ayudado a mejorar la situación de empleo en nuestro país.

¿Porqué hemos llegado a esta situación en su opinión?

Todo es fruto de la misma realidad. Las medidas que se han puesto en marcha son de carácter parcial y no dejan de ser solo un parche al momento que vivimos. A los propios empresarios les genera confusión y desconfianza. Un empresario debe tener un entorno de confianza para contratar a ese trabajador que espera le sea útil a corto plazo.

Estamos ante una coyuntura habitual que definen los economistas.. Paro y temporalidad son compañeros de viaje en esta época de crisis. Hay que romper esta situación con otras medidas que sean más eficaces.

Hablando de las últimas medidas que han entrado en vigor a finales de agosto, ¿Le sorprende que hayamos vuelto a temporalidad con el último Decreto?

Creo que con estas medidas el Gobierno renuncia de momento a la estabilidad en el empleo. Hay que recordar que la reforma laboral del año pasado, la más importante realizada por el gobierno socialista apostaba por la estabilidad en el empleo en un momento imposible porque las empresas cerraban al no tener créditos para subsistir.  Las condiciones que se pedían eran muy leoninas con un coste laboral altísimo para hacer fijos a estos trabajadores, recuerdo.

Esa medida sivio que no era acertada y se ha rectificado notablemente. Creo que en materia laboral estamos acostumbrados a muchas rectificaciones estos años, lo cual no es bueno, y de nuevo se volvió sobre los otros pasos.

¿Es posible que en España sea posible crear contratos estables?

Claro que es posible y es lógico que me haga esa pregunta en el entorno en el que nos movemos en la actualidad. Pero la única formula para que el empresario deje de contratar a trabajadores eventuales y éstos sean fijos sea a través de un contrato más flexible.

La flexibilidad en la contratación no hay fórmulas mágicas; eso si, hay demasiados contratos hasta una veintena diferentes que hace que muchos empresarios se pierdan si no tienen un asesor legal en la maraña jurídica que eso supone.

La flexibilidad tiene que venir por la entrada: reducción de menos contratos y también por la salida; ahora hay una brecha importante en el coste del despido del trabajador fijo que son 45 días respecto a los 8 del trabajador temporal. Habría que buscar un término medio porque de lo contrario no es fácil convencer a un empresario a que contrate trabajadores fijos por los costes que ello supone

¿Coincide usted con otros colegas entonces, de los altos costes de despido de los trabajadores fijos y que habría que regular esta coyuntura de otra forma?

Efectivamente estoy de acuerdo con ellos. La apuesta decidida sería un contrato único con una indeminazión progresiva, menor que la existe en la actualidad para los contratos indefinidos, con un tope también menor. Que gracias a ese contrato único el empresario por los costes razonables que conlleva se decidiera a aplicarlo a su empresa.

Este contrato podría venir acompañado con otras medidas de impulso de contratación juvenil que condujeran a crear un contrato de inserción laboral y fomento del empleo juvenil. Creo que con estos dos tipos de contratos se podría animar bastante a la contratación

A la legislación laboral que comentamos tiene que estar acompañada de otras medidas de carácter económico; incentivación del crédito en las empresas que ayude a desarrollar el contexto laboral de otra forma. Con esta iniciativa creo que se superarían muchos obstáculos que tenemos ahora

Hablando de la contratación juvenil, ¿Cómo valora la iniciativa del nuevo contrato de fomento de empleo que impulsa el Gobierno?

Creo que otra medida parcheada ampliándolo a un mayor espectro de jóvenes. La verdad que este tipo de contratos tiene varios  problemas. Uno que se usa poco; es muy rígido y abarca a un colectivo de trabajadores jóvenes pequeño hasta los veintiún años

Ahora lo que se pretende es impulsar un nuevo contrato que es bueno para los jóvenes; bueno para los empresarios porque es temporal y menos costoso. Se pretende fomentar la inserción laboral de los jóvenes

El Ejecutivo pretende ampliar el uso de este contrato extendiendo su uso a un mayor colectivo de jóvenes de ahí lo de 30 años que hemos visto en el Real Decreto.  Es curioso que para trabajadores que puedan alcanzar esta edad se emplee el término aprendices

¿ Que semejanzas hay en este contrato joven del presentado por Sagardoy  a través de su IRLE?

Es cierto que  puede haber similitudes.. También hablábamos de ampliarlo a ese colectivo de treinta años; añadíamos otras medidas más flexibles como es la propia ampliación del periodo de prueba. También veíamos importante unificar el contrato en prácticas con el contrato para la formación

Aquí al final lo que el legislador ha optado es por el contrato para la formación, aunque creo que algunas de las medidas se han recogido..

De todas formas tenemos un problema estructural..de ese millón y medio de parados menor de 30 años más de la mitad no tiene una formación mínima…

Tenemos un problema educativo importante. La medidas laborales que ha puesto en marcha el Gobierno requieren también de una reforma profunda de la enseñanza, en especial de la formación profesional. No basta por ello una reforma de contratos, como la que se ha aprobado en estos últimos días de agosto

Es muy importante romper el tópico de que estamos bien formados. Tu puedes tener dos Master pero no tener una orientación laboral adecuada. Cualquier modelo educativo debe tener un fin práctico alcanzable desde el punto de vista laboral.

Entiendo que usted ve que hay poca conexión entre la empresa y el mundo docente…

Cierto. Son dos mundos paralelos con pocas conexiones.  La reforma educativa que le comento que podría ayudar a mejorar la relación entre este dos mundos, ahora poco relacionados, se me antoja muy necesaria e indispensable para nuestro futuro.

De alguna forma lo que hay que buscar es que la empresa participe más en las actividades educativas. Que de alguna forma organizara más y mejor esa propia formación profesional, ahora cuestionada.

Hay también otro tema importante sobre la formación que es su posible privatización. Es obvio que la Fundación Tripartita (FORCEM) organiza diferentes cursos y tiene muchos recursos. Lo que no sabemos es si realmente está bien encaminada su actuación

Llama la sensación en todas estas reformas que se han hecho en este año que el INEM, tal y como lo conocemos sigue sin excesivos cambios…

La verdad que es cierto, no ha habido cambios importantes. Estamos a la espera de ver como van a funcionar las agencias de colocación privadas que podrán ya funcionar en enero del 2012 sin ninguna cortapisa.

En España tenemos el tabú o complejo, llámelo como quiera, que cualquier cuestión relacionada con el empleo tiene que estar en manos de la Administración Pública por diferentes tipos de razones históricas, sociales e ideológicas.

Sin embargo la realidad deja claro que la contratación no se produce a través del Inem. Siempre existe la gestión directa de los empresarios o la intermediación de otros agentes laborales diferentes a los públicos.

Creo que el futuro estará marcado por la coexistencia y en muchos casos colaboración de los servicios públicos con los agentes privados de empleo. Sería muy positivo poder interconectar ambos interlocutores

En este marco del que hablamos sindicatos y patronal siguen sin llegar a un acuerdo sobre la negociación colectiva. ¿Hasta que punto estaban de acuerdo con esta Reforma laboral última?

El diálogo social no prospera por diversos factores que confluyen en el tiempo. En primer lugar por la propia provisionalidad del Gobierno que no puede meter presión a los interlocutores. Además, los empresarios están en una situación crítica por lo que es complicado pedir su apoyo para medidas que no sean drásticas. Y los propios sindicatos, el otro lado de la moneda, que no aceptan esas medidas duras.

Al final te das cuenta que para las reformas profundas y estructurales que se necesitan no suele servir el consenso y el diálogo social. No podemos olvidar que hay urgencia en tomarlas en la actualidad; es además complicado que en temas de calado se pongan de acuerdo los agentes sociales

Se ha echado de menos, en todas estas reformas que se han puesto en marcha, una hoja de ruta clara por parte del Gobierno para que luego fuera consensuada por los propios interlocutores sociales.

En un contexto como el actual, Sr Sagardoy, ¿ no ha llegado ya el momento de impulsar la actividad emprendedora y fomentar la creación de pymes?

Es fundamental que pymes y autónomos tengan una legislación laboral propia. Que no se sujeten a la misma normativa, como sucede ahora, de la gran empresa. Sería muy positivo dar ese giro en estos momentos de crisis grave que vivimos.

Así pasa en otros países donde las pymes, y especialmente microempresas, están reguladas por una ley específica para sus características empresariales propias. Habría que avanzar en este tema. Incluso de forma excepcional pensar que al estar en una situación compleja durante los dos próximos años podríamos aprobar esta legislación de la que hablamos. El objetivo sería crear empleo. Y en función de los resultados ver si se prorrogase o no estas medidas.

¿Vistas las circunstancias,  no seria lógico crear una cumbre de empleo entre todos los interlocutores sociales  de cara a buscar medidas clave para su fomento?

Podría ser positivo aunque ya se nos agota el tiempo. Una iniciativa de este tipo se hizo creo recordar en Italia en el año 1996 lográndose un acuerdo nacional en esa línea que luego propició una Reforma Laboral importante.

Hubiera sido más provechoso montar esta cumbre hace dos años donde ya se veía que la situación era grave y que había cifras de paro muy notables. Ese era el momento, echar el freno y antes de poner en marcha cualquier iniciativa legislativa de calado juntar a todos los interlocutores buscando el gran acuerdo.

Ahora creo que ya llegamos tarde para este tipo de iniciativas. Con cinco millones de parados la urgencia es máxima y existe mucha claridad sobre lo que se necesita.

A lo largo de esta conversación me ha comentado varias veces  la necesidad de impulsar otras nuevas medidas legislativas, ¿puede concretarnos algo más?

Sobre todo necesitamos una visión clara de hacia dónde se quiere ir. Y un cambio uniforme, y no parcial y a trozos de un nuevo modelo de relaciones laborales en nuestro país.

No estoy diciendo que haya que cambiar todo. Pero es evidente que hemos cambiado mucho.  Se ha modificado notablemente el Estatuto de los Trabajadores por esos mismos cambios que hemos asimilado a nivel social y laboral.

Creo que ahora estamos en un momento histórico de crear un nuevo modelo de relaciones laborales que sea útil para España y que evite en el futuro, cuando surjan los momentos de crisis, volvamos a convertirnos en campeones mundiales del paro.

Tenemos una base social económica y política propicia al cambio. Si no lo hacemos ahora habremos perdido una gran oportunidad, desde luego.

En la mayor parte de los países de nuestro entorno hay elementos muy flexibles que permiten que en época de crisis no se dispare el paro. Todavía en España es más fácil despedir a una persona que modificar sus condiciones laborales. El modelo del que hablo debe sustituir los despidos por los cambios en esas condiciones laborales de las que hablamos.

En esta tesitura el papel de los sindicatos es clave. Creo que ahora también están en un momento clave de su desarrollo. En la encrucijada en la que se encuentran es evidente que están perdiendo el contacto con la sociedad y los trabajadores. Ahora, la sociedad los percibe como una entidad poco valorada porque cree que no han sabido reaccionar a esta situación de crisis que vivimos. Si son inteligentes, que lo son, deberán cambiar también.

Dénos su pronóstico ¿Cómo cree que va a evolucionar el mercado laboral hasta final de año?

La tendencia no puede ser positiva por dos motivos. Se ha pasado el verano e incluso el mes de agosto ha crecido el paro notablemente. Eso implica que en meses posteriores la tendencia de creación de empleo no será buena.

Por otro lado, las empresas no remontan. Siguen muchas de ellas con planes de reestructuración para seguir siendo viables. Los ERES no han dejado de crecer. Por otro lado las entidades financieras tienen una situación delicada lo que no va a ayudar a que la economía se active demasiado.  Por si fuera todo esto poco además tenemos un Gobierno provisional con escaso margen de maniobra.

A nivel de sindicatos y patronal tienen pendientes el acuerdo sobre la negociación colectiva y salarial del 2012 y años siguientes. Creo que sí habrá un ejercicio de responsabilidad por ambas partes viendo la situación que vivimos. Es fundamental que apuesten por la contención salarial en estos momentos.

Lo que si me llama la atención es que los sindicatos se metan en temas políticos que ni les va ni les viene.  Es posible que veamos movilizaciones de contenido político en lugar de contenido social por los tiempos que nos va a tocar vivir.

Sobre las reformas, el partido que resulte ganador de las urnas, como muy pronto en marzo del año que viene podrá abordar nuevos cambios

Para finalizar,  una  curiosidad, que un candidato a presidente del Gobierno hable de crear un impuesto para la banca para generar empleo, ¿ tiene lógica real?

Creo que es una medida muy limitada y poco eficaz. La banca lo que necesita es precisamente ayuda para que puedan dar más créditos para que fluya la economía. Ponerle trabas a la banca para lograr efectos recaudatorios limitados no es la mejor idea.

 

 

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