Licenciado en derecho y ciencias políticas en ICADE, Juan Gonzalo Ospina, el candidato de JAM para presidir el grupo de Abogados Jóvenes de Madrid de ICAM (en la foto de los integrantes de la candidatura, el que está en medio con gafas), considera que “los abogados tienen que apostar por construir una sociedad mejor desde el derecho”. Tras unos meses de intercambio en Chile, un año en despacho multidiscilplinar y varios cursos de procesal civil y penal entró en el despacho Martínez-Echevarría, donde ejerce en la actualidad. Asegura que le apasiona el derecho penal y poder litigar. “¿Puede haber algo más bonito que defender la Libertad?, defender la ley y trabajar desde la abogacía para que tengamos un sistema igualitario ante la misma en dónde no existan abusos de ningún tipo que puedan desvirtuar la Justicia”, afirma con entusiasmo. A Juan Gonzalo Ospina le gusta también escribir artículos de opinión política, ya que considera que el derecho y la política son dos caras de la misma moneda. “Como dijo Aristóteles: el ser humano es político por naturaleza”, apostilla.
Las elecciones, a las que se presentan dos candidaturas completas y una de individual para un mandato de tres años, tendrán lugar el próximo lunes, 28 de octubre, desde las 10:00 a las 19:00 horas, en el Salón de actos del Colegio de Abogados de Madrid.
¿Cómo nace Jóvenes Abogados de Madrid (JAM)?
El JAM nace hace 9 meses. Somos un grupo de juristas que decide organizarse para trabajar en contra de la indiferencia que existe en nuestra profesión. Decidimos apostar por la participación de la abogacía y que así pudiéramos influir en la sociedad como asociación que conoce, que ejerce y que aplica las leyes para intentar construir una Sociedad mejor.
Nos hemos ido adaptando a una realidad social. El JAM ha ido creciendo según iba teniendo cada vez más seguidores. Primero fue Facebook, luego un blog, para después pasar a una web que tiene ya más de 30.000 visitas. El esfuerzo y sacrificio de todos los JAM’s ha sido determinante. En concreto sí que me gustaría puntualizar el apoyo de Alberto Cabello, nuestro vicepresidente, que ha creado la web, ha ayudado con los carteles, sintiendo desde el minuto uno el espíritu JAM.
En la presentación de vuestra candidatura habláis de llevar la «revolución intelectual al ICAM». ¿Necesita una revolución el ICAM?
No queremos ganar unas elecciones sino apostar realmente por un cambio en nuestras próximas generaciones. No sólo el ICAM necesita una revolución intelectual; la Sociedad, el sistema en el cual vivimos, también la necesitan. Y creemos que la gente puede construir esta nueva realidad.
Queremos un Colegio más cercano al abogado. Un Colegio que sea escuchado por los medios y por la Sociedad civil. Un Colegio que dé un servicio al ciudadano y al más débil. En definitiva, queremos un Colegio que aporte valor a nuestra sociedad.
¿Se ha quedado obsoleto el Colegio de Abogados de Madrid en su filosofía y forma de operar?
El Colegio debería ser la casa de todos los abogados de Madrid. Esto podemos construirlo a través de la comunicación, de las redes sociales, o incluso fomentando la participación activa de nuestro colectivo en los retos del futuro. ¿Dónde están los abogados cuando hay un cambio de una ley?, nunca se nos ha escuchado y es necesario que esto deje de ser así.
¿Cuáles crees que son los principales problemas con los que os encontráis los jóvenes abogados?
La desprotección, el desconocimiento y la ausencia de «una mano» de los letrados con experiencia que ayude a los más inexpertos. Necesitamos colaboración entre los abogados del Colegio para crear una red de profesionales competentes, y sobre todo, necesitamos invertir en los jóvenes, que somos el futuro.
¿Actualmente, el ICAM piensa en las necesidades y problemas de los jóvenes abogados y recién licenciados o le falta sensibilidad?
No lo suficiente. Los cursos de formación del ICAM son carísimos, llegan a costar 8.000 euros. ¿Cómo puede ser esto? Si los programas son inaccesibles, es casi como si no se facilitara formación.
¿Por qué creéis que es necesario la carencia en un año para los nuevos colegiados?
Estamos perdiendo a muchos “abogados” por una barrera económica y esto no lo podemos permitir. Muchos recién licenciados se exilian de Madrid en búsqueda de Colegios más económicos, esto no lo podemos permitir. Muchos compañeros no se colegian porque le es costoso adentrarse en la profesión y esto es inasumible.
No podemos limitar, sino que, por el contrario, tenemos que otorgar. El año de carencia permitiría que recién licenciados que además no están en el mundo laboral puedan acercarse a la que en el futuro será su casa.
En vuestro programa se insiste mucho también en la necesidad de facilitar la formación a los colegiados. ¿Por qué?
La abogacía es una profesión liberal, y se caracteriza por la necesidad de formación continua. El abogado tiene que estar siempre actualizado de los incesantes cambios legislativos, de las nuevas dinámicas jurídicas y de las decisiones jurisprudenciales más relevantes en su panorama laboral. Si tenemos en cuenta que el abogado no para de formarse en toda su vida, se entiende fácilmente la necesidad de hacerle accesible la formación.
Habláis también de la necesidad de potenciar la Bolsa de trabajo del ICAM ¿No funciona actualmente?
Desde luego no lo suficiente. Son contados los casos de las personas que han conseguido trabajo a través de la misma, y desde luego esto no puede seguir sucediendo. En vez de tener un Colegio profesional que auxilie a sus miembros, nos hemos acostumbrado a sacarnos las castañas del fuego, cuando lo más práctico es ayudarse.
¿Qué os parece el anteproyecto de ley de servicios profesionales?
Sin duda ha alterado el orden de las cosas. Los abogados y los procuradores trabajamos mano a mano y estamos habituados al método que existe actualmente.
No obstante creo que el Gobierno no debería de prohibir y un licenciado en derecho debiera de estar habilitado para defender a un ciudadano. Creo que la imposición desprofesionaliza porque obliga, mientras que la liberación de un servicio permite un ejercicio un trabajo de mayor calidad, lo que revierte en un mejor servicio al ciudadano.
¿En JAM estáis a favor de la colegiación obligatoria?
El Colegio de abogados -como la casa de los abogados- es necesario para garantizar una identidad al colectivo. No obstante, no creo que el Estado debiera prohibir o en su caso obligar realizar conductas que coarten nuestra libertad. La colegiación obligatoria es un tema que se debiera de abordar desde la calidad del ciudadano y no desde el beneficio del abogado. Es necesario un órgano que controle que el abogado está cualificado para ejercer ante los tribunales. Es necesario un control de este servicio como abogado y por ende poder garantizar al ciudadano que contrata a alguien capacitado para defenderle y prevenir así el intrusismo.
No obstante, este control pudiera no ejercerse por el Colegio profesional, sino por un ente administrativo con en su caso pudiera ser el Ministerio de Justicia, por lo que, como he dicho ya, el debate de la colegiación obligatoria siempre debiera de ser abordado desde la calidad del servicio al ciudadano.
¿Cómo veis desde JAM la crisis abierta en el seno de ICAM tras las últimas elecciones que dieron la victoria a Sonia Gumpert?
Lo vemos como una crisis preocupante. Sabido es que hay un gran colectivo que está en gran desacuerdo con la actual Decana. Sin entrar a valorar la cuestión de si su gestión es la adecuada, considero que las críticas a la actual Decana reflejan una crisis que trasciende a la figura de una persona en concreto y que subyace en el Colegio como institución. Creo por tanto que las críticas a Sonia Gumpert reflejan una crisis del Colegio que viene ya arrastrándose desde hace tiempo.
En cualquier caso, y como dato objetivo, debe decirse que a día de hoy Sonia Gumpert ha sido la Decana que mayor número de votos ha obtenido en toda la historia del ICAM, sin que se haya declarado de manera firme e inapelable –a pesar de la polémica suscitada- que sobre ninguno de los que fueron a votarla se ejerciera una coacción, violencia o manipulación.
Lo preocupante no son las críticas hacían una figura pasajera. Los Decanos van y vienen. Lo preocupante es la crisis del Colegio como institución, ya que ésta perjudica al abogado y pone en tela de juico el respeto y la legitimidad de la profesión.
¿Pensáis que desde la Agrupación de Jóvenes Abogados se puede impulsar una mayor participación?
Sí. La Agrupación de Jóvenes Abogados debe ser un referente de acción para toda la abogacía no solo madrileña sino española. Tenemos que fomentar la unidad y la participación de todo nuestro colectivo para solo así poder ejercer libremente nuestra profesión, comunicando a los ciudadanos aquellas cosas que pueden y deben cambiar.
El día 28 de octubre no se decide simplemente si gana o pierde una candidatura, sino si el JAM ha conseguido inculcar sus principios en la abogacía apuesta por una nueva etapa de cambio e ilusión que lleva 8 meses de realidad.